Untitled

Bernia es una de mis sierras favoritas de la provincia de Alicante, lo admito ... por estética, ubicación estratégica y sobretodo lo que ofrece en puntos de interés, sin olvidar de las magníficas vistas a la Marina Alta y Marina Baixa porque para eso hace de frontera natural entre las 2 comarcas.
En esta ocasión me acerco a ella para visitar un impresionante capricho de la naturaleza situado en la zona más cercana a la costa. A la vez esta ruta me permite volver a disfrutar de parte de sus puntos de interés, su Font y el famoso Forat.
La ruta comienza en Casas de Bernia, un lugar aislado al que solo se puede llegar por la carretera CV-749 que hace una gran circular por la zona, se puede llegar desde Benissa o desde Jalón porque las casas se encuentra justo en la misma distancia aproximadamente.
Es una zona tranquila, retirada y podremos dejar el coche sin problemas.
Ante nosotros la vertiente norte de Bernia y toda su cresta a muy corta distancia, una espectacular imagen de bienvenida.
En las casas nos enganchamos al famoso PR-V 7 y tomamos dirección Forat (2 kms / 1 h indica el panel aquí).
En los primero metros avanzamos por un cómodo camino ancho, incluso asfaltado, que ofrece servicio a unas casas de campo de la zona, tras pasarlas el camino se vuelve de tierra.
Un tramo agradable al ser llano y tener muy buenas vistas hacia la izquierda de gran parte de la costa de la Marina Alta, a nuestra derecha las paredes de Bernia.
Tras varias curvas y cruces de barrancos llegamos a la Font de Bernia en donde encontraremos un caño de agua encauzada hacia unas piletas.
Un bonito lugar bien cuidado y con un encanto especial. En otras ocasiones un lugar perfecto para un descanso si ya hemos hecho unos cuantos kms por Bernia, pero como no es nuestro caso, la visita es bastante puntual.
La continuación de la ruta es por las escaleras del fondo que nos permite ganar algo de altura, continuando las indicaciones del PR-V 7en dirección al Fort y descartando el PR-V 436.
A partir de las escaleras tomamos un sendero bien marcado que nos adentra en las faldas de Bernia. A lo pocos metros llegamos a un pequeño claro en llano donde hay un panel informativo indicando la importancia que tuvieron en el pasado los bancales en esta zona.
El camino hacia el Forat no es complicado, la dirección a seguir es obvia, pero tampoco es un camino limpio, hay tramos en los que el sendero pasa por zonas de rocas en las que tendremos que usar las manos para ayudarnos en el avance y alguna que otra trepada más que fácil.
El tramo es muy transitado y es fácil saber cual es el recorrido a realizar por estar marcado, un tramo muy interesante.
En una de esas trepadas llegaremos a las mismas paredes de Bernia y pasaremos por un abrigo que en el pasado sirvió para guarecer el ganado.
Cuando llegamos a estar junto a la pared de la sierra el sendero ya avanza en paralelo a ella en dirección este.
Ya hemos avanzado y ascendido mucho y lo notamos al apreciar la cresta de la sierra muy próxima a nosotros.
Finalmente llegamos a la antesala del Forat, un pequeño sendero gira en dirección a la pared para alcanzarlo pero ... no lo tomamos, dejamos la visita del Forat (y el paso) para el regreso. En esta antesala hay una pequeña bifurcación del sendero en descenso y hacia un panel informativo de microreserva. Lo tomamos.
Hemos tomado el sendero que nos lleva a la zona más de levante de la sierra, al tramo más oriental, hacia el Arco de Bernia.
Este nuevo sendero cambia de forma drástica, no tiene mucho parecido al usado para llegar al Forat, este es más reducido, más pedregoso pero sobretodo muy inclinado.
A nuestra izquierda el declive de la ladera tiene una inclinación excesiva, casi los 45 grados en algunos tramos, esto hace que el paso por esta parte se deba hacer con extremo cuidado y atención.
Realmente andamos encajonados, a la derecha los paredones de Bernia y a la izquierda una ladera con bastante monte bajo (normal porque es vertiente de umbría) pero con esa inclinación “intimidatoria”
No hay pérdida, debemos seguir adelante por ese sendero. En algún momento hay que sortear algún tramo de rocas pegadas a los paredones, podemos subir por ellas o bordearlas descendiendo levemente.
Y realmente es un tramo corto, ya desde el panel informativo de microreserva se podía advertir el destino, pero al ser la primera vez, el avance es pausado y disfrutando de cada metro.
Tras recorrer unos 350 metros alcanzamos una brecha a nuestra derecha en las paredes de Bernia, el sendero empieza a ascender para dirigirse a la parte alta de la brecha, al frente una roca inmensa con forma de cuerno de rinoceronte ... hemos llegado, ahí se encuentra, alzamos la vista y ahí está el Arco de Bernia.
La instantánea es majestuosa, ante nosotros, pero en un plano superior, se muestra uno de los mayores arcos naturales de la provincia de Alicante, el tamaño es inmenso, estamos todavía alejados de él pero nos podemos hacer una idea del tamaño por un gran árbol que ha crecido en su base a la izquierda.
El objetivo del día a la vista y nada más comenzar la ruta.
Sin embargo llegar al mismo arco no es tarea fácil, esa pendiente de 45 grados es ahora la que nos separa del arco, quizás algo suavizada por suerte, pero todo sigue empedrado. Entre el arco y nosotros la distancia es relativamente corta, unos 100 metros, pero en esa distancia se encuentra un enorme pedregal inclinado, del cual nos damos cuenta cuando salimos del asombro del primer vistazo al arco.
¿Y ahora? Tirar en línea recta al arco parece una osadía tremenda por las piedras sueltas y la inclinación, pero, en un primer vistazo parece que no hay otra ...
Tan solo el mismo sendero sigue avanzando como alejándose del arco y dirigiéndose al cuerno de rinoceronte, entonces?
Por intuición seguí el sendero empedrado en busca de respuestas ... y las encontré.
Aunque el sendero llega a la misma altura del “cuerno” ya a mitad camino podemos intuir como en el pedregal se ha creado un pequeño sendero-surco por el paso de caminantes y con forma de curva, lo tomamos.
De todos modos este camino creado por las pisadas sigue siendo un pedregal pero con atisbo de poder ser caminado.
La inclinación es importante y al ser pedregal el avance no es muy cómodo pero logramos ganar altura con la constancia.
Así llegamos a la zona más izquierda de la brecha donde está el arco, casi a la pared. Desde algo de altura podemos apreciar la zona del sendero por el que llegamos y la continuación hacia el “cuerno”.
Aquí arriba apreciamos que otra opción hubiera sido llegar al mismo cuerno y desde ahí, casi pegados a una pared, subir, quizás con más comodidad pues ahí se encuentra vegetación, pero ahora ya da igual. Este camino-surco tan solo ha sido un atajo.
A mitad altura el pedregal desaparece o sus efectos sobre nuestro avance se atenúa, la vegetación se ha esparcido y dejamos atrás el avance arduo.
Lo que no desaparece es la inclinación, pero con eso contábamos.
En el otro lado de la brecha, en la pared opuesta y ahora al frente de nosotros, hay una gran bóveda rocosa inmensa, de 15-30 metros de alto y lo mismo de ancho.
En circunstancias normales esta bóveda ya sería suficiente elemento para la admiración en la zona pero el arco se lleva la palma.
Llegando ya a la base del arco el sendero se difumina pero ya no tenía sentido seguirlo fielmente, estos últimos metros hasta la base vuelven a ser intensos por la inclinación.
A cada metro, a cada paso es inevitable alzar la vista y contemplarle al arco detalles de su maravillosa y natural belleza, es sorprendente como se mantiene firme y los años que le quedan.
En una de esas pausas de disfrute, también merece la pena girar la vista y mirar a nuestra espalda, magnífico tener toda la Marina Alta en un gran llanura en un horizonte cada vez más reducido por el efecto embudo al dirigirnos hacia el arco, pero destacando un poco hacia la izquierda la bella cresta de la sierra del Ferrer.
Llegamos a la base del arco y aquí nos damos cuenta que para acceder a él hay que hacer una pequeña trepada por la parte más “accesible” que existe, un pequeño muro con algo de inclinación y con buenas zonas de agarre, además hay una pequeña cuerda para terminar de realizar la trepada con buenas condiciones.
No sería necesario usar la cuerda pero está bien encontrarla para darnos “apoyo moral”, el por si acaso. En mi caso la usé para no realizar “machadas” innecesarias y realizar la trepada con mayor seguridad.
Así llegamos a un altiplano justo en el epicentro del arco. En este punto tenemos el mismo arco justo por encima de nuestra cabeza, estamos metidos como en una gran vasija o tinaja redonda, el lugar que se fue erosionando a lo largo de miles de años.
A nuestro alrededor las paredes que tenemos están formadas por inmensos agujeros, usando la imaginación podemos fantasear viendo grotescas caras.
Aunque estamos rodeados de inmensas paredes el suelo está repleto de césped y vegetación.
El lugar es mágico y de una belleza geológica tremenda, pero a la vez inhóspito y retirado, una combinación extraña.
Después de unos minutos observando a nuestro alrededor decidimos continuar la ruta, la idea era atravesar el arco y tras realizar trepadas alcanzar la cresta y cambiar de vertiente, había que buscar la continuación.
Tras ver la continuación (¿?) la primera sensación es renegar de ella, buscar otras opciones porque es difícil pensar o admitir que es por ahí, pero tras unos minutos de asimilación ... la aceptamos.
En el altiplano del epicentro del arco observamos la pared izquierda (conforme llegamos) y allí veremos la continuación, una pared totalmente vertical de unos 3 metros de altura, creando un pequeño rincón en forma de L ... la pregunta asalta varias veces ... ¿de verdad es por ahí? La cuerda que cae enganchada de una roca nos da la respuesta.
Salvo que tengas experiencia en escalada, realizar la trepada “a pelo” de esta pared es toda una osadía, una pequeña-gran locura, aquí hay que usar la cuerda sí o sí.
La cuerda tiene un grosor exiguo y rezamos para que el roce continuo con las piedras en la parte alta no la corten en el momento de nuestro uso y a la vez que aguante nuestro peso.
Tenemos claro que durante el ascenso por la cuerda vamos a estar completamente expuestos, al vuelo.
Cogemos aire e iniciamos el ascenso, desde el primer paso la cuerda bien asida, no hay opción a soltarla en ningún momento, a partir de aquí hay que ir ascendiendo usando la fuerza de los brazos para aguantar nuestro peso, ascender poco a poco y con los pies buscar estabilidad sin balanceos ... 1 metro ... la cuerda parece que aguanta ... 2 metros, mejor no mirar hacia abajo ... 3 metros ... en la parte final nos agarramos a las rocas y con gran alivio volvemos a pisar llano, nos damos cuenta que el corazón se aceleró por la adrenalina recorriendo nuestro interior en cantidades industriales.
El subidón es inmenso, una mezcla de alivio por haber terminado y de satisfacción por haber realizado la trepada con éxito y sin mermas físicas.
Miramos hacia abajo y nos damos cuenta que acabamos de atravesar nuestro particular “Rubicón” porque desde luego ya no hay marcha atrás, si subir esa pared era algo complicado y temerario bajar por el mismo sitio parece complejo e insensato.
Así que continuamos ascendiendo esperando no encontrarnos mayores contrariedades.
Desde aquí arriba ya vemos el arco mirando hacia abajo, en la distancia, pudiendo admirar su puente desde otro ángulo.
Ya comenzamos a intuir que la cresta de Bernia la tenemos muy cerca.
El entorno por aquí arriba se vuelve pedregoso y angosto, no existe sendero pero intuimos (porque no hay más opciones) el trayecto a seguir.
Y el sentido a seguir lo marca un segundo arco más estrecho y pequeño en comparación al anterior que observamos más arriba, nos sirve como baliza de dirección, y al igual que el de antes, tenemos que pasar por debajo de él.
Para llegar a él hay que pasar por unas paredes estrechas y angostas que a la vez se escalonan teniendo que realizar pequeñas trepadas. La sensación de estrechez y apretura se acentúa, encajonados al máximo en un lugar aislado. Pero la sensación real de estar a escasos metros de la cresta de Bernia disipa cualquier indicio de desánimo.
Al avanzar nos metemos en una especie de embudo rocosa prácticamente vertical teniendo el arco más pequeño por encima nuestra, al final tenemos la sensación de estar subiendo por una pequeña chimenea natural siendo este segundo arco parte de las paredes de la chimenea.
Aun siendo vertical no es necesario cuerdas ... ni las esperes.
Al llegar a la altura del arco salimos de la chimenea y llegamos a llano, a la parte de la cresta más al este de la sierra. Vertiente sur a la vista, el Sol no da la bienvenida.
El tramo entre los 2 arcos es estrecho, pedregoso, angosto y al llegar a la cresta de Bernia tenemos la sensación de salir del purgatorio para alcanzar el mismísimo cielo.
Ante nosotros una panorámica tremenda e imponente, toda la línea costera desde el Montgó (Dénia) hasta la misma ciudad de Alicante, y oteando en la distancia se aprecia sin dudarlo hasta el Cabo de Santa Pola.
Llama la atención el Peñón de Ifach que desde aquí arriba aparenta ser una simple canica rocosa junto al mar y Serra Gelada una línea discordante entre la extensa llanura costera.
Al sur la concatenación por excelencia de las más llamativas montañas y sierras de esa zona ... Puig Campana, Ponoig, Sanxet, Aitana ... todas juntas o solapadas creando la sensación de una tremenda aglomeración de elevaciones de gran belleza.
Ahora nosotros estamos en la hermana separada, en Bernia, en su cresta, en un lugar extraordinario y fascinante.
Ha costado llegar hasta aquí pero todo el esfuerzo se justifica por las sensaciones que se tienen ante tal panorámica. Estamos en “Les Penyes del Portixol”.
El segundo arco estrecho ahora lo tenemos a nuestra misma altura, a escasos 3-4 metros pero separados por el canal de la chimenea.
Podemos ascender un pequeño repecho que tenemos a nuestra derecha (conforme llegamos) para intentar mejorar las vistas y subir más a la cresta (unos 30 metros) pero ahí será el final del trayecto porque encontraremos unas paredes verticales inexpugnables de Bernia (o al menos necesario material de escalada).
Volvemos a la zona del segundo arco y comenzamos a especular cual será el trayecto de descenso por la única ladera accesible y con apariencia de “transitable”.
La continuación es ya por la vertiente sur por una ladera totalmente empedrada, y algo vertical, buscamos sendero pero de existir está muy mimetizado con el entorno (para mí que no hay) por lo que empezamos a especular con las mejores opciones de paso para empezar a descender.
Quizás no exista sendero en los primero pasos pero se logra apreciar un surco rojizo formando un sendero mucho más adelante entre la cresta y una gran pinada, objetivo en la distancia y aceptable el recorrido.
Llevamos precaución pues el terreno es muy pedregoso y con cierta inclinación, esta vez hacia la vertiente sur, pero las sensaciones son estimulantes por el lugar y entorno.
Después de un centenar de metros descendiendo con el freno puesto llegamos a un paso “delicado”. Desde arriba no se podía ver por la perspectiva, es un pequeño paso encajonado y con roca lisa, no es complicado, digamos hay que realizarlo con delicadeza y precaución, no es complicado pero tampoco un paso fácil.
Al franquear el paso llegamos a una pared plana erosionada por la que pasamos pegados unos pocos metros pero que dejamos enseguida para seguir descendiendo, lugar interesante.
Seguimos descendiendo con la ladera inclinada todavía y llegamos al surco rojizo que veíamos al salir de la chimenea, lo aceptamos como algo parecido a un sendero, cerca de él pero en un plano inferior una buena pinada, a nuestra altura llegan las copas verdes de los pinos.
Comenzamos a llanear (se agradece) y conectamos con señales del PR 436 en una curva muy cerrada, aquí dejamos las ambigüedades y nos enganchamos a un sendero claro y evidente.
Llegados a este punto hay 2 opciones, regresar a las Casas de Bernia por la izquierda siguiendo el PR volviendo enseguida a la vertiente norte o por la derecha para pasar por el Forat, escogemos Forat.
Seguimos el sendero por su derecha y comenzamos a descender haciendo continuos zigzags, a la vez nos adentramos en un tramo muy agradable al estar cobijados por una buena pinada y tener en ocasiones vistas al mar entre las copas.
Por fin conseguimos avanzar con cierta celeridad al ser un sendero bien marcado y fácil de seguir.
Así llegamos a la Font del Rostoll, un punto de paso a tener en cuenta, aunque yo no vi agua, tan solo un poste con varias indicaciones del PR 436. Bonito lugar porque la pinada que rodea la zona es de mediana altura y espesa.
Aquí de nuevo hay 2 opciones a elegir, la fácil y cómoda es seguir dirección a la Font de la Barca (2,7 kms / 45 min) por un camino amplio que señaliza el poste pero eso conlleva después hacer un pequeño rodeo pues de ahí debemos regresar en dirección al Forat, fácil porque es por sendero señalizado y con avance fácil y agradable, pero más distancia y más tiempo.
La segunda opción es la que realicé, ir en línea recta hacia el Forat.
Esta segunda opción no es fácil, pues no hay sendero, ni marcas, ni hitos ni nada pero es en línea recta al Forat y en teoría más corta y rápida. A la vez busqué “nuevas sensaciones”.
Ni que decir que en resumen es un “campo a través” por la ladera sur de Bernia en busca del Forat, por tanto la catalogaría como “no aconsejable” salvo que estés avezado en el tema campestre.
Tomada la decisión los primero metros es por el camino principal pero enseguida tomamos un desvío a la derecha que asciende porque el oficial comienza a descender por la ladera.
Al poco el sendero desaparece y nos vemos de pronto avanzando entre matorrales, algunos pinos, rocas y pequeños pedregales sin saber muy bien si realmente fue la mejor opción.
A nuestro alrededor no intuimos nada parecido a un sendero, tan solo tenemos la certeza de la dirección a seguir (imposible perderse, hay que avanzar en paralelo a la cresta) de este a oeste.
En estos primeros metros avanzamos alejados de las paredes de Bernia, no hay prisas a alcanzarlas aun sabiendo que el Forat está junto a ellas pero hay distancia y poco a poco debemos ir ganando altura.
Tras unos primeros metros aciagos, con bastante vegetación, sin atisbo de camino o sendero, piedras y pedregales y un sol de justicia admitimos que la opción es complicada y que no va a ser tarea fácil.
Desaparecen ya las pinadas al acercarnos a la ladera de Bernia.
Avanzamos como podamos oteando continuamente la mejor opción siempre a corta distancia, sorteando continuamente zonas rocosas o espesa vegetación, casi siempre en línea recta o pequeños descensos o ascensos para sortear los atolladeros naturales.
Pero siempre con tendencia a ir subiendo ligeramente, si bajamos que sea puntualmente para ganar altura enseguida, teniendo siempre las paredes de Bernia cerca, aunque de momento sin llegar a ellas.
El avance es lento y costoso, pero es compensado por las vistas hacia la izquierda, a toda la ladera de Bernia y a la vez a la llamativa cresta a nuestra derecha.
Conforme avancemos conseguimos que el trayecto sea más llevadero aunque quizás sea por estar empezando a habituarnos a sortear con previsión los escollos de vegetación o piedras.
Por suerte algunos tramos se pueden realizar con ciertas garantías al aparecer algo parecido a pseudo senderos o más bien tramos de vegetación escasa, pero sin confiarse, pasar de avanzar “cómodo” a tramos complicados y viceversa es cuestión de pocos metros o minutos.
Finalmente el tesón y el empuje ofrecen frutos, en el horizonte se forma un pequeña bóveda en las paredes de Bernia que nos recuerda a la salida del Forat en su cara sur, ahí está.
La travesía desde la Font del Rostoll hasta el Forat de Bernia es es línea recta pero el desgaste físico bastante importante, sin dudarlo se ahorra en distancia y tiempo pero el coste final hace plantearse los beneficios obtenidos. Unos 45 minutos que se han hecho eternos, en donde avanzar 10 metros seguidos sin dificultades todo un logro, un campo a través en toda regla que ha servido para conocer un lado salvaje de Bernia.
Llegar a la antesala del Forat, a la bóveda sur significa el fin de las penurias de la travesía y a la vez llegar a uno de los balcones más bonitos que hay en la provincia de Alicante.
Dejado atrás el complicado recorrido, tomamos el lugar para realizar un merecido descanso y disfrutar de las vistas.
Ante nosotros una panorámica muy parecida a la vista a la salida del arco pero aquí el lugar es idóneo al haber lugar suficiente para deambular en buenas condiciones.
A la vez somos consciente de estar en uno de los rincones más bellos de la provincia de Alicante, uno no se cansa nunca de estar en la bóveda sur del Forat de Bernia.
El Forat es un túnel excavado en las entrañas de Bernia que sirve para que en pocos segundos se cambie de vertiente. Tiene una longitud aproximada de unos 30 metros y aunque en su mayor parte se puede hacer en cuclillas, en algún punto hay que ponerse a cuatro patas y gatear.
Uno de los pasos más mágicos que tiene la provincia.
Era mi primera vez que lo hacía en sentido sur-norte, dicen que es mejor en sentido contrario por aquello de encontrarte Benidorm, la costa y el Puig Campana de frente pero todo tiene su encanto.
Salir a la vertiente norte es volver a un punto de paso al principio de la jornada y por tanto ya tan solo nos queda regresar a las Casas de Bernia por el sendero que usamos al inicio de la mañana, pero esta vez en descenso continuo. Buen tramo para recordar lo realizado durante la ruta que ha sido corta pero variada.
La ruta ha sido muy complicada (más de lo esperado) tanto por los pasos por el arco (trepadas con cuerda) como la travesía campo a través para llegar al Forat, no apta para iniciados o de espíritu conservador.
Pero aún con toda la dureza es de esas rutas que suelen marcar y que se recuerdan gratamente con el paso del tiempo como una pequeña-gran hazaña que queda en nuestro currículum montañero.
Con todo, un placer poder descubrirle a Bernia tramos nuevos y a la vez de increíble belleza como es su Arco.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

0	Inicio ruta	00:00
1	Font de Bernia	00:15	00:20
2	Cruce Forat	01:10
3	Arco	02:00
4	Cresta	02:15	02:30
5	Contacto PR-V 436	02:55
6	Font del Rostoll	03:15
7	Forat de Bernia	04:00	04:45
0	Fin ruta	05:35

FECHA	Noviembre - 2017
NIVEL DE RUTA	Muy alto
TIPO DE RUTA	Circular, excepto tramo inicio
ALTITUD CIMA	Sin cima
TIPO CIMA	Sin cima
KMS RECORRIDOS	7,5
PR-V/s USADO/s	7 Parcialmente
PR-V/s USADO/s	436 Parcialmente