- Y por fin Aitana.
- Tras muchas rutas recorriendo la provincia de Alicante de norte a sur, desde la costa al interior, de ascender a sierras y montes de distintas alturas, recorriendo infinidad de senderos de todo tipo, traza y formato … finalmente le llegó el turno a la reina de la provincia.
- Difícil explicar porque he querido esperar tanto a coronar la cima más alta de la provincia pero siempre pensé que valía la pena conocer al completo, y antes, aquellas que quizás no son tan conocidas, aquellas sierras más modestas pero no por ello interesantes.
- Aitana siempre estaría ahí, esperándome, y llegar a su cima nada más empezar a recorrer los senderos y cimas de la provincia quizás me desvirtuaría las sensaciones al recorrer esas sierras más modestas.
- Otro motivo, quizás más imprevisto y descubierto en ese momento, ha sido que al alcanzar la cima y tener ese bagaje recorrido en la mochila, me ha permitido reconocer al completo todas y cada una de las lejanas y cercanas sierras, montes y colinas que rodean Aitana y comprobar en cuantas (muchas) ya estuve.
- Ascender a Aitana se puede hacer desde varios lugares y puntos y me decidí por hacer un recorrido que me permitiera recorrerla más al completo, de punta a punta, dejando otras zonas para próximas ocasiones.
- Por ello el inicio de ruta se encuentra en el puerto de Tudons, uno de los más famosos puertos de montaña de la provincia, junto a las vallas de entrada a la carretera que da acceso a la base militar de Aitana. Pero al otro lado de la carretera, donde hay espacio suficiente para dejar el vehículo.
- Empezamos a caminar y lo hacemos descendiendo por la carretera CV-770 dirección a Alcoleja aunque por poco pues tras 250 metros tomaremos un camino de tierra a la derecha que asciende intensamente.
- En el inicio del camino encontraremos paneles informativos de los PR-V que comienzan ahí mismo, el 20 y el 21, será el 20 el que nos guiará fielmente hasta la misma cima de Aitana.
- El camino es ancho y evidente y prácticamente sin ninguna variante hasta el primer punto de paso importante, la Font de l'Arbre.
- El primer tramo es en continuo ascenso pero sin pendientes agresivas, todo muy gradual y llevadero. A nuestra izquierda y nada más empezar, pero en un plano inferior, veremos un antiguo edificio militar de gran tamaño pero en desuso y al desamparo del tiempo.
- Más en el horizonte se puede contemplar a la perfección y alineadas las sierras de Els Plans, Montcabrer y Benicadell desperezándose por la llegada del Sol. Nuestro tramo en umbría y con buena arboleda.
- Tras unos zigzags en el camino llegamos a un tramo llano en el que pasaremos junto a una casa de piedra derruida que está pegada al camino, a partir de aquí ya empiezan a asomarse los primeros peñones en alto de Aitana, de la parte de la Peña Cacha o Moleta de Aitana, grandes precipicios de caída totalmente verticales.
- Tras la casa una gran curva cerrada en ascenso y después el camino se atenúa bastante, seguiremos avanzando en ascenso pero con leves pendientes puntuales, de momento está siendo bastante cómodo.
- De nuevo otra casa en el camino pero esta con apariencia de estar habitada por ser de reciente construcción, con el detalle de 3 claraboyas en el tejado.
- En el horizonte un gran pico empieza a asomar, la Serrella va apareciendo poco a poco y haciéndose notar.
- Seguimos avanzando y en un punto determinado ya terminamos de ascender, el camino continúa siguiendo las curvas de nivel y por tanto en llano y realizando grandes ondulaciones.
- Por aquí el horizonte se vuelve a cerrar, pequeños cerros y lomas tapan de momento la Serrella sin permitir todavía que sobresalga del todo, realmente estamos adentrándonos al interior de Aitana.
- Aparecerá algún desvío o cruce a la izquierda que descartaremos, realmente estamos encajonados pues a nuestra derecha tenemos una ladera vertical y los precipicios de los peñones observándonos.
- Debemos seguir de frente y si observamos a lo lejos empezaremos a distinguir donde está ya la Font de l'Arbre al poder ver la tonalidad de colores diferente que tienen sus árboles, es otoño y sus hojas empiezan a colorearse, a cambiar a amarillo.
- Finalmente llegamos a la Font de l'Arbre y quizás en un inmejorable momento del año al encontrar el entorno completamente bucólico. Sus árboles aún cubiertos de hojas pero el suelo delatando que el otoño se acerca al estar cubierto de las hojas caducas que no resisten el inexorable cambio de temporada.
- El lugar está perfectamente acondicionado con merenderos de madera para pasar un día en la naturaleza, una fuente y una especie de barbacoa que supongo se usará en momentos adecuados, todo perfectamente acotado por muros de piedra.
- Junto al paraje hay casas cercanas y es que el lugar está junto a un pequeño valle interior de Aitana con pequeños campos de cultivo.
- Tras un mínimo descanso y deambular para terminar de descubrir la zona proseguimos con la ruta, la continuación hay que buscarla porque de la Font parten varios caminos que se dirigen a las casas del lugar, el correcto está señalizado por el PR-V, un camino que asciende junto a un cartel desgastado de "Peligro de incendios, no tirar colillas" y que los primero metros se comparten con una casa particular.
- Ascendemos continuamente teniendo en los primero metros una agradable pinada a nuestra derecha, el camino asciende para acercarse a los peñones de Aitana y cuando los alcanzamos, cuando llegamos la base de ellos, el camino vuelve a llanear y ser más cómodo. Ya empiezan a asomar las primeras antenas a nuestra derecha y a la izquierda la Serrella ha emergido en toda su envergadura.
- Estamos rodeados de muy buena arboleda, es una zona reforestada hace tiempo y los pinos ya han alcanzado una considerable altura, seguimos muy bien cobijados en sombra.
- Durante el trayecto llano por la base de los peñones de Aitana y en dirección a la Font de la Forata aparecerán 2 neveros a la vera del camino y podemos visitar un tercero cercano pero realizando un pequeño y corto desvío de 100 metros.
- [Existen algunos neveros más por la zona pero un poco separados del camino principal y con un acceso un poco más complicado … para una próxima ocasión]
- El primero de ellos aparece casi de súbito, a nuestra izquierda, y se encuentra en un estado deplorable, la parte del interior que se encuentra junto al camino se encuentra muy derruida, solo se percibe algo de pared de piedras en el lado opuesto. Por tamaño se consideraría pequeño en comparación con otros visitados anteriormente.
- Podemos rodearlo con algo de precaución porque su alrededor está cubierto de matorral y monte bajo.
- Proseguimos por el camino llaneando disfrutando de la pinada y de las vistas en dirección a la Serrella, que ahora sí, se puede apreciar al completo y en toda su extensión y apreciar sus 3 cimas principales … Serrella, Plà de la Casa y Malla del Llop.
- Cuando por encima nuestra tenemos la multitud de antenas de Aitana aparecerá el segundo nevero del día. Este se encuentra en una zona mucho más abierta y se puede realizar una visita más completa.
- Igualmente se encuentra en un estado lamentable, casi derruido pero al ser más grande disimula más, tiene varias zonas de sus paredes de roca destrozadas o más bien erosionadas. Llama bastante la atención su poca profundidad actual, casi aparenta ser más las antiguas murallas de algún castillo o fortaleza.
- Continuamos y tras una gran recta en pequeño descenso y rodeados de pinos llegaremos a uno de los pocos cruces del trayecto, el camino de tierra gira bruscamente a la izquierda, casi realizando un medio giro, nosotros debemos seguir de frente, al principio parecemos cambiar a sendero pero volvemos a camino de tierra ancho.
- Después de unos 120 metros de ese cruce, llegaremos a otro en forma de "Y", a la izquierda la continuación, en el inicio del camino de la derecha hay una aspa "X" PR-V pero si no nos metemos por ahí escasos 100 metros, nos perderemos un tercer nevero.
- Esta visita es opcional por salirse momentáneamente del recorrido circular pero merece la pena la visita
- Este tercer nevero se sitúa junto a una gran curva y se encuentra en un mejor estado que los anteriores. Es de mayor tamaño, sus paredes están mejor y su profundidad es bastante más notable. Ha valido la pena.
- Se puede visitar también perfectamente teniendo como compañía enormes pinos a nuestro alrededor.
- Volvemos al cruce "Y" y seguimos por el ramal izquierdo que ya nos lleva directamente hasta la Font de la Forata en escasos 300 metros y en descenso.
- Llegamos a la Font de la Forata, dejamos atrás los pequeños bosques de pinos que poblaban el camino que nos ha llevado hasta aquí porque el paraje de la font se encuentra en campo abierto, sin ningún árbol destacable.
- Aquí realizamos un primer descanso "serio" llevamos varios kms andando y llegar a la Font de la Forata es la señal de que el paseo campestre hecho hasta el momento termina, desde la Font empieza el verdadero ascenso a Aitana.
- En el lugar encontraremos lugares a visitar como un nuevo nevero y una pequeña fuente escalonada.
- El nevero se encuentra a escasos metros de la fuente, es de tamaño medio y al igual que los anteriores se encuentra en mal estado. Ya no es completamente circular, el reiterado paso para visitar su interior ha provocado que una parte de él se haya derrumbado y en su lugar exista un mini-sendero que da acceso a su interior.
- La fuente es una alargada cañería escalonada que tiene varios saltos de agua y que provocan un continuo tintineo acuático.
- Desde aquí ya podemos ver la parte superior de Aitana, la infinidad de antenas y la característica esfera blanca, el inmenso radar.
- Desde la misma font parte un sendero, por primera vez dejamos atrás los caminos anchos y empedrados para seguir por un medio estrecho, un pequeño sendero botánico que nos llevará hasta el Pas de la Rabosa.
- La dirección a tomar lo señala la bonita Penya Forata, un agujero a modo de ojo en un peñasco en alto y el sendero botánico se dirige a él. Este agujero por desgracia queda fuera de ruta y para visitarlo habría que hacer un pequeño desvío a la derecha y realizar un escarpado ascenso, de momento para otra ocasión.
- La penya y su agujero absorbe toda nuestra atención durante el trayecto por el sendero botánico pero sin olvidar que por el camino encontraremos pequeños carteles que nos ilustrarán de los nombres de los pequeños arbustos y monte bajo que nos rodean.
- En el momento que rebasamos la Penya Forata el sendero atraviesa pedregales inmensos que bajan desde los ricos de Aitana, a partir de aquí ya centramos toda nuestra atención en nuestro siguiente tramo, el Pas de la Rabosa.
- El sendero se dirige a una inmensa pared rocosa que a simple vista parece un callejón sin salida, conforme nos vamos acercando asalta una pregunta ¿por donde se pasa?, ningún atisbo de salida … ¿o si? Justo en la parte alta del muro rocoso podemos llegar a intuir donde está el Pas de la Rabosa.
- Pero para llegar al paso antes hay que ascender por un tramo totalmente abrupto y vertical de anárquicas rocas desprendidas. Lo ideal es seguir las marcas del PR-V para poder realizar un ascenso armonioso y sobretodo seguro.
- En la primera mitad se asciende por las rocas desprendidas, zigzagueando, escogiendo las mejores opciones y poco a poco ascendemos sin problemas.
- La verticalidad es importante y por momentos hay que realizar pequeñas trepadas para avanzar entre las rocas pero está siendo fácil y hasta ameno y atractivo.
- Después giramos a la izquierda y aseguramos cada paso que demos pues pasaremos por tramos con pequeños pedregales, aquí extrema precaución pues el suelo se puede derruir en cuestión de décimas de segundos.
- Pero si seguimos las señales este tramo de ascenso no conlleva problemas. Pronto llegamos a un tramo por el que pasaremos por vertiginosos y peliagudos pasos verticales, aquí la estabilidad es fundamental.
- En la parte final, ya muy alto, encontraremos un tramo que ha sido adecuado convenientemente con pequeñas estacas de madera que escalonan el trazado vertical y evitan un derrumbe constante.
- Tras los escalones llegamos a un paso muy estrecho y que literalmente nos engulle por ser las 2 rocas de gran altura, no creo que llegue a pocos más de medio metro de ancho, intentar pasar de frente enteramente es complicado por lo que deberemos de ponernos de lado por momentos.
- Tras este paso estrecho llegaremos a un recodo en llano, estamos ante la puerta del Pas de la Rabosa, ya hemos llegado y lo delata un haz de luz solar que atraviesa el estrecho paso.
- El paso es estrecho en su parte alta y más ancho por abajo por lo que es inevitable agacharse algo si queremos pasar. Nos encorvamos y …
- Atravesamos el Pas de la Rabosa y ante nosotros una panorámica nueva, una nueva Aitana.
- ¿Y donde estamos? Ante nosotros una inmensa grieta, estamos ante las simas de Partagat de Aitana, una inmensa hendidura de Aitana que nos aturde y hasta nos impone por sus dimensiones.
- El cambio es completamente radical, hemos pasado de estar trepando por rocas en umbría a una amplia zona llana soleada, hemos cambiado de vertiente.
- Seguimos de frente teniendo a nuestra derecha la inmensa sima, hay que llegar a un punto que nos permita cruzar la sima para poder pasar al otro lado y empezar a ascender, el lugar lo vemos en la distancia.
- Llegamos a un collado, al inicio de la sima y ante nosotros el repecho final que nos separa de la cima de Aitana, una inmensa ladera rocosa y yerma. Desde aquí podemos contemplar la sima que acabamos de recorrer por su lateral y admirar sus grandes dimensiones.
- Empezamos a ascender, a partir de aquí el ascenso es continuo y sin treguas, no es muy vertical pero si constante. La ladera está totalmente yerma, sin vegetación destacable.
- A nuestra espalda empieza a asomar el Puig Campana y conforme ascendamos la línea costera se define al igual que las restantes sierras.
- Las vistas se magnifican, el interior de Aitana es una gran llanura y más al fondo dirección norte, al Montgó, destacan los peñascos del Alt de Tagarina. Sobre nosotros las antenas militares nos hacen calcular lo que nos queda por ascender
- A mitad camino el sendero se duplica, podemos ascender por la izquierda o la derecha, el oficial lo hace por la derecha y así hacemos.
- Finalmente empezamos a ver una pseudo-cima, un inmenso hito de piedras, un simulacro con el que debemos conformarnos los que llegamos hasta aquí. Hemos llegado a la cima "civil" de Aitana. La cima real se encuentra a 1557 m y la "civil" unos cuantos metros menos.
- Debido a la presencia militar en la más importante de las cimas de la provincia de Alicante el acceso al vértice geodésico de Aitana no es posible, se encuentra situado en el interior del recinto militar y por tanto imposible visitarlo.
- Por ello el inmenso hito de piedras a modo de señal-cima.
- Esta sensación agridulce inicial desaparece en cuanto nos acercamos al inmenso hito y aparece la mayor de las panorámicas a nuestro alrededor.
- La pseudo-cima se encuentra situada en el borde de la arista de Aitana, junto a un inmenso despeñadero desde donde podemos contemplar, de nuevo, el paraje de la Font de la Forata desde alto.
- Esto permite tener una inmensa panorámica totalmente vertiginosa en dirección norte. En esa dirección destaca poderosamente la alargada Serrella, desde aquí podemos contemplarla en toda su envergadura, con todo detalle todas sus cimas.
- Más a la derecha la de Aixortà y después Bernia, por detrás de esta el Montgó asoma como una simple colina junto a la costa. Justo en el otro lado, en el borde izquierdo de la Serrella igualmente se deja ver el Montcabrer invitándose al espectáculo visual.
- Damos la vuelta y ahora en dirección sur es el Puig Campana el que se lleva toda la espectacularidad de la panorámica, su muesca asoma por encima de la ladera sur de Aitana. Junto a él y a la izquierda, el monte Ponoig y a la derecha toda la línea costera que llega hasta la ciudad de Alicante que se puede ver perfectamente gracias a intuir a la Serra Grossa y al Benacantil.
- Por detrás el Cabo de Santa Pola y más a la derecha el Cabeçó d'Or al completo y el Maigmó asoma tímidamente al igual que demás sierras pero ya en mayor distancia.
- Todo un espectáculo visual el poder contemplar tal retahíla de sierras y montes de la provincia de Alicante. Estamos en la más alta de todas y en el epicentro. Todo un lujo.
- Dejamos la cima "civil" y continuamos por un pequeño sendero que sigue en paralelo a la enorme vertical de la sierra, al precipicio, y que nos lleva hasta los aledaños de la valla militar de Aitana.
- Justo antes de llegar a la valla, a escasos metros, encontraremos un desvío que desciende vertiginosamente hasta la Font de la Forata, primero un tramo rocoso y posteriormente boscoso.
- Ahí, unas pocas rocas en alto nos permiten otear el interior del recinto militar y no ver nada, no ver nadie, como si fuera una ciudad fantasma.
- Desde aquí destaca la enorme antena esférica blanca, la enorme baliza que permite identificar Aitana desde cualquier sierra de la provincia y ahora estamos a escasos metros.
- Pero no solo está esa antena, hay varias antenas convencionales que rodean a la esférica, al igual que la enorme valla que es doble (unos 5 metros de ancho) y con alambre de espino, concertina y demás elementos disuasorios, una cima por desgracia completamente espuria para los amantes de las montañas.
- La continuación de la ruta consiste en atravesar la sierra de Aitana por su parte alta hasta regresar a Tudons y para ello el primer tramo transita en paralelo a la valla militar.
- Nos acercamos a la parte derecha de la valla, la parte de la vertiente norte, la del precipicio y empezamos a andar en paralelo a ella.
- Junto a la valla existe un sendero marcado que nos guiará por este dispar tramo.
- Nada más empezar haremos un descenso-repecho y después completamente llano hasta llegar a la altura de la enorme antena esférica. No conlleva problemas pero mejor no acercarse mucho a la valla o tocarla para no llamar la atención (por si acaso) aunque la cuestión es que tampoco podemos alejarnos mucho de ella.
- Realmente estamos completamente encajonados, a nuestra izquierda la valla militar metálica, a nuestra derecha el enorme declive vertical de la vertiente norte de Aitana … solo queda ir hacia adelante.
- Antes de llegar a la altura de la esfera tendremos que hacer alguna filigrana para poder atravesar (por encima o encorvados) una doble barandilla metálica de un camino hormigonado escalonado que se dirige a una especie de garita solitaria más cercana a los precipicios y que viene de la zona militar. Sin problemas.
- Y justo al llegar a la altura de la antena esférica llega el tramo delicado. La pendiente a nuestra derecha se agudiza exponencialmente y llegamos a estar verdaderamente expuestos a un precipicio de varios metros de caída y el sendero se minimiza a menos de 1 metros y está compuesto de rocas sueltas.
- Por suerte tenemos la valla y en este tramo será conviene usarla de asidero casual. Si se hace con precaución y tranquilidad no conlleva problemas, tenemos la ventaja de que es en descenso y de que realmente es el único tramo escabroso de las vallas.
- El siguiente objetivo es alcanzar una antena de comunicaciones de las habituales que podemos encontrarnos en algunas cimas. La vemos a cierta distancia con un trayecto mucho más cómodo.
- Pero antes de llegar a ella el tramo que pasa junto a la valla no se hace muy transitable (roca lisa y pulida y cuesta arriba) solo en este tramo es conveniente alejarse unos cuantos metros (más de 10) de la valla para seguir avanzando con comodidad y seguridad.
- Justo antes de llegar a la antena tendremos que hacer de nuevo un paso de doble barandilla como hicimos anteriormente.
- Al pasar la barandilla, con un repecho, llegaremos a la misma base de las antenas, estas ya no se encuentran en la zona interior militar porque en este punto se terminó la valla militar.
- Pasamos por debajo de ellas y descendemos a una zona con casetas y recintos de indeterminado uso y que rodean a las antenas.
- Junto a las casetas enlazamos con un pequeño camino de hormigón que nos lleva a la carretera de asfalto que asciende desde el puerto de Tudons, junto a una curva.
- Pero no nos metemos en la carretera, no llegamos a alcanzarla (por si acaso), seguimos por un tramo de piedras y rocas que discurre paralelo a ella hasta alcanzar en plena curva un camino de tierra y piedras, con apariencia de desuso, que nos lleva a otra enorme antena junto un recinto con vallas de aspecto viejo y destartalado.
- Pasamos por la izquierda del recinto vallado y aquí damos por terminado el periplo por la zona militar de antenas, hacia delante ya no hay ninguna antena, ni valla, ni carretera, ni nada militar, ya terminó todo. Ante nosotros, pero a cierta distancia, solo está el montículo de la Peña Cacha.
- La travesía por la valla militar ha sido fácil pero esa sensación de estar siendo vigilado no se la quita nadie de ahí que la travesía se haya hecho con cierta "ligereza" y cierta sensación de alivio es fácil que aparezca al llegar al final.
- Ahora ante nosotros volvemos a tener nuestro medio preferido, un sendero y una cima por alcanzar.
- Desde la última casa de la zona militar ya podemos divisar el pequeño sendero que nos llevará hasta la parte alta de la Peña Cacha, aún con toda la distancia podemos observarlo y distinguirlo como un pequeño reguero marrón. Sin pérdida.
- Primero descendemos continuamente, el sendero no tiene pérdida y pasa a escasos metros de los precipicios que tenemos a nuestra derecha, si nos acercamos a ellos y miramos hacia abajo veremos al completo el recorrido que hicimos al principio de la jornada desde la Font de l'Arbre a la Font del Forat.
- Por desgracia el tramo es sin vegetación, ni un simple pino, tan solo matorral.
- Conforme avanzamos vamos apreciando que el pequeño sendero se separa antes de llegar a la parte alta, a izquierda y derecha, en esta ocasión escogeremos el derecho.
- Pero antes de llegar a la base de la Peña Cacha hay que realizar un pequeño repecho-descenso de una pequeña colina.
- Tras la colina empezamos a ascender, a mitad camino veremos la bifurcación, seguimos por la derecha.
- Primero hay que atravesar un pequeño muro de piedras naturales gracias a una pequeña abertura, una especie de vaguada propicia para ello a la derecha del muro. Aquí encontraremos un gran hito de piedras.
- De momento aunque es en continuo ascenso es bastante llevadero.
- Tras el primer muro, un segundo muro y este con apariencia de ser inexpugnable aunque el sendero nos lleva hasta la esquina derecha de él.
- Ahora entendemos porque desde lejos la Peña Cacha aparentaba ser una gran ensaimada, estamos pasando por las 2 capas o láminas (de rocas) que se veían desde lejos.
- Si echamos la vista atrás veremos una increíble conjunción o alineación de 3 de las sierras más emblemáticas de la provincia de Alicante. En un solo encuadre podemos contemplar Bernia, Aitana y Puig Campana.
- Llegamos a la base del segundo muro y llegados a la esquina del muro comprobamos que este gira y continua alejándose decenas de metros y continuando su altura inexpugnable …¿por donde seguimos?
- Un punto de pintura rojo en el muro de roca nos advierte de la posibilidad de sortear el muro … haciendo una inevitable trepada por el punto quizás más "débil".
- Aunque la pared mida más de 2 metros la trepada es relativamente fácil y cómoda, por suerte las rocas que componen la pared tienen muchos salientes y entrantes que escalonan el ascenso y permiten una trepada con buenos agarres y sin mayores problemas.
- Pero el punto intermedio en el que se está expuesto es inevitable por tanto aún con toda la "facilidad" hay que llevar extrema precaución.
- Tras la trepada llegamos a una inmensa azotea, estamos en la parte alta de la Peña Cacha, la cima secundaria más importante de Aitana.
- La meseta es enorme y ante nosotros un mar interminable de rocas y más rocas, vegetación nula.
- Avanzamos por las rocas sin un rumbo fijo, la meseta es amplia y sendero con tanta roca no existe y tan solo debemos fiarnos de que seguimos la dirección adecuada hacia el puerto de Tudons, que aunque no veamos, lo intuimos.
- Más bien seguimos por el tramo que está más cerca del precipicio, no nos alejamos mucho de él.
- Al final de la enorme meseta la Peña Cacha empieza a descender y ante nosotros un declive inmenso e infinito del que (de momento) aún no le vemos final, presentimos que va a ser un descenso de ladera intrincado y engorroso por ver tanta roca monótona.
- Al llegar aquí la panorámica cambia, empezamos a divisar sierras que antes teníamos medianamente ocultas como la de Grana junto al Cabeçó, Migjorn, Els Plans, Maigmó y Carrasqueta.
- Empezamos a descender y sin sendero, tan solo hay que guiarse por la intuición y anticiparnos a los pasos que sean más propicios para un avance asequible porque de vez en cuando podemos llegar a destrepes que se pueden evitar.
- Finalmente empezamos a vislumbrar un punto de referencia, la ermita de El Salvador que se encuentra junto al puerto de Tudons, el final del descenso. Un atisbo de luz, un objetivo a alcanzar.
- Seguimos continuamente descendiendo y finalmente llegamos a un gigantesco hito de piedras, se encuentra cerca de la arista pero al girar la cabeza hacia el precipicio veremos otro igual de grande en el mismísimo borde, nos acercamos a él.
- Desde este segundo inmenso hito podemos contemplar el camino inicial del principio de la mañana y advertir la presencia de aquella casa habitada y con 3 claraboyas en el techado. Justo estamos ahora encima en la parte alta de los peñascos que nos deslumbraron al principio de la jornada y desde aquí podemos ver y admirar cómodamente las intimidatorias e imponentes verticales de ellas.
- A partir de los hitos el recorrido cambia radicalmente. Desde ellos y gracias al sitio en alto que estamos podemos entrever el recorrido que nos toca hacer.
- Debemos separarnos ya del filo de la arista de Aitana y girar bastante hacia la izquierda para intentar engancharnos a una especie de brazo o cresta que desde aquí parece se dirige directamente a la ermita.
- Sendero no existe o al menos es bastante inestable o esquivo por lo que deberemos fijarnos un destino visual y alcanzarlo y después otro.
- Antes de llegar a esa cresta aparece vegetación, pequeños matorrales y monte bajo nos advierten que va a haber un cambio significativo.
- El sendero desaparece con una facilidad tremenda o al menos su presencia no es tan evidente como en otras ocasiones. Pueden aparecer pequeños hitos de piedras que nos ayudaran bastante pero por este tramo es más valiosa nuestra intuición.
- Del tramo de pequeño matorral pasaremos a otro con vegetación espesa, carrascas de mediana altura crean una maraña de ramaje que nos puede desconcertar por momentos si a eso le unimos que el sendero sigue siendo bastante despreocupado.
- Hay que añadir que la baliza visual, la ermita, desaparece por completo por lo que solo nuestro sentido de saber que vamos en buena dirección nos salvará de tener la sensación de estar perdidos.
- El sendero es bastante inestable, aparece y desaparece con una facilidad tremenda y en ocasiones seguimos avanzando por algo parecido a un sendero, sin en realidad serlo, para momentos después encontrar algo más estable y aún prestando plena atención a él volver a disiparse con facilidad.
- De pronto una casa, estamos rodeados de carrascas y pinos de mediana-gran altura y una edificación que debió construirse hace tiempo (sin la vegetación) aparece de súbito como fuera de lugar. Es bastante pequeña.
- El tramo que hay antes de la casa y después de la casa es quizás el más "espesito" del descenso, el más intrincado.
- De pronto un sendero bastante aceptable y la ermita por fín vuelve a aparecer, la pequeña colina en donde está situada aparece al completo, incluso la carretera y unas casetas militares ya se distinguen sin problemas … pasó lo peor.
- Porque en el momento que ya vemos al completo la colina con la ermita el sendero se define completamente y termina el avance penoso e instintivo.
- El sendero nos lleva directamente a una curva de la carretera asfaltada en donde hay una caseta militar, inevitablemente hay que pisar el asfalto y pasar junto a ella por unos metros hasta alcanzar un pequeño sendero en pendiente que asciende hasta el camino principal que lleva hasta la ermita.
- El camino de tierra de la ermita es completamente circular, a la derecha asciende hasta la misma ermita pero en mi caso relegué la visita pues ya estuve en ella en la ruta del Alt de la Campedrana.
- Miramos hacia la inmensa ladera que acabamos de descender con la satisfacción de haber salidos victoriosos de unos de esos descensos enmarañados que uno no desea encontrarse con asiduidad.
- Tras girar a la izquierda descendemos por un cómodo y amplio camino que en su parte final avanza en paralelo a la carretera militar, alcanzando el puerto de Tudons donde nos espera nuestro coche.
- Espectacular ruta que permite conocer la sierra más alta, los mejores horizontes que se pueden obtener en toda la provincia de Alicante, por unos minutos tocamos el cielo.
- La provincia de Alicante tiene 34 vértices geodésicos por encima de los 1000 metros y me fui a dejar para el final la cima más alta, la reina de todas, los 1557 m de altitud de Aitana. Ya he estado en todos los vértices.
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