- La ruta del día es una atípica ruta respecto a las demás pues no alcanza ninguna cima en particular importante de la provincia de Alicante, sin embargo realiza un recorrido completo al PR-V 354 descubriendo la cala de La Granadella, un lugar con unas vistas al mar y acantilados de lo más espectaculares y a los barrancos interiores cercanos a la costa.
- El inicio de ruta se sitúa en la misma cala de La Granadella, a escasos metros del mar y quizás lo más complicado de la ruta sea llegar hasta el lugar con el coche.
- Por la autopista A7 se sale en Benissa y pasando Teulada se sigue por pequeñas carreteras que dan a urbanizaciones enmarañadas y que hacen de la localización de la cala todo una odisea pero que a la vez le da un tinte enigmático, quizás así esté a salvo y se preserve su encanto.
- La ruta la hice en pleno Enero y la cala estaba prácticamente vacía, para mí, pero doy por hecho que en pleno verano se convertirá en todo un hervidero, así que épocas invernales son las más idóneas para realizar el recorrido.
- El inicio de ruta está a nivel 0 metros, a nivel del mar, en la misma cala y ahí mismo ya hay carteles informativos típicos de PR-V dando información de direcciones.
- Desandamos unos pocos metros de los realizados con el coche y pronto avistamos el cruce inicial entre casas o chalets blancos, este mismo cruce será el punto de regreso tras realizar la ruta.
- Los primeros metros son en ascenso directo por una carretera asfaltada que da servicio a los diversos chalets de la zona. Aunque hay variantes no hay pérdida porque en el mismo asfalto hay flechas blancas "extraoficiales". La pendiente es importante pero no dura mucho.
- La recta final ya es en llano y pasaremos del asfalto a tierra a mitad camino y junto a la pared de un chalet y cuando parece que estamos en un punto muerto ... senda !!!
- La senda a partir de aquí irá avanzando a escasos metros del acantilado que da directamente a la cala de La Granadella, está algo expuesta y por eso por tramos tiene un pasamanos de madera. Las vistas ya empiezan a entusiasmarnos.
- Muy pronto llegaremos a un primer mirador. Se agradece porque apetece tener algo de espacio y no deambular por una senda empedrada para poder admirar lo que tenemos a nuestro alrededor de una manera más pausada.
- Acabamos de comenzar, no llevaremos ni 1/2 hora de ruta y ya resulta necesario una parada para contemplar lo que nos rodea.
- La cala donde iniciamos la ruta ahora la tenemos a nuestros pies, el mar que la baña con un azul turquesa admirable y unos acantilados a pocos metros realmente espléndidos. Vemos desde aquí que su orilla está encajada entre riscos y acantilados.
- Sin duda estamos en un sitio de lo más expresivo y merece la pena aprovechar y disfrutar del lugar.
- Tras unos minutos de saboreo visual continuamos la ruta especulando que más nos deparará la ruta teniendo en cuenta que acabamos de empezar.
- Los siguientes pasos son en descenso (y bastante pronunciado) por una escalinata de madera con pasamanos. Realizamos un descenso bastante agresivo para cruzar un pequeño barranco.
- Continuamos por una definida senda algo expuestos al estar cerca de acantilados pero sin problemas, en ocasiones habrán cadenas y se realizará una pequeña trepada de 1 m antes de llegar al siguiente punto de interés, el Castell de La Granadella.
- Al llegar lo tendremos a nuestros pies, tenemos que descender para llegar a él.
- Su visita es bastante interesante, un cartel informativo nos ilustrará de su historia, año de creación, usos y el motivo de su triste destrucción.
- En el lugar tendremos otro ángulo de visión de la cala, el castell está situado en un puntal al mar y miraremos a la cala hacia el interior.
- Desde este punto si miramos hacia el sur tendremos el perfil de los continuos acantilados de los que está compuesto la zona. Una imagen imponente y bastante sugestiva.
- El tramo siguiente es ascender la loma que tenemos de frente, pues a través de la cresta que tiene la loma continuaremos avanzando.
- Es un ascenso empinado, algo vertical pero sin mayor complicación. Nos guiarán pequeños hitos o marcas en spray rojas, no encontré las oficiales PR-V aunque quizás no ascendí por el lugar indicado, de todas maneras el objetivo era claro, llegar a la cresta. Por el ascenso encontraremos gran cantidad de árboles caídos muertos, posiblemente de algún incendio en el pasado.
- El ascenso se puede hacer lento no por la complicación si no más bien por querer admirar lo que nos rodea.
- Ya en la cresta las vistas mejoran hacia los acantilados pero ya dejaremos atrás la cala de La Granadella hasta el regreso.
- Durante la progresión por la cresta vuelven a aparecer las señales PR-V y nos guiarán fielmente por el pequeño entramado de vegetación baja y resaltos de piedras que tiene la cresta.
- Las vistas son inmejorables y a uno le pueden venir recuerdos de la gran ruta de Serra Gelada (acantilados y mar).
- La pequeña senda finalmente termina en otro mirador, el de Levante, este tiene una especie de pérgola de piedra y bancos, lugar idóneo para retomar fuerzas y de nuevo poder admirar la zona con más relajación.
- Llegados a este punto podemos dar por terminado la parte de la ruta más "al mar" e iniciaremos la parte de la ruta más "interior". Un inicio bastante intenso por lo disfrutado y visualizado.
- Las sendas empedradas y expuestas a partir de aquí se cambian por pistas evidentes y obvias, un cambio de estilo bastante llamativo.
- Proseguimos y avanzaremos por una pista bien definida y hasta el cruce del barranco (punto #4) prácticamente no tiene ningún tipo de pérdida. El estado o formato de la pista variará durante el trayecto pero está bien definida. Avanzaremos siguiendo las indicaciones hacia el Mirador de La Granadella.
- Destaca la visión del Montgó, su parte más alta asoma orgullosa por encima de las pequeñas lomas que tenemos a nuestro alrededor.
- Durante el avance saldrán 2 variantes del PR-V que realizan un regreso a la cala de La Granadella por zonas interiores que abrevian bastante el recorrido, idóneas para quien quiera recortar la ruta.
- También saldrán desvíos o cruces de pistas que realizaran recorridos por la zona pero siguiendo las marcas PR-V o llevando un plano no hay pérdida.
- Durante el recorrido podemos cruzarnos con paseantes que posiblemente vivan en la gran urbanización que aparece justo al frente de la pista por donde andamos. Es ahí hacia donde nos dirige la pista.
- En la parte final de la pista tendremos a nuestra derecha la vertiente norte del barranco de Martorell y por tanto el camino por el que posteriormente proseguiremos.
- Antes de llegar a la zona de urbanizaciones y chalets hay que estar atento al desvío (punto #4) que nos ayudará a cruzar de vertiente el barranco que hemos estado viendo momentos antes. Está señalizado con un hito de piedra y una estaca con señal PR-V pero el tamaño de ambas señales es bastante discreto, al igual que la senda de continuación.
- Un pequeño descenso por senda y el lecho del barranco. En el lecho tendremos bancales invadidos por la vegetación y que cruzaremos en paralelo. Durante el ascenso de la vertiente norte la senda pasará por una casa de piedra abandonada.
- Y así en pocos minutos se habrá cruzado el barranco de Martorell y estaremos antes una nueva pista de tierra amplia.
- Esta nueva pista de tierra es amplia y no tiene ninguna variante por lo que es momento de poder disfrutar de las vistas y andar por un bello rincón de la Marina Alta. Por desgracia no hay prácticamente árboles (alguno joven reforestado), tan solo matorral y arbustos bajos.
- Por esta pista, a nuestra derecha, conforme avanzamos irá saliendo de nuevo a la vista la cala de La Granadella y el mar pero lejanamente.
- Tras un giro a izquierda acentuado tendremos de frente el barranco del Horxelles. El anterior se cruzó de manera asilvestrada por una senda pero este se hará continuando por la pista por la que vamos con la diferencia que durante el descenso y ascenso está asfaltado para evitar las inevitables erosiones.
- Es un descenso y ascenso medianamente corto (estamos en el punto #5) haciendo una Z comprimida, aunque con unas rampas bastante importantes, no hay prisas, con calma.
- Llegaremos así a un cruce con otra pista, en este punto giraremos a la derecha y desde aquí y hasta llegar al Mirador de La Granadella la fisonomía del camino cambiará radicalmente, iremos envueltos por una gran arboleda que se agradece enormemente.
- Al poco de contactar con esta nueva pista nos desviaremos a la izquierda en un cruce, seguiremos por otra pista pero veremos como poco a poco se va reduciendo y cambiando a senda de tierra.
- A partir de aquí saldrán a nuestro paso un par de cruces y en los dos habrá que continuar por la izquierda.
- (Realmente estos 2 cruces nos llevarían prácticamente al mismo sitio pero es interesante continuar por la izquierda y no llegar tan relativamente pronto al mirador, aparte de que así podemos hacer la ruta completamente circular)
- Extrañamente las señales PR-V no quedan muy claras por esta zona, parece que hubo un cambio de sentido de señales, aunque no hay problemas si se prosigue por la izquierda continuamente.
- La pista se convirtió en senda ya y entrará en una zona boscosa que nos dará sombra, un cambio radical bastante agradable, estamos realizando un giro circular y durante el giro aparecerá la visión, esta vez completa, del Montgó y del Cabo de San Antonio en perfecta alineación y tendremos urbanizaciones y chalets relativamente cerca.
- Así llegaremos a una zona de antenas junto a una torre vigía de madera, prácticamente similar a la existente cerca de la cima de la sierra de Beneixama, con la diferencia de que la torre de La Granadella se asciende por una escalera externa y tristemente está vallado su acceso.
- Proseguimos por el mismo camino de frente (primero asfaltado, después de tierra), vamos teniendo a nuestra izquierda chalets y casas habitadas y llegaremos a un cruce con una pista amplia, no giraremos ni a izquierda ni a derecha, continuaremos por una pequeña senda que al llegar al cruce puede pasar desapercibida al estar rodeada de arboleda y destacar más la pista de tierra con la que cruzamos. Hay que seguir de frente por ella.
- Y esa pequeña senda será la que nos llevará al Mirador de La Granadella.
- Desde este mirador tendremos de frente los barrancos que nos quedan por cruzar para regresar a la cala, todos ellos cubiertos por un destacable manto verde, un pequeño trozo de mar a la vista y la derecha la loma con las urbanizaciones a las que casi llegamos anteriormente.
- Es bastante amplio y está cercado por una baranda de madera y por una pequeña apertura de la baranda se inicia el regreso a la cala.
- Inicialmente descenderemos por una senda, pasaremos por un zona de cría de abejas y llegaremos a un cruce perfecto de 4 caminos, en este punto giraremos a la izquierda, hemos contactado con una pista de tierra empedrada.
- Avanzamos por la pista y llegaremos a un cambio de dirección en casi 180 grados a izquierda en escasos 300 metros, en este cruce encontraremos una pequeña palmera a modo de "rotonda".
- Esta nueva pista ya será la última del día. Por ella se avanzará sin ninguna complicación y sin desvíos hasta iniciar un descenso para llegar al cauce del barranco de Horxelles, el descenso es pronunciado pero no tiene ninguna complicación. Muy buenas vistas en este punto de nuestro alrededor al tener diversas vertientes de barrancos intentando confluir.
- Llegamos al cauce del barranco totalmente empedrado y avanzamos por él cómodamente. Hay un momento que se une al barranco de La Granadella y será por este por el que terminaremos avanzando, igualmente por su cauce o lecho empedrado.
- Pasamos por debajo de la carretera (la que nos llevó en coche al inicio de la ruta) a través de un primer puente subterráneo que nos hará cambiar al lado izquierdo de la carretera, curioso el detalle, pero es que seguimos en el cauce del barranco.
- Es pasar este primer túnel y cambiamos el inicial cauce amplio y empedrado con escasa vegetación por un recorrido también por barranco pero invadido por una espesura de vegetación y arboleda bastante gratificante a los sentidos, un nuevo tramo muy agradable de recorrer y bastante admirable. La carretera la tendremos por encima de nuestra cabeza.
- En el avance pasaremos junto a una pequeña zona de recreo y pronto llegaremos a otro túnel que nos devolverá a la vertiente derecha de la carretera pero continuando con esa vegetación selvática y agradable ... aunque esta vez ya estamos llegando al final de la ruta.
- Y así, casi sin darnos cuenta por estar exaltados por un tramo tan gratificante por la vegetación, llegamos al final de la ruta. Volveremos a pasar por las mismas casas blancas del inicio de la pendiente del día y volveremos a la pequeña recta que nos llevará irremediablemente a nuestro coche.
- Hemos terminado la ruta y como epílogo a ella podemos hacer un visita pausada y tranquila por la cala de La Granadella.
- Su orilla está invadida por pequeños cantos rodados que en el vaivén eterno de las olas generan un característico ruido cautivador.
- Podemos también observar con detalle pequeñas grutas u oquedades en su lateral derecho o avanzar hasta un pequeño espigón en su lateral izquierdo que nos adentrará en el mar pisando tierra.
- Una pequeña cala en tamaño pero inmensa en belleza.
- La cala de La Granadella fue elegida la mejor playa de España de 2012 en el concurso que Antena 3 T.V. realizó desde su web. Felicidades !
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