- El inicio de la ruta es en el Parque de Montaña Daniel Esteve, Rabosa, lugar idílico para pasar un día de campo. Se puede llegar desde Petrer.
- Desde ahí parten varias rutas, 9 en concreto, combiné 2 de ellas para realizar una un poco más larga. En concreto la 6.1 y la 6.2
- En el momento de acceder había una cadena que impedía avanzar más, pero solo fue 1/2 km la distancia que hubo que andar hasta llegar al parque.
- Tras una visita por la zona del parque y ver todo lo que ofrece el paraje, un cartel nos muestra todas las direcciones posibles de las rutas. La 6.1 se inicia por detrás del parque, es un ascenso sin problemas hasta llegar a la parte alta de una pequeña elevación. El collado de Moros. Desde ahí se tienen buenas vistas de la parte posterior de El Cid.
- Después del ascenso recorremos gracias a las señales una pequeña sierra, por el camino descubrimos el perfil de la Cresta del Fraile, una imagen espectacular que incita a su visita.
- También vemos lo que será el objetivo con mayor altitud de la ruta, la sierra del Castellarets.
- Empezamos a descender y vamos a dar a la carretera por donde llegamos a Rabosa anteriormente, en este punto se puede decir que enlazamos con la senda 6.2
- El ascenso a la cima de la sierra no tiene ninguna complicación, es relativamente fácil, la senda está bien señalizada.
- La cima no tiene vértice geodésico, tan solo un hito de piedras que nos indica el punto más alto. Desde ahí las vistas hacia El Cid son perfectas, al igual que la silueta sublime de la Cresta del Fraile.
- Continuamos el recorrido tras disfrutar del momento y por el camino descubrimos que existe otro saliente también con buenas vistas y con otro hito de piedras mirando hacia El Cid de nuevo.
- El descenso y regreso se inicia bordeando un enorme peñón. Hay que atravesar un bonito barranco que nos deja bellas estampas, el descenso no tiene ninguna pérdida y está muy bien señalizado. Por momentos la senda está altamente frondosa por estar invadida por la naturaleza y a la vez lo encontramos con zonas erosionadas, una combinación de todo.
- El final del barranco lo marca un pequeño riachuelo que tenemos que atravesar. Está junto a una casa, todo en un lugar muy grato.
- Llegamos de nuevo a Rabosa por un camino en ascenso, en zigzag y paredes rojizas.
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