- Mucho había leído de esta ruta en las webs de consulta que suelo visitar, y claro, me fue picando la curiosidad tanto que finalmente me decidí a hacerla ... bendito el dia. Una ruta, un sendero sin cima pero hay muchos otros alicientes en ella que compensan la no llegada a una cumbre.
- La ruta es completamente circular y se inicia en la población de Fleix, junto a un colegio.
- Tras dejar el coche atrás nos dirigimos por asfalto hacia la Font Grossa y el antiguo lavadero de Fleix y encontrarnos un minúsculo camino de descenso que parece mentira sea el inicio de tan espectacular ruta.
- Tras unos pocos metros empezamos a ver la famosa senda de la que tanto hay escrito y leí, los escalones de piedra que nos van a acompañar en la inmensa mayoría del recorrido, unas veces de bajada, otras veces de subida. Así que esta vez desorientarse o perderse va a ser casi imposible.
- Según se dice hay más de 6500 escalones, aunque ... ¿¿¿realmente alguien lleva la cuenta con tanto que admirar por el camino??? haremos un acto de fe y aceptamos el número.
- Tras una pequeña bajada de escalones nos encontramos con un pequeño riachuelo entre enormes piedras blancas que poco después veremos en otra situación, y junto al riachuelo el forat que nos introduce al barranco.
- Atravesamos el agujero y la sensación de entrar en un lugar especial le embauca a cualquiera, aunque acabamos de empezar hay que parar y admirar lo que vemos. Un lugar único.
- Continuamos el descenso con tranquilidad y vemos la caída vertical del agua que antes vimos como riachuelo, una cascada de varias decenas de metros de caída para poder continuar su curso natural el agua.
- Realizamos un descenso continuo por los escalones admirando todo lo que nos rodea y teniendo una perspectiva distinta a todo conforme avanzamos.
- Asi llegamos al lecho del barranco de l'Infern, piedras blancas y lisas hacen ese ruido muy característico al atravesarlo.
- Ahora los escalones de piedra serán de subida en dirección a Juvees d'Enmig. En mi día, a partir de aquí me acompañó un continuo zumbido de abejas que duró ya toda la ruta, hasta el punto de acostumbrarse.
- El ascenso no tiene ninguna complicación, un continuo zigzag con curvas de vértigo, hay que tomárselo con calma para vivir el momento y que todas las sensaciones calen en uno. Si echamos la vista atrás vemos el lecho del barranco atravesado anteriormente y el inicio de la ruta con las sendas sinuosas de escalones.
- La parte final del ascenso discurre entre vegetación y casi sin darnos cuenta llegamos a Juves d'Enmig, en esta parte es donde nos encontramos las únicas casas habitables de la ruta y la única zona donde podemos "descarriarnos" si no estamos atento a nuestra intuición. Un cartel bastante significativo en un árbol nos encarrila de nuevo por el sendero en dirección de nuevo al barranco de l'Infern y a la Font de Reinós.
- Ahora toca escalones de piedra de bajada y es en estas bajadas cuando se aprovecha mejor las vistas, este tramo no deja de ser interesante con unos barrancos imponentes. De nuevo en zigzag llegamos a la Font de Reinós, una minúscula salida de agua prácticamente a ras de suelo. Momento adecuado para un pequeño descanso con agua fresca. Y un poco más abajo de nuevo el barranco de l'Infern, lo volvemos a atravesar y de nuevo ... escalones hacia arriba dirección a Juvees Dalt. Las piernas ya se van acostumbrando al ritmo de los escalones y aunque suene un poco duro tanto escalón se puede realizar sin problemas.
- Llegamos al rellano de Juvees de Dalt y echamos un vistazo a todo lo ascendido y al barranco de l'Infern tan vistoso. Volvemos a iniciar una bajada, en esta ocasión con una sola mirada se aprecia el recorrido que vamos a realizar en los próximos kms o en la próxima hora y media, pero todo se llega a apreciar mejor cuando hemos acabado de recorrerlo y desde altura. Cómo el sendero recorrido es un pequeño hilo blanco que ha ido bordeando todo el barranco final.
- Después de varias horas "perdido" entre inmensos valles, barrancos y los 6500 escalones de piedra ... volvemos a la civilización con su asfalto y señales de tráfico esta vez dirección hacia Benimaurell. Atravesarlo no tiene pérdida porque hay señales PR-V. A la salida del pueblo está la fuente de la población junto a un lugar de esparcimiento con mesas de madera.
- El camino de vuelta a Fleix pasa de nuevo por la Font Grossa y su lavadero y volvemos a ver ese pequeño sendero de inicio por donde iniciamos horas atrás la aventura del día. Hasta la próxima.
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