- La costa alicantina tiene en ciertos puntos estratégicos edificaciones que en su pasado tuvieron su importancia, las torres de vigilancia costera. Se usaron para avisar a la población de los ataques de los piratas.
- La ruta es un modesto recorrido que nos permite visitar una de esas torres situadas en el Cap d'Or, un pequeño cabo en la costa norte de la provincia de Alicante que se encuentra junto a la población de Moraira.
- El inicio de ruta se sitúa en un pequeño aparcamiento de tierra junto a la playa del Portet de Moraira, es un parking muy "cotizado" por su cercania a la playa, pero encontraremos sitio de sobra si llegamos temprano.
- Salimos del aparcamiento andando, giramos a la derecha y frente a nosotros tenemos un inmenso promontorio costero en cuya parte superior ya podemos divisar la pequeña torre, objetivo a la vista.
- Andamos unos 60/70 metros y alcanzaremos la entrada a la playa, estamos a nivel del mar, 0 metros de altitud. Pero no llegamos a ella, en este caso cogemos una calle a la izquierda que asciende fuertemente y en cuyo inicio hay un cartel bastante explícito "Torre vigía Cap d'Or", vamos bien encaminados.
- Ascendemos por esta calle unos 200 metros, a nuestro alrededor casas individuales y bungalows. A mitad camino la pendiente se suaviza.
- En el primer cruce de caminos que encontremos giramos a la derecha.
- Aunque todo el recorrido está señalizado por el SL-V 51 en esta zona "urbana" hay que tener claro los desvíos.
- Tras unos 150 metros y una pequeña ondulación en el camino llegaremos a un cruce en forma de "T", a la calle "Puerto Andraitx", a la izquierda en esta ocasión.
- Volvemos a ascender con intensidad realizando una gran semicircunferencia y al terminarla otro cruce, otra calle, "Puerto de Alcudia", aquí giramos a la izquierda en un giro cerrado de 45 grados para realizar otro ascenso por una calle muy empinada.
- Esta ya es la última calle, el último desvío a tomar, porque al final de ella dejaremos la "civilización" para adentrarnos en campo.
- Al final de la recta, un leve giro a la izquierda y ahí ya encontraremos un cartel con direcciones del SL-V y un pequeño paso vallado que separa el monte de la calle.
- Cogemos un pequeño sendero por el que vamos ascendiendo con facilidad. Está muy bien marcado por el continuo trasiego de visitantes, cuando pasa por piedras hay que llevar precaución porque están pulimentadas (resbaladizas).
- Poco a poco vamos tomando altura, echando la vista atrás veremos ya el puerto de Moraira y las casas dispersas de su alrededor.
- Un pequeño zigzag y llegamos a un pequeño rellano, a la derecha la continuación, pero giramos a la izquierda para en pocos metros llegar a un pequeño pero gran mirador en donde las primeras vistas nos advierten de donde estamos, ya tenemos a nuestro lado altos acantilados y el mar. En pocos minutos hemos llegado ya a un punto muy interesante, unas vistas espectaculares.
- Y si miramos hacia arriba, a la parte alta del montículo ya tenemos la torre vigía más cercana.
- Proseguimos y ahora sí llegaremos a un cruce de caminos oficial marcado con un poste de direcciones, aquí tenemos 2 opciones, a la izquierda la "Cova de la Cendra", a la derecha la Torre.
- Primero la cueva y para ello hay que realizar un descenso escarpado y en ocasiones abrupto por una ladera muy vertical, una descenso casi a plomo aunque para nada peligroso o arriesgado.
- Encontraremos marcas verdiblancas del SL-V para confirmarnos que aunque el descenso está siendo vertiginoso, es por ahí.
- Tenemos la impresión de estar descendiendo por una especie de embudo por el que vamos engullidos, a nuestra izquierda una pared totalmente vertical, a la derecha un barranco repleto de vegetación y al frente la línea costera. Buenas sensaciones.
- El tramo es corto porque pronto encontraremos un pequeño vallado, en realidad unas barandillas de madera que nos encaucan en un tramo pedregoso, es la señal de que llegamos a llano aunque algo irregular y de que la cueva la tenemos a escasos metros.
- Tras las barandillas unas inmensas piedras a la izquierda y una gran bóveda con tonalidades negras, ascendemos por las piedras dando pequeños saltos hasta la entrada.
- Hay que tener en cuenta que la cueva ya está aquí mismo, el sendero por el que bajamos continua descendiendo más y más hasta llegar prácticamente al nivel del mar.
- [Me crucé con varios senderistas que no llegaron a encontrar la cueva, pasando de largo y continuando el descenso tras las barandillas. Puede tender a la desorientación creer que la cueva está más abajo al ver que el sendero sigue descendiendo, añadiendo que la cueva está sutilmente "escondida"].
- Llegamos a las paredes de los acantilados, a la entrada de la bóveda, ante nosotros una gran explanada de arena en descenso y al final de ella un gran vallado metálico, es la Cova de la Cendra.
- La visita es tan solo externa, un inmenso rejado impide adentrarse a la cueva, pero mejor así, estará preservada a las reprobables actuaciones incívicas.
- La cueva estaba siendo estudiada y en ese momento se encontraban arqueólogos en su interior. Mochilas, utensilios y demás material tras las vallas y ya en el interior de la cueva delataban su presencia, al igual que sonidos lejanos desde el interior de la cueva.
- En el pasado fue un lugar habitado. Un cartel en la entrada de la cueva nos ilustra con la información y detalles necesarios de su historia y dimensiones.
- El lugar es muy bonito, ante nosotros el mar Mediterráneo en un horizonte azul, a nuestras espaldas una inmensa pared perteneciente a los inmensos acantilados y el acceso a la cueva vertiginoso. Seguramente un enclave muy apreciado en el pasado.
- Pero la cueva no da para más, tras curiosear ante las vallas, leer el cartel, inspeccionar la zona someramente y de disfrutar de las vistas el siguiente objetivo es ascender de nuevo por el vertiginoso sendero al cruce principal.
- Existe la opción de seguir descendiendo por el sendero por el que llegamos para así alcanzar algún punto cercano al nivel del mar (como hacen quienes no encuentran la cueva), en esta ocasión descarté la opción, siguiente objetivo la Torre Vigía.
- Si el descenso fue abrupto, el ascenso igual, ante nosotros una verticalidad extrema que salvamos sin pausa pero también sin prisas oteando las mejores opciones que ofrece el sendero.
- En pocos minutos de nuevo llano y el poste del SL-V.
- El sendero a la torre circunvala el promontorio por su parte más costera, realizando un bonito rodeo y ofreciendo unas magníficas vistas al mar y a los acantilados que nos rodean y que pertenecen al Cap d'Or, magníficos contrastes el de la tierra rojiza con el mar azul y el verde de la vegetación.
- Más al norte podemos apreciar más acantilados cercanos ya al Cabo de la Nao, a la zona de la Cala Granadella.
- Tenemos a nuestra derecha la torre pero en un punto elevado, sobre una faja rocosa. Seguimos por el sendero hasta que finalmente llegamos a una explanada en donde ya podemos apreciar la cara sur del Cap d'Or en cuyo horizonte tenemos el Peñón de Ifach, Oltá y la inmensa cresta de la sierra de Bernia y de nuevo el puerto de Moraira.
- Aquí ya tan solo nos quedan pocos metros en leve ascenso hasta la torre.
- Un cartel informativo nos dará detalles de su fecha de creación, uso, dimensiones y demás detalles históricos. Junto a él se encuentra también un vértice geodésico que empequeñece ante tanta altura de la torre.
- La Torre vigía del Cap d'Or se encuentra a 165 m sobre el nivel del mar, en un cabo puntiagudo que nos permite tener en 360 grados unas magníficas vistas. Uno de esos lugares que saturan nuestro horizonte, en donde no podemos dejar de mirar a nuestro alrededor para poder admirarlo todo, escasos 165 m pero muy especiales.
- Al sur un recorrido visual a unas interesantes elevaciones emblemáticas como son el Peñón de Ifach, la sierra de Oltá y la de Bernia. Desde aquí se aprecia la alineación de las 3. Más a la derecha de Bernia sobresale tímidamente la parte alta de Aixortà.
- Y el pico del Puig Campana tampoco quiere faltar.
- Hacia el norte destaca el Montgó elevándose por encima de la sierra de Seldetes pero destaca sin dudarlo los verticales acantilados enrojecidos por el sol de la línea costera que se dirige hacia el Cabo de la Nao.
- En esa dirección es donde los chalets, bungalows y demás creaciones urbanísticas invaden laderas lejanas y enturbian nuestro campo de visión.
- Cerca del vértice parte un sendero por el que podemos hacer un pequeño rodeo circular por la zona para así inspeccionarla y tener unas mejores vistas.
- En ese recorrido circular descubriremos un aljibe o pozo abandonado, se encuentra a unos 100 m de la torre, dirección sur.
- Tras disfrutar de las vistas y del lugar el regreso a Moraira es por el mismo camino de ida con el aliciente de poder contemplar desde otra perspectiva los acantilados del lugar.
- Un corto pero agradabe recorrido costero que si se realiza en época estival permite como epílogo de ruta una visita e incluso baño en la coqueta playa del Portet de Moraira.
- -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------