- El Maigmó es la más prominente de las sierras que rodean la ciudad de Alicante, esto hace que su visión sea constante desde cualquier parte alta de la ciudad.
- Desde los destacables 1296 m de altitud que tiene su cima y mirando hacia el sur, se obtienen unas vistas interminables a toda la comarca de l'Alacantí y al mar Mediterráneo.
- Su ladera y vertiente norte, hacia la Hoya de Castalla, está afortunadamente invadida por una amplia alfombra verde que forma la visión de las copas de su pinada. Por suerte un tramo de la ruta pasa por esa zona, al igual que por un nevero, una cueva ... puntos de paso interesantes y que completan aún más la ruta.
- El inicio se sitúa en Xorret de Catí, en el parking de tierra del hotel. Un lugar corriente para iniciar las distintas rutas que se pueden realizar por la zona.
- Pasamos junto al hotel y buscamos un poste multi-direccional al final del asfalto. En él encontraremos hasta 6 PR-V distintos, curiosamente 5 indican hacia la derecha (el 29/30/33/34/143) y solo 1 indica hacia la izquierda, el 31 ... pues ese es el nuestro.
- Giramos a la izquierda y nos enganchamos al PR-V 31 y sus señales serán las que nos guiarán en este primer tramo por la falda sur del Maigmó hasta el mismo Alt de Guixop.
- Veremos dos caminos paralelos, uno asfaltado (por donde regresaremos al final de la ruta) y otro de tierra a su derecha que desciende a una pequeña zona de esparcimiento, vamos por ahí.
- Esta zona la rodearemos sin entrar a ella y pronto encaramos un camino de tierra que nos lleva a los aledaños de la Casa del Carrascalet. Por medio, grandes campos de cultivo que atravesaremos.
- Pero no se llega a la misma casa pues un cartel, a pocos metros previos, nos avisa de un pequeño giro a la derecha para tomar un camino de tierra, a partir de aquí empezamos ya a ascender.
- En estos primero metros muy buenas vistas a 2 grandes emblemas de la provincia de Alicante, la cresta del Fraile y el Cid. Hay un momento que el Sol matutino toca solo la parte superior de la cresta del Fraile creándole un color rojizo a sus peñones, visualmente muy interesante.
- El ascenso es muy progresivo y gradual, bastante llevadero con alguna tregua a mitad camino. Es bastante amplio y muy bien señalizado en cruces con pequeñas sendas de la zona. Aunque algo erosionado, mucha piedra suelta, pero sin ningún problema.
- El recorrido hace una pequeña U para seguir avanzando y ascendiendo.
- A nuestro alrededor mucha arboleda, es un recorrido que se hace muy agradable por la gran cantidad de árboles y monte bajo que bordea el camino.
- Cuando nos acercamos a un barranco, que aparece a nuestra izquierda, el camino hace un cambio radical pues gradualmente se convierte en una pequeña senda para poder atravesar un pequeño bosquete que nos cobijará un buen tramo.
- Al salir del bosquete hallaremos un camino igual de ancho y empedrado que el de antes, proseguimos.
- Pronto encontraremos un desvío marcado por unas señales blancas y amarillas hacia la derecha (si continuásemos por la izquierda llegaríamos al camino principal del cordal de la cresta) aquí cambiamos el camino por un sendero estrecho pero cómodo, es el último repecho antes de llegar al cordal, un sendero que avanza en paralelo al camino principal.
- Finalmente llegamos a la parte alta, ante nosotros el horizonte norte y el sol (todo el ascenso se ha hecho en umbría). Estamos en un pequeño punto elevado y por debajo de nosotros el camino principal que recorre la sierra del Maigmó. Después de elucubrar comprendemos donde estamos, un pequeño camino que sólo sirve para llegar a Alt de Guixop.
- Avanzamos hacia la derecha y encontraremos un respetable repecho totalmente empedrado y tras superarlo llegaremos a una explanada amplia con un cartel indicando a derecha Alt de Guixop y a izquierda la cueva de Mosén Francés (aunque queda algo lejana por aquí).
- Desde la explanada las vistas son espectaculares, al frente la sierra del Cid y la Silla pero vista por su parte posterior, hacia el norte los peñones de la cresta del Fraile perfectamente alineados terminando en el Despenyador, al este el Migjorn destaca por su cercanía ... y hacia el sur, el objetivo del día, el Maigmó pero asomando solo la parte más alta, el resto todavía no se deja mostrar. Unas vistas que nos acompañarán buena parte del recorrido por el cordal del Maigmó.
- Podemos si queremos avanzar hasta el Alt de Guixop, que está a pocos metros, pero todo está invadido por el monte bajo.
- Descendemos por una inclinación también bastante importante (no por donde subimos) ya dirección hacia el Maigmó. Al llegar a llano contactamos con el camino principal que atraviesa la sierra del Maigmó por su parte superior.
- Vamos en dirección al Alt de les Xemeneies (se acabaron las señales PR-V), lugar donde encontraremos una caseta y una pequeña zona de antenas, al igual que una microreserva de flora. Las vistas desde aquí son muy parecidas al Alt de Guixop pero podemos ver algo mejor el Maigmó, ahora solo tapado por el Maigmonet.
- A tener en cuenta que volveremos a pasar por aquí tras hacer la pequeña circular del ascenso al Maigmó.
- Seguimos avanzando dirección sur, dejamos atrás el Alt de les Xemeneies con un descenso pronunciado y algo abrupto y tras ese descenso llegamos a llano y podremos avanzar por la pequeña cresta formada en esta parte de la sierra, muy cómoda de seguir y con tramos de buena arboleda.
- A mitad camino (entre la arboleda) hay un pequeño desvío hacia la izquierda a descartar, seguimos recto y saliendo de la arboleda aparecerá al frente un repecho significativo a sortear, el Maigmonet. El último montículo que nos impedía ver el Maigmó al completo, con esa idea vamos ascendiendo pues por fin vamos a poder ver el Maigmó en toda su envergadura.
- Y así es, llegamos a la parte alta del Maigmonet y desde ahí ya podemos ver la cara norte del Maigmó, la más desconocida para la inmensa mayoría. Una imponente y espectacular vertical ante nosotros, desafiante y orgullosa de su altura. Ante la soberbia imagen solo cabe mostrar asombro y admiración.
- Mejor no empezar a especular por donde se ascenderá hasta la cima porque de hacerlo podemos echarnos atrás, más vale tirar hacia adelante y avanzar sin mirar arriba.
- Para pasar el Maigmonet hay que hacerlo por su parte izquierda, descendemos un poquito para ello pues llegamos a un mirador con una vertical insalvable para avanzar.
- El siguiente objetivo es llegar a la base del Maigmó, a sus faldas, y para ello debemos realizar un tramo en descenso extremadamente vertical desde el Maigmonet, mucho ojito con este tramo porque la vertiente es excesivamente vertical y algo comprometida al estar el sendero compuesto por piedra sueltas y tener un descenso de ladera continuo a nuestra derecha. Los 5 sentidos a cada paso.
- Es paradójico que para llegar al inicio del ascenso del Maigmó haya que hacer antes un descenso tan peliagudo.
- Realizamos el descenso convenientemente y llegamos a una serpenteante pista de tierra blanca y ancha que ya divisábamos durante el descenso, una pista con "eses" muy cerradas.
- De nuevo llano y se agradece aunque no será por mucho tiempo. En la pista giramos a la izquierda hasta llegar a pocos metros a un cartel en deplorable estado de la Generalitat Valenciana y junto a él dos pequeñas piedras una encima de la otra señalizan el inicio de la aventura del ascenso al Maigmó por su carta norte. Curioso que un ascenso tan importante lo señale tan humilde señal.
- Entramos a una zona de arboleda y giramos a la derecha, por aquí las sendas no están muy bien definidas pero seguimos avanzando. Bordeamos una primera pared y encaramos un primer repecho tras el cual ya vemos definida una senda que se dirige hacia la base de las paredes verticales.
- Conforme vamos avanzando hacia las paredes del Maigmó sobrevienen las preguntas que evitamos anteriormente "¿Por donde se asciende? ¿De verdad se puede subir por ahí?" ... lo que si asciende es la adrenalina.
- En la parte final de la senda seguimos unas señales en forma de ">" rojas para bordear un peñón, seguimos hacia la izquierda y finalmente contactamos con la verticalidad del Maigmó
- Estamos en la base del Maigmó de su cara norte, gran giro de cuello para mirar hacia arriba y solo ver roca y más roca. A partir de aquí la definición de "senderismo" termina y empieza la de "escalada". Si llevamos bastón mejor guardarlo y empezar a usar las 4 extremidades con atenta coordinación.
- Hay un primer tramo con una gran verticalidad que debemos ascender entre rocas sueltas, a cada paso unas cuantas rodaran cuesta abajo dándonos pistas de lo que nos puede pasar si no estamos atentos. Aún así tramo relativamente fácil.
- Así llegamos a una zona con escalones ferrata. No hay más opciones, debemos subir por ahí si queremos seguir ascendiendo, nadie dijo que iba a ser fácil.
- Los escalones ayudan a ascender un tramo de roca con una inclinación muy vertical, fuera vértigo. Son unos 7/8 metros verticales que cuando se "suavizan" aparece otro anclaje de ayuda, esta vez cadenas.
- Extrema atención y precaución en este tramo pues estamos total y completamente expuestos a una caída de imprecisas repercusiones.
- Finalmente se alcanza un pequeño remanso llano en donde poner los pies en suelo firme y estabilizar sensaciones, y poder mirar hacia abajo y a nuestro alrededor y ser consciente de donde estamos, pero seguimos pegado a una pared. Contemplamos lo ascendido y nos damos cuenta que ya no hay vuelta atrás, descender sería bastante más peligroso, solo queda seguir ascendiendo.
- Al frente tenemos el descenso vertical del Maigmonet donde estuvimos minutos antes, la ladera que descendimos y que nos pareció tan peligrosa, ahora ya no tanto teniendo en cuenta donde estamos.
- La continuación normal es por el lado derecho atravesando una zona con vegetación espesa, en mi caso esa espesura me pareció intransitable (error! era/es por ahí!) y continué ascendiendo realizando una pequeña y corta trepada "a pelo" con una exposición al vacío igual o superior a la de los escalones. [Una decisión tomada por la adrenalina en cantidades industriales que corría en mi interior haciendo que el bombeo del corazón retumbara en mis oídos, en condiciones de sosiego no se hubiera tomado tal osadía]
- Con el último esfuerzo de trepada llegó a la cabeza la pregunta ... ¿y si llego a una zona escarpada y sin salida? ...
- Por suerte no fue así y a partir de ahí el Maigmó se mostró más "amable" durante el ascenso.
- Se llega a una zona más "transitable", una zona en la que las verticalidades extremas terminan, ya no volveremos a estar expuestos en ningún momento, se está en pendiente pero ya se puede deambular con más armonía y se pueden llegar a otear varias opciones de ascenso y elegir la más adecuada o la menos complicada.
- Un poco más arriba empieza la zona con las formaciones rocosas de gran tamaño, es el final del ascenso del Maigmó. Un atisbo de que el ascenso está terminando.
- Nos dirigimos hacia allí eligiendo las mejores opciones y al llegar a las rocas todo cambia. La roca es fija, estable y tan solo hay que seguir ascendiendo por la de menor inclinación, en ocasiones realizando pequeñas y sencillas trepadas o simplemente como ascendiendo en sentido contrario un tobogán. Hasta se nos puede hacer divertido, una manera de descargar la tensión vivida minutos antes.
- Un último esfuerzo y ... cima !!! De pronto aparece el horizonte sur con todo la comarca de l'Alacantí y el mar Mediterráneo ante nuestros ojos, nunca antes llegar a una cima fue tan satisfactorio, una compensación visual espectacular ante el esfuerzo realizado durante el ascenso.
- El descanso es obligado para estabilizar la adrenalina de una vez y las vistas que tenemos a nuestro alrededor ayudarán y mucho a ello pues tenemos un horizonte colosal en 360 grados.
- La cima del Maigmó son rocas planas que tienen la amplitud justa para andar por ellas y algunas con cierta inclinación hacia la vertiente, hay que estar dando pequeños saltos para deambular por esta parte alta y por tanto hay que ir con precaución.
- El vértice, como suele pasar con las cimas populares, está expoliado y deteriorado, pero desde ahí las vistas son sublimes a nuestro alrededor.
- Al suroeste toda la comarca de l'Alacantí, la ciudad de Alicante se muestra completa en el horizonte. Serra Grossa, el Benacantil con su castillo Santa Bárbara se definen claramente al hacer contraste con el mar, al igual que el arco que forma la bahía del cabo de Santa Pola. Las sierras de Fontcalent, Mediana y Águila se nos antojan diminutas colinas.
- Más a la derecha, al este, destaca poderosamente, por su cercanía, la sierra del Cid, desde aquí se ve la pequeña torsión que hace la sierra en medio entre las antenas y la Silla. Por detrás de ella innumerables sierras modestas del Baix y Mitjà Vinalopó salpican el horizonte.
- Al norte veremos en su longitud perpendicular toda la sierra del Maigmó y en concreto las 3 pequeñas cimas por las que pasamos para llegar hasta la cima (Alt de Guixop la más alta al final, Alt de les Xemeneies con la caseta y antenas y Maigmonet la más cercana) una detrás de la otra se pueden ver sin problemas. Y detrás de ellas una franja de roca blanca perteneciente a la cresta del Fraile y Despenyador.
- Y un poco a la derecha la Hoya de Castalla, una gran llanura en donde veremos bien definido el triangulo que forman las poblaciones de Castalla, Onil e Ibi. Y la ladera norte con la alfombra verde que forman las copas verdes de los numerosos pinos.
- Junto a Ibi el Menejador y siguiendo la línea a la derecha el Migjorn (si somos observadores el embalse de Tibi) Cabeçó d'Or y junto a él y ya en lontananza Aitana, Puig Campana, Ponoig y Sanxet y la parte alta de Bernia ... y de nuevo el mar.
- Un giro en 360 grados a las vistas que se obtienen desde el Maigmó en un día claro, sencillamente inmensas.
- Tras un merecido y completo descanso continuamos la marcha. Con pena (por lo que costó llegar hasta ahí) abandonamos la cima del Maigmó, pero a la vez con orgullo de lo realizado.
- Descendemos por el camino más habitual que se utiliza para llegar al Maigmó, la senda hasta el Balcón de Alicante.
- Un camino muy bien marcado por el continuo trasiego aunque también existen varios caminos alternativos (malditos atajos) que al final solo logran erosionar el terreno.
- En el inicio pasamos por grandes rocas que sorteamos con pequeños saltos y pronto encontraremos el camino. Por momentos algo vertical pero sin problemas.
- El Balcón de Alicante es una zona de recreo que, como su propio nombre indica, tiene un perfecto mirador hacia la ciudad de Alicante, unos bancos de madera dirigidos hacia la ciudad crean un magnífico balcón en donde disfrutar de unas vistas magníficas.
- Por la zona existen algunas mesas de madera que junto a una gran pinada crean un lugar magnífico para pasar el día. Un idílico y bello lugar.
- Estamos en el punto más al este de la ruta, quizás en la mitad de ella, y con lo más complicado ya superado iniciamos el regreso con ganas de disfrutar, de una forma más apacible, del resto de la ruta.
- Desde el Balcón de Alicante cogemos la carretera de asfalto que llega hasta ahí. Pasar de ascender escalando a andar por asfalto tan tranquilamente es un cambio muy radical que en ese momento se agradece. A partir de aquí enlazamos temporalmente con el PR-V 84.
- El camino aun siendo de asfalto es muy agradable de recorrer pues la carretera en sus laterales tiene una gran pinada y de muy buena altura. Estamos en pleno pulmón del Maigmó y entre los huecos de la arboleda obtendremos bonitos marcos hacia la Hoya de Castalla.
- Llegamos a un primer cruce, seguimos por la derecha. A la izquierda (camino de tierra) es dirección a la pista sinuosa que estaba en la base del Maigmó, al final del descenso del Maigmonet. Continuamos y a escasos 100 metros otro cruce parecido, en esta ocasión tomamos el camino de la izquierda, seguimos por asfalto.
- Tras este 2º cruce seguimos avanzando unos 500 metros hasta encontrar el cruce con el "Camino de la Menta", este desvío se encuentra a nuestra izquierda en un ángulo de 45 grados y está bien señalizado con un cartel de madera en letras rojas (antes hay otro camino parecido a descartar sin señalizar). A partir de aquí dejamos atrás el asfalto.
- Tomando este desvío alcanzaremos de nuevo la cresta del Maigmó y llegaremos de nuevo al Alt de Xemeneies, un tramo escarpado, con una verticalidad gradual, no muy importante pero siempre ascendente.
- Como señal de dirección, entre la pinada, se podrá ver como nuestro camino avanzará hasta alcanzar un depósito de agua para incendios forestales, hasta allí habrá que llegar.
- Continuamos entre arboleda, copas y copas verdes de pinos nos siguen cobijando a nuestro alrededor pero esta vez vamos ascendiendo, cogemos altura y muy rápidamente y esto nos permitirá ir obteniendo muy buenas vistas.
- Al llegar al depósito echando la vista atrás veremos el Maigmó algo lejano, ya lo dejamos muy atrás. En este punto volvemos a contactar con asfalto en una curva muy cerrada, una pequeña carretera que asciende hasta el Alt de Xemeneies. Y el último tramo antes de llegar al Alt zigzagueará considerablemente con unas pendientes muy pronunciadas, unas pendientes acentuadas que nos exigirán un esfuerzo físico continuado.
- De nuevo el Alt de Xemeneies, lugar por el que pasamos anteriormente. Podemos aprovechar la sombra de su caseta para descansar por el ascenso pronunciado en zigzag y retomar fuerzas. Interesante volver a mirar en dirección al Maigmó para admirar su lejana pared vertical e intentar creernos que por ahí pudimos ascender momentos antes.
- Nos dirigimos dirección a Alt de Guixop pero sin ascender a él por aquellos repechos pronunciados, pasamos por su base por el camino de tierra que cruza toda la sierra del Maigmó casi de punta a punta, este camino es bastante evidente y ancho y siguiendo por él no hay pérdida pues volvemos a entrar en el PR-V 31.
- Un recorrido bastante agradable por ser en llano (o en ocasiones hasta en descenso) e ir obteniendo unas magníficas vistas a nuestra derecha de la Hoya de Castalla. Continuamos dirección noreste.
- Hay un momento a tener en cuenta y es cuando el PR-V 31 hace un desvío a la izquierda y pasa a ser un camino más reducido y nosotros tenemos que continuar por la derecha renegando de la aspa "X" de dirección equivocada, aún así es por ahí, la continuación natural del camino. Aparte de este hay otros 2 pequeños desvíos a sendas por el camino también a descartar.
- Hasta que llegamos a un cruce bastante notable pues coincidimos en perpendicular con otro camino de tierra igual o más grande que viene de Casa Planises, en este cruce sí giramos a la izquierda y volvemos a contactar con el PR-V 85 que nos llevará hasta el nevero del Carrascalet.
- Hacemos una "L" en el camino y a escasos 250 metros llegamos a un desvío, el camino por el que circulamos continua recto en llano, nosotros cogemos el camino a la izquierda que asciende.
- Un tramo de camino escabroso pues está muy erosionado y con mucha piedra suelta, añadiendo que es un repecho pronunciado, pero al menos nos adentramos en la arboleda y seguimos cobijados.
- Tras unos 450 m ascendiendo lastimosamente llegamos al cruce del nevero, en este punto la visita del nevero es de ida y vta para el PR-V (pero sólo para el PR-V, nosotros lo visitamos pero continuamos y no volveremos) así que dejamos atrás de nuevo el PR-V 85 y ya de una forma definitiva.
- En 3/4 minutos llegamos al nevero del Carrascalet. En su perímetro hay una valla que impide acercarnos más a él y nos separa más de 1 metros, nos conformamos con una visita "a distancia" pero seguramente sea para protegerlo porque está algo deteriorado.
- No le queda nada de su cúpula superior, tan solo mantiene en pie la pared circular principal, que al menos está uniforme (más o menos). Es bastante ancho y profundo y con bastante buena arboleda a su alrededor.
- Junto a él se encuentra una casa-cueva con varias estancias que podremos visitar sin obstáculos aunque si necesitando agacharse.
- Dejamos el nevero y seguimos la ruta por un camino ascendente que había junto al nevero y que es bastante evidente. Este nos llevará, entre pinos, a la parte alta de la cresta de la sierra del Maigmó.
- Este nuevo camino es distinto, notamos que estamos a otra altura con otros horizontes y por primera vez hemos cambiado el rumbo de la ruta, ahora vamos dirección sureste y por suerte las pinadas todavía nos rodean.
- Al poco sale un pequeño desvío a la izquierda, si avanzamos por él llegaremos en 100 m a un pequeño claro, un mirador despejado con unas exquisitas vistas a nuestro alrededor.
- Proseguimos por el camino y pronto empieza a descender por un tramo bastante erosionado, en este punto tendremos la cima del Maigmó como horizonte por encima de la pinada.
- Así llegamos a una zona de cultivos por la que pasaremos por su borde, los tendremos a nuestra derecha durante bastante tiempo porque son muy extensos. Justo cuando terminan hay que estar atentos para reengancharnos al PR-V 31 cuyas señales están junto a unos pinos.
- Es un cambio de dirección cuidadoso, en un ángulo en 45 grados a la derecha pero realmente obvio.
- Ahora caminamos por una pequeña senda que nos llevará, ¡sorpresa! de nuevo a los campos de cultivo que pasamos segundos antes, los habíamos dejado atrás y ahora los volvemos a ver.
- Y de nuevo volvemos a ir junto a ellos pero esta vez avanzando en paralelo a los surcos de sus tierras (antes lo hicimos en perpendicular), avanzamos entre una gran pinada y los campos de cultivo por una senda muy pequeñita.
- Terminan los campos de cultivo y la senda se adentra en otra pinada, al poco de iniciar a andar hay un desvío a la derecha para realizar la visita de ida y vta a una cueva, 40/50 metros de distancia escasamente.
- La cueva es la de Mosén Francés, la "fachada" principal de la cueva está compuesta por unas rocas de sinuosas y curiosas formas, una pared vertical de 5/6 metros de altura en cuya base se encuentra su entrada. Sorprende que tras una entrada tan estrecha y angosta (1,50x0,80) se encuentre toda una gran oquedad en donde poder estar perfectamente en pie. Tendrá aproximadamente 30/35 metros cuadrados su interior.
- Desde la cueva ya empezamos a ver mucho más cerca la llanura donde está situado el hotel de Xorret de Catí, empezamos a ver el final de la ruta.
- Retrocedemos los metros necesarios y nos reenganchamos con la senda que desciende el barranco que nos separa del hotel. La senda es muy vertical y continuamente en descenso entre una gran pinada, muy erosionada por momentos pero muy fácil de seguir (PR-V 31).
- La verticalidad y el acumulado de kms en las piernas hace tomar el descenso con calma. En su parte final gira a la derecha para contactar con un camino erosionado con una valla y al final de él la carretera que da servicio a las casas de campo y chalets de la zona y que viene desde Castalla.
- Estamos en suelo firme, asfalto. Lo más importante que teníamos que visitar, ver y disfrutar de toda la sierra del Maigmó lo terminamos ya en este punto. Una larga recta nos separa del aparcamiento del hotel de Xorret de Catí.
- Un buen tramo para estirar piernas, relajarnos, disfrutar del sol vespertino y recordar todo lo vivido ... los continuos repechos superados, los descenso vertiginosos, la impresionante escalada al Maigmó, los 18 kms de la ruta en total, las horas consumidas, todo ha sido muy intenso emocional y físicamente ... pero sin dudarlo ha valido la pena.
- Una de esas rutas que quedan en el recuerdo.
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