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De nuevo me acerco a la reina de Alicante, Aitana, para recorrer esta vez su cara norte y descubrir varias de sus fuentes ubicadas por esta zona y aprovechando el momento visitar el imponente Castell de Confrides, aunque su denominación exacta es la de Castell de Alfofra.
Si se quiere aprovechar que las fuentes se encuentren en “pleno rendimiento" ni que decir que es más sugerente realizar la ruta después de haber tenido unos días de copiosa lluvia en la provincia para obtener unas imágenes más fluviales y vistosas.
Comenzamos la ruta en el área recreativa de la Font de Partegat o Partagas, lugar al que se llega desde Benifato, en el Valle de Guadalest. Al llegar al pueblo tomamos las indicaciones y ascendemos por una sinuosa y por tramos vertical pista asfaltada.
El lugar está perfectamente acondicionado para pasar un buen día en la naturaleza, una fuente con caños generosos, mesas y bancos circulares en roca y con un parking de grandes dimensiones.
Pero dejamos la visita al área para el final, iniciamos la marcha y la hacemos tomando el camino asfaltado que nos ha llevado hasta aquí desde Benifato, comenzamos descendiendo.
Los primeros pasos son los que hicimos con el coche para subir hasta el área. En el horizonte tenemos la sierra d'Aixortà y la Penya del Castellet y a nuestro alrededor campos de cultivo.
Pero lo que más llama la atención es el enorme peñón que tenemos junto a nosotros, a nuestra izquierda, el Peñón de Partagás que nos va a acompañar en el descenso con un aspecto majestuoso y desafiante y como referencia de dirección a seguir porque lo vamos a bordear.
Este peñón tiene forma de peineta rocosa gigante, de anfiteatro natural de enormes dimensiones, con 2 picos en paralelo creando una linea curvada en el frontal. Un capricho geológico.
Igualmente en este tramo ya tendremos en la distancia el Castell de Confrides como un enorme peñón aislado a nuestra izquierda.
El asfalto y descenso es de aproximadamente 1,5 km y tras esa distancia llegaremos al primer y principal cruce que nos encontraremos, y será el que debemos tomar.
Este inicio por asfalto se puede evitar cogiendo un pequeño sendero que desciende de manera más directa, el día que realicé la ruta estaba en construcción, posteriormente he comprobado que ya está habilitado ... merece la pena el sendero.
El desvío que debemos tomar es un giro cerrado a la izquierda con el detalle de seguir siendo asfalto u hormigón.
Por aquí ya comenzamos a llanear o al menos a descender más suavemente, seguimos teniendo campos de cultivo.
Tras el cambio de asfalto continuamos por el nuevo camino unos 500 metros llegando a una curva cerrada en forma de “U” a la derecha.
Justo en plena curva hay un camino de tierra en cuyo inicio hay una cadena impidiendo el paso de vehículos, tomamos este camino.
Al tomar este camino vamos a realizar un pequeño tramo de ida y vuelta (volveremos posteriormente a la curva) para visitar un par de fuentes, la Font dels Xorrets y la Font de la Favara.
Son 2 fuentes que se encuentran muy cerca entre ellas pero en distintas circunstancias.
Para llegar a la Font dels Xorrets tan solo hay que atravesar la cadena y continuar por el camino principal unos 250 metros en ascenso y con curva final. La Font es una pared de unos 8-9 metros de altura por donde emana el agua creando una caída de continua agua en su parte baja.
Junto a la pared hay una caseta con puerta.
Un lugar muy agradable en donde podemos hacer provisión de agua.
Desde aquí tenemos una perfecta panorámica al Castell de Confrides.
Dejamos la Font dels Xorrets y volvemos sobre nuestros pasos y en la curva tomamos un pequeño sendero empedrado en busca de la Font de la Favara.
Si la dels Xorrets fue un camino fácil y diáfano, la Font de la Favara es un intrincado y enrevesado trayecto en el que debemos tener paciencia y buena orientación.
La font se encuentra recóndita en el interior de un barranco y el acceso no es para nada fácil, aunque tampoco complicado.
Quizás lo más desconcertante sean los primeros pasos nada más tomar el sendero en la curva.
Avanzamos un poco por este minúsculo “sendero” y a nuestro alrededor el sendero se difumina ... ¿y ahora? Hay que tener tendencia hacia la izquierda y ascender levemente unos pocos metros por un “sendero” totalmente empedrado, en el inicio realicé un pequeño hito de piedra para futuros senderistas porque la verdad se encontraba muy “asilvestrado” y no es muy llamativo al menos en el inicio.
Una vez entramos a él y ascendemos un poco, el sendero se marca levemente y ya es más difícil perderlo.
Tras la parte en leve ascenso y pedregoso comenzamos a llanear y nos adentramos en una generosa pinada y a la vez notamos que nos metemos en un barranco, por su margen izquierdo, a nuestra derecha el barranco.
Salimos de la pinada y ante nosotros el barranco al completo con inmensas laderas a ambos lados, siendo la de la izquierda un torrente ilimitado de rocas y piedras, avanzaremos por ahí.
Metidos de lleno en el barranco será inevitable preguntarse ¿pero es por aquí? ¿voy bien? Porque el entorno es muy agreste, pero si estamos de lleno metidos en un barranco no iba a ser menos.
Nos adentramos poco a poco sigilosamente en el barranco y habrá un punto en el que pasaremos un tramo con apariencia de estar pulido por la acción del agua, especie de toboganes naturales, parece que vamos bien encaminados.
En este tramo tendremos que usar las manos para ascender unos pequeños escalones naturales pero sin mayores problemas.
Y finalmente la Font de la Favara aparece casi de súbito mimetizada con las paredes del barranco.
La font es un inmenso agujero en una pared rocosa y lo más curioso de todo es la forma de dicha apertura, muy vertical, más de 1 metro de alto,pero muy estrecho y más en la parte baja, en la parte alta se redondea, como la forma de una gota de agua invertida.
No tuve la suerte de poder verla a pleno rendimiento, tan solo un goteo continuo en su parte baja delataba el fluir del agua desde el interior.
El lugar es muy recóndito, a nuestro alrededor las paredes del barranco nos acechan y no tenemos un horizonte en la distancia. Encontrar la font fue una satisfacción muy agradable (confieso que en los inicios del sendero pedregoso estuve apunto de rendirme y avanzando por el interior del barranco no las tenía todas conmigo).
Tras disfrutar del lugar y del entorno húmedo tan solo queda regresar de nuevo por nuestro pasos atravesando a la inversa el interior del barranco, pasar la pinada y el sendero pedregoso y alcanzar de nuevo el camino principal de la Font dels Xorrets.
Llama la atención que una fuente tenga un acceso tan fácil y la otra sea una pequeña aventura.
Volvemos a la curva de la carretera asfaltada con el desvío de la cadena, continuamos.
El camino es cómodo, ancho, asfaltado, llano ... y así será durante unos 500 metros al llegar a una curva asfaltada en forma de herradura, continuamos por la izquierda ascendiendo levemente.
Otro tramo de asfalto alrededor de 300 metros, durante este tramo pasaremos pegados (pero a distinto nivel) de una casa de campo.
Estos 300 metros son prácticamente en línea recta pero en su parte final hace curva a la izquierda, aquí aparecerá un camino de tierra ancho, lo tomamos dejando definitivamente el asfalto por hoy.
Cuando tomemos este camino tendremos el Castell de Confrides en línea recta al frente.
A partir de aquí el siguiente objetivo ya es alcanzar el derruido castillo situado en la parte alta de un solitario peñasco.
El trayecto hasta el castillo es un continuo “culebreo” por caminos de tierra, realizando inmensas “eses” en el avance.
En las 2 primeras grandes curvas no encontraremos desvíos ni cruces significativos, quizás uno en la segunda pero fácil de seguir el camino porque la variante se adentra en campos de cultivo.
En la tercera curva encontraremos un pequeño cruce de caminos, 3 en concreto, debemos escoger justo el del medio, teniendo la ayuda de un hito de piedras al principio del camino correcto.
Los demás se dirigen a campos de cultivo o casas.
Este quizás era el cruce más significativo y a tener en cuenta, al tomar este camino ya nos lleva en dirección correcta y sin desvíos al castillo.
En una curva cerrada un desvío cortado con postes metálicos oxidados y cadena no nos hace dudar de la dirección correcta, lo descartamos.
Pero aunque ya no haya pérdida, el camino sigue con su continuo “culebreo” de curvas y zigzags para ir ganando altura lenta pero continuamente. No es un ascenso muy agresivo.
A mitad camino aparecen pequeñas pinadas que se agradecen, ofreciendo algo de sombra y amenizando el recorrido.
Al ganar altura nos acercamos poco a poco a los peñones que nos rodean, a nuestra izquierda grandes moles rocosas emergen dándonos la bienvenida a Aitana porque hasta aquí la ruta estaba siendo por caminos alejados de la sierra.
El Castell de Confrides se define y ya podemos empezar a apreciarle restos en su parte alta y a especular por donde subiremos.
Llegando ya a las verticales laderas del peñón aparecerá una pequeña cueva o abrigo construida artificialmente.
Ya hemos llegado a la base del castell. A la derecha el castillo, a la izquierda inmensos peñones verticales de gran belleza visual ya pertenecientes a Aitana, son de gran altura y verticalidad extrema.
Comprendemos aquí que debemos llegar a un collado entre ambas partes.
Seguimos ascendiendo, realizando continuas curvas y zigzags y en la parte ya alta aparecen campos de cultivo que desconciertan un poco pero que servirán como señal de que alcanzamos ya el collado.
Llegando al collado las vistas al Valle de Guadalest son inmensas, pudiendo llegar a ver parte del embalse y la sierra de Aixortà al completo, más al fondo Bernia.
En el collado llegamos a llano, hasta aquí ha sido un ascenso intenso pero llevadero gracias a los continuos zigzags del camino. Aquí se encuentra un enorme hito de rocas.
Antes de visitar al castillo ya apreciamos la continuación de la ruta por una ladera completamente empedrada, la continuación tras el castillo.
El ascenso y visita del Castell de Confrides hay que realizarlo por la parte posterior, la parte que no veíamos durante el ascenso en zigzag.
El sendero no es muy cómodo pero al menos se encuentra definido. A nuestro alrededor mucha vegetación y con verticalidad pronunciada en perpendicular.
Hay que recorrer aproximadamente unos 70-80 metros, a nuestra derecha inmensos peñones inaccesibles del castillo, a nuestra izquierda una soberbia panorámica de toda la Serrella.
Poco a poco el castillo se perfila y le apreciamos grandes paredes de rocas. Por esta parte se encuentran las paredes de la muralla en muy buenas condiciones apreciándole 2 torreones muy bien definidos, uno cuadrado y el otro circular.
Así llegamos a un pequeño arco que todavía sigue milagrosamente en pie y perteneciente al castillo, será la señal del giro a la derecha e inicio definitivo del ascenso y entrada a las ruinas en un corto pero intenso repecho.
Llegamos al Castell de Confrides y la primera sorpresa es encontrarnos con una gran explanada que nos permite deambular con bastante comodidad por esta parte alta.
Las vistas son inmejorables, hacia el este toda Aixortà y el Valle de Guadalest muy bien definido cerrándolo en esa dirección Bernia.
Al norte la Serrella se define al completo desde la cima de la Serrella pasando por Plà de la Casa, Malla del Llop y el Castellet como esa gran espina dorsal que es.
Hacia el suroeste inmensos peñones y abruptos barrancos de Aitana.
Un lugar muy estratégico y de ahí su ubicación en este perfecto otero-peñón que se funde con el castillo.
Junto a la explanada se encuentra el torreón circular y parte de la muralla con pequeños ventanucos.
El lugar invita a un merecido descanso y a disfrutar de tan magníficas vistas en todas direcciones.
Dejamos el castillo para continuar la ruta. El descenso y la progresión por la parte posterior del castillo hay que realizarlo con precaución.
Llegamos de nuevo al collado con el hito y continuamos por un sendero muy bien definido que ya observamos durante la estancia en el castillo. Descartamos uno pequeño en descenso
El sendero atraviesa un enorme pedregal de rocas sueltas y un pequeño tramo de pinos agrupados, pero todo en llano, sin ningún desnivel apreciable.
Así llegamos a una pista forestal, justo en una curva en forma de herradura, aquí tomamos el tramo izquierdo que levemente asciende. En el encuentro del sendero con la pista forestal hay un pequeño hito de piedras que se agradecerá más en el sentido contrario.
Tomamos el camino de tierra, ahora vamos a ascender continuamente unos pocos metros encajonados por unas pequeñas laderas de piedras a ambos lados creando un pequeño efecto embudo.
Si tenemos curiosidad y miramos entre estas piedras encontraremos infinidad de pequeños fósiles.
Cuando el camino se vuelve llano llegamos a una especie de collado pues el camino empieza a descender pero ya no podemos seguir, el camino se encuentra cortado por un valla, es la entrada a una casa particular ¿entonces? la continuación la encontraremos en un pequeño desvío a la izquierda a un sendero unos 30 metros antes de la valla.
Cambiamos la pista forestal por un pequeño y diminuto sendero muy marcado y evidente y que nos permitirá “sortear” la propiedad privada por un lateral.
De hecho junto al sendero hay una valla metálica que nos “encauza” continuamente para no salirnos.
A nuestra derecha tendremos toda la propiedad privada, un inmenso campo, una pequeña hondonada, un altiplano con varios campos de cultivo y una casa de campo. Aunque tras unos pocos metros dejaremos todo atrás.
Al frente aparecen bancales escalonados aprovechando así el terreno del barranco que estamos terminando de atravesar.
La estampa es agradable y uno piensa en la labores del pasado que debieron realizarse aquí, tan aislados.
Tras los bancales aparece una pinada de mediana altura que atravesaremos usando todavía el sendero.
Salimos finalmente del pequeño barranco pero las rocas a modo de murete para los bancales continúan, el espacio se amplia, casi avanzamos por una gran llanura a nuestro alrededor.
Pero los bancales están abandonados, se aprecian las formas y las antiguas parcelas pero débilmente.
Poco a poco el sendero gira hacia la derecha realizando una gran curva, el giro es muy sutil y al hacerlo nos adentramos de nuevo en otra pinada interesante.
Pero no por ello el sendero se pierde, seguimos por él sin ningún problema al estar muy definido.
Por la pinada avanzamos unos 300 metros hasta que aparece un cruce en forma de “Y” ¿izquierda o derecha? Da igual pues 60-70 metros después convergen.
En esa unión posterior el sendero termina para “fundirse” con un camino de “doble raíl” de los que tienen hierba en el centro.
A partir de aquí ya nos dirigimos directamente hacia Aitana y en dirección hacia su falda norte, dirección a las antenas de la sierra.
Este tramo es muy agradable de recorrer porque avanzaremos cobijados por generosas pinadas en nuestro avance, añadiendo un camino cómodo y muy fácil de seguir al no tener desvíos o cruces.
A excepción de uno intermedio al que llegaremos y con forma de “Y”. Es el cruce más notorio e importante, elegimos el camino izquierdo, el que asciende.
Aquí cambiamos el camino por una amplia pista forestal.
A partir de aquí la pinada sufre un cambio de fisonomía, si desde el inicio del “doble raíl” las pinadas eran anárquicas en su distribución a partir de este cruce en forma de “Y” los pinos se encuentran perfectamente alineados debido a una evidente reforestación en el pasado.
Al ser de gran altura la pinada la reforestación debió ser hace ya muchas décadas, un acierto total aunque la simetría tan perfecta llama bastante la atención, permitiendo adentrar nuestra mirada al interior del bosque con bastante distancia.
Todo esto hace que el paseo sea un auténtico baño de naturaleza, estamos en la sierra de Aitana, alrededor de los 1300 m de altitud y en esa ladera donde en invierno nevará copiosamente.
Desde el cruce “Y” comenzamos a ascender progresivamente, un ascenso continuo sin grandes rampas aunque sin treguas.
Es el tramo en el que haremos un enorme zigzag a la ladera para poder sortear su declive.
Por suerte es el tramo de mayor vegetación de la ruta, las pinadas nos rodean por todas partes y el tramo es muy agradable de realizar.
Por encima de las copas de los pinos podremos observar las antenas y la gran antena esférica de Aitana, serán nuestras balizas visuales para deducir cuanto nos queda por seguir ascendiendo, aunque obviamente no llegaremos a ellas.
El ángulo del enorme zigzag también ayudará en presumir la recta final de la subida.
Finalmente contactamos con otra pista forestal y en esta unión finalizamos el ascenso, llegamos a llano, giramos a la izquierda.
Alcanzamos un camino ya conocido por mí y por el que transité el día que realicé la ruta a Aitana desde el Puerto de Tudons (Ruta #111) a la vez enlazamos con el PR-V 21 que desde aquí ya nos guiará hasta el regreso al coche.
Continuamos por este camino y 120 m después llegamos a un cruce, de nuevo en forma de “Y”, a la derecha en pocos metros podemos realizar la visita a un nevero en buen estado rodeado de grandes pinadas. La visita la descarté por haberlo visitado ya en la anterior ruta.
Por la izquierda, en unos 350, metros llegaremos a la siguiente fuente, la Font de la Foradada.
A mitad camino salimos de la espesura de los pinos volviendo a terreno abierto, al monte bajo y matorral y así ya será hasta el final de la ruta.
Fue todo un placer recorrer estas pinadas de la cara norte de Aitana.
La Font de la Forata es una alargada cañería escalonada que tiene varios saltos de agua (hasta 6) y que provocan un continuo tintineo acuático.
Por suerte la encontré rebosante, con un caudal de agua bastante generoso.
Es también el clásico punto de partida de subida hacia Aitana pasando por el Pas de la Rabosa.
El entorno de la font invita a un nuevo descanso, se encuentra en un gran rellano con césped teniendo toda la Serrella en el horizonte y la parte alta de Aitana con las antenas y bola esférica junto a nosotros.
Cerca de la font también hay un nevero, aunque solo encontraremos las paredes bajas del interior.
El mayor esfuerzo físico llegado a este punto ya está realizado. Desde la Font de la Forata y hasta el regreso al área recreativa de Font de Partegat es todo en continuo descenso o llaneando.
Dejamos la font y continuamos las indicaciones del PR-V 21 tomando la dirección hacia “Benifato” a 5,9 kms.
Primeramente pasamos por un doble camino que se separan para volver a convergen pocos metros más adelante.
Poco después aparece un cruce, aquí debemos seguir por el camino de la izquierda que desciende, el de la derecha asciende en pronunciado.
Y 150 metros después otro cruce, aquí continuamos de frente descartando el desvío a la izquierda.
No debe haber problemas pues los cruces están señalizados con el PR-V 21.
La panorámica a partir de aquí cambia radicalmente. En el horizonte, a la izquierda veremos una casa por la que nunca pasaremos pero que se observa en la distancia, es el Corral de Bernal.
Y al frente tendremos la ladera norte de Aitana con grandes e inmensas moles de rocas que se han ido desprendiendo a lo largo del tiempo, al principio en la distancia pero poco a poco nos acercamos a ellas.
Así llegaremos a la Font de la Noguera, un lugar “privado” pues lo advierte un cartel pero nos conceden la oportunidad de disfrutar del bonito entorno con tan solo una fácil condición, cuidarlo.
La font es un generoso chorro de agua que cae sobre un pequeña pila para posteriormente pasar a un pequeño estanque, todo a base de rocas y piedras.
El lugar es un coqueto y amable rincón con un gran árbol en el centro, cumplimos con nuestra parte y proseguimos dejando el lugar como lo encontramos.
A partir de la Font de la Noguera el camino ancho por el que avanzamos desaparece para convertirse en un pequeño sendero empezando a descender notoriamente.
Las fuertes lluvias recientes dejaron algunos tramos de esta zona totalmente erosionados dándole al sendero unas condiciones lastimosas, por momentos no existía o se difuminaba ante la fuerte erosión sufrida por las lluvias, incluso algún tramo estaba todavía húmedo.
Pero seguramente el paso del tiempo volverá a dejar todo igual.
El siguiente objetivo ya empieza a mostrarse al frente a la izquierda y es el Penyó Rapel, un aislado y puntiagudo peñón acabado en un caprichoso “cuerno” que sirve como espectacular mirador.
Seguimos por el sendero y llegamos a un pequeño collado en el que escogemos un pequeño sendero en ascenso para subir directo al peñón en un pequeño trayecto de ida y vuelta.
El sendero es bastante evidente y está muy marcado, obviamente es en ascenso pero no muy empinado y en unos 200 metros alcanzaremos el mirador del peñón.
Una vez en él hay que guardar las más estrictas medidas de seguridad, estamos en un escabroso mirador e incluso aconsejaría en días de viento no subir a él
El peñón hace un pequeño efecto “balcón” no permitiendo ver la parte inferior vertical, un lugar altamente vertiginoso no apto a aprensivos de las alturas pues por momentos aparentamos estar en el aire.
Si controlamos el vértigo el lugar en un magnífico mirador a nuestro alrededor.
Hacia Aitana toda la ladera norte, inmensa y descomunal, con tramos muy verticales, de gran altura y de rocas que caen con el paso del tiempo. Barrancos y laderas inmensas que le dan notoriedad y belleza a Aitana. Por supuesto las antenas y la gran esfera se pueden ver.
Al norte toda la Serrella que en línea recta llega hasta Bernia y a la costa ... hasta el peñón de Ifach se puede ver!
Mirando hacia abajo veremos la Font de Partegat, donde está nuestro coche, deduciendo los pasos que haremos hasta ahí al bajar del peñón.
Pero el lugar es excesivamente vertiginoso y el tiempo que podremos estar en el balcón no debe ser mucho para no perderle el respeto a las alturas y empezar a coger excesiva confianza a estar en un sitio muy enriscado.
Descendemos el peñón, volvemos al mini collado y continuamos por el marcado sendero.
El siguiente tramo es bastante “lunar”, grandes piedras caídas de las laderas de Aitana crean un aspecto grisáceo al camino y durante este trayecto las mejores vistas las tendremos hacia el Penyó de Rapel donde terminamos de estar minutos antes.
Podremos observar en la distancia el estilizado peñón con el pequeño balcón natural donde estuvimos.
Tras pasar la zona de piedras caídas el sendero se define con naturalidad, supuestamente por este tramo debiera haberme cruzado con la Font Vella pero no encontré nada destacable, quizás su tamaño sea muy reducido y me lo pasé absorto mirando el Penyó de Rapel.
Cuando alcanzamos unos campos de cultivo cambiamos el sendero por un camino de tierra, a partir de aquí ya nos alejamos de la ladera de Aitana y nos dirigimos en leve y continuo descenso hacia la Font de Partegat.
Pasaremos por un par de cruces en el trayecto pero será fácil discernir la dirección correcta para llegar finalmente al bonito y cuidado entorno de la Font de Partegat.
Ya en el paraje podemos visitar los alrededores descubriendo que el sitio es magnífico al encontrarnos con unos bonitos bancos y mesas de piedra circulares para un buen picnic bajo árboles de gran altura y con unos generosos caños de agua posteriormente canalizada,
Un bonito lugar que merece la pena visitar y que sirve como digno colofón a una gran ruta por la ladera norte de la Sierra de Aitana.
Han sido 16 kms pero muy llevaderos por un entorno en general muy agradable e intercambiando continuamente el trayecto con asfalto, pistas, caminos y senderos.

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0	Inicio ruta	00:00
1	Desvío a la izquierda	00:25
2	Cruce a fonts	00:35
3	Font dels Xorrets	00:45	00:55
4	Font de la Favara	01:15	01:25
5	Castell de Confrides	03:00	03:15
6	Cruce a la izquierda	04:30
7	Font de la Forata	05:10	05:40
8	Font de la Noguera	06:05	06:10
9	Penyó Rapel	06:35	06:40
0	Font de Partegat	07:05
	Fin ruta

FECHA	Abril - 2016
NIVEL DE RUTA	Alto
TIPO DE RUTA	Circular, excepto fonts y castell
ALTITUD CIMA	1103 m *
TIPO CIMA	Pico
KMS RECORRIDOS	16
PR-V/s USADO/s	20 Parcialmente
PR-V/s USADO/s	21 Parcialmente