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De nuevo salgo de la provincia de Alicante y esta vez me adentro en la de Valencia para descubrir el Penyó de Vallada.
El peñón se encuentra junto a la citada localidad de Vallada y en este caso para llegar a la población desde Alicante usamos la autovía CV-40 (Alcoy) pues está en el interior y al sur de la provincia de Valencia.
El peñón es una majestuosa roca abrupta y vertical en cuya parte superior hay una cruz metálica. Para no ir y subir al peñón sin más es preferible realizar un interesante recorrido circular por lomas cercanas que confiere a la ruta un valor añadido.
Llegamos a la población de Vallada y tras callejear un poco, pero todavía con el coche, buscamos dirección Ontinyent por la pequeña carretera CV-6492. Por esta carretera salimos de Vallada y a la vez nos lleva a la ermita de San Sebastián que está a tan solo 1 km de Vallada, el ver cipreses en el camino ayuda a intuir que nos estamos acercando.
Junto a la ermita hay una amplia y acondicionada zona de aparcamiento.
Dejamos el coche y sin duda la atención se la lleva el Penyó de Vallada que se muestra en toda su envergadura ante nosotros y muy cercano.
Una inmensa y soberbia mole rocosa … ¿de verdad subiremos hasta ahí arriba? La ruta se presenta muy interesante.
Pero no nos dirigimos directo al Penyó, le damos la espalda y dejamos el aparcamiento atravesando un largo y coqueto puente de madera. Ya le tocará el turno subir al peñón más adelante.
La primera intención es iniciar la gran circular que nos llevará posteriormente hasta la parte trasera del peñón que es por donde se puede ascender.
Tras pasar el puente de madera entramos en una pinada de gran altura y junto a ella un camino de tierra que parece viene del pueblo, aquí giramos a la derecha ascendiendo levemente.
Pronto encontraremos señales de un PR-V (pintura blanco/amarilla) e incluso un poste direccional con las letras PR-V pero … sin número.
A partir del poste cambiamos el camino de tierra por un pequeño sendero. El sendero es un plácido y cómodo recorrido, sin grandes desniveles, con abundante monte bajo (matorral) pero sin agobiar. Es bastante pequeño pero evidente.
A nuestra derecha un ladera de gran altura, nosotros avanzamos por la parte intermedia de esta vertiente.
A la izquierda una gran llanura en donde está la población de Vallada, y en la distancia pequeñas sierras, sin gran elevación.
Y detrás nuestra el peñón de Vallada desafiante, aunque conforme avancemos nos alejamos de él y finalmente desaparecerá de la vista. Pero al coger distancia y perspectiva aparecerá otro resalte interesante a la derecha del peñón, el Castell de Vallada, otro objetivo del día.
Todo en plena umbría si realizamos la ruta bien de mañana, la ladera que tenemos a nuestra derecha está haciendo de parapeto al sol matinal.
El recorrido es cómodo y sin grandes sobresaltos, tan solo hay que prestar atención al cambio de dirección que debemos tomar en un punto determinado, al llegar al primer cruce en el que el sendero se desvía a la izquierda iniciando así un descenso directo.
Hay que coger este desvío porque el sendero continúa de frente siguiendo en paralelo a la pendiente. En el momento que pasé, la continuación de frente está "bloqueada" de ramas y piedras (aunque también hay señales del incógnito PR-V).
Al coger este desvío descendemos continuamente alejándonos de la zona intermedia de la sierra.
Durante el descenso pasaremos por una pequeña pinada de mediana altura rompiendo la monotonía del monte bajo.
Tras el continuo descenso alcanzamos una pista de tierra en donde encontramos otro poste con varias direcciones, giramos a la derecha en dirección "El Tossal y Font d'Espanya" a 1,5 kms.
Dejamos atrás el sendero que ha sido ameno y agradable (aunque corto) y nos enganchamos a un camino de tierra ancho.
Aunque lo de camino de tierra es muy breve, a los pocos metros pasará a ser asfaltado por un tiempo, un tramo con pendiente.
Aparentamos avanzar encajonados porque a ambos lados veremos tan solo laderas cubiertas de grandes pinadas aunque sin ser las vertientes muy verticales.
El camino pasa de nuevo a tierra cuando termina el repecho, justo en ese momento llegamos al Corral de la Corona y a llano, a un pequeño altiplano con campos de cultivo. Continuamos de frente.
Avanzamos por un pequeño valle interior, en llano y con buenas sensaciones. Un recorrido cómodo y agradable hasta el momento.
Cuando sobre nuestras cabezas rebasamos un tendido eléctrico será la señal de que nos queda poco para la Font d'Espanya, pero justo antes de llegar a ella (100 metros antes) llegaremos a un cruce hacia otra font de imprevista presencia (aunque todo bien señalizado con postes del PR-V) … la Font de Gotja a 300 metros.
¿Ir o no ir? esa es la perenne cuestión ante visitas imprevistas pero siempre vence el … "ya que estamos aquí", aunque también influyó la corta distancia.
Para visitar la Font de Gotja hay que realizar un corto trayecto de ida-vta que en la ida será de continuo descenso y el regreso un buen repecho … pero merece la pena.
El trayecto es por un pequeño sendero en los inicios algo ambiguo pero que poco a poco se define, incluso hay una parte que está escalonada con troncos de madera.
Llegamos a la Font de Gotja en breve, el lugar es diminuto, un canalillo de agua sale de un caño hacia una pequeña y redonda pileta de agua, de ahí a la típica pileta alargada de piedra.
Y a nuestro alrededor un entorno totalmente selvático que nos invade creando un rincón enormemente bonito y encantador, mereció la pena el desvío para descubrir el pequeño paraje.
Aunque hay que tener en cuenta que el agua y la vegetación dependerá del momento del año. El momento en el que pasé me pareció exquisito y quizás el lugar tan reducido le da un aire acogedor.
Dejamos la font y ascendemos el repecho para regresar al cruce, de ahí a la Font d'Espanya tan solo los 100 metros.
La Font de d'Espanya tiene por delante un porche de piedras que podría servir como refugio improvisado en caso necesario, pues es ancho y amplio, unos 9-10 metros cuadrados, podemos estar de pie perfectamente.
En la pared del fondo tenemos un caño y una pileta rectangular en donde cae gota a gota el agua (en esta ocasión). El pozo está protegido por una malla metálica y no podemos asomarnos.
De la pileta rectangular debe haber algún tipo de canalización del agua pues en la parte externa de la Font d'Espanya hay piletas de piedra alargadas y escalonadas por donde correrá el agua en tiempos de bonanza acuífera.
Delante de la font hay también un par de merenderos de madera y un poco alejado de la font una especie de "mausoleo" ¿? con indefinido uso.
La font aparte de lugar de paso y visita nos debe servir como punto de referencia para saber que al pasar por ella al poco tenemos un cambio de dirección.
Tras la font, a unos 180 metros, llegaremos a un desvío a tomar. El camino sigue al frente pero nosotros debemos coger un ramal a la derecha que está perfectamente señalizado con un pequeño poste PR-V.
Al coger el desvío comenzamos a ascender levemente y realizaremos un par de pronunciados zigzags que nos permiten ganar altura rápidamente.
Este desvío es un punto de inflexión, a partir de aquí nos dirigimos hacia el sur, en busca del peñón.
Por este tramo la vegetación es generosa, mucho pino de mediana altura y abundante matorral variado.
Aunque el tramo sea en ascenso es bastante llevadero y cómodo.
Al cambiar de dirección y empezar a coger altura comenzamos a otear nuevos horizontes a nuestro alrededor muy interesantes, las laderas y elevaciones cercanas a nosotros están tupidas de verde.
Tras medio km comenzamos a llanear y en el momento que lo hacemos, justo al frente, tendremos un peñón con abundante vegetación debajo de él.
No nos equivoquemos, no es el Peñón de Vallada, es el Tossal que lo vemos en paralelo y desde este punto aparenta ser igualmente un solitario peñón aunque realmente es alargado.
Y hay que tener en cuenta que su cima es un punto de paso por lo que debemos concienciarnos que por algún lado tendremos que subirlo.
Desde este ángulo de visión el peñón se muestra muy interesante.
Continuamos la marcha en dirección al peñón por un camino de tierra ancho, cómodo y de momento en llano.
Por este lugar tenemos un tendido eléctrico (el mismo por el que pasamos momentos antes pero a otro nivel y en otro punto) casi al llegar a él tomamos un desvío a la derecha en un cruce en forma de "Y", otro camino igual de ancho al que estamos usando, ese ramal derecho asciende (de nuevo otro pequeño poste nos ayudará si tenemos dudas, no tendrá numeración pero está muy bien señalizado el recorrido).
Ascendemos por el nuevo camino, sin grandes desniveles, muy sutilmente y a los pocos metros pasaremos por la base de una de las torretas del tendido eléctrico haciendo una pequeña curva.
Tras la curva, pero todavía en ascenso, nos dirigimos en línea recta al pequeño peñón que aparenta ser el Tossal.
Cuando comenzamos a llanear estamos casi a los pies de la base del peñón del Tossal, a nuestra derecha aparecerá una antigua masía de piedras en muy mal estado (no la visitamos porque la zona está saturada de matorral) y unos metros más adelante unos campos de cultivo que sorprenden por su alta ubicación.
Al llegar a los pequeños campos de cultivo hay que tomar un desvío bastante ambiguo, quizás el punto más "inestable" de toda la ruta.
Justo llegamos al vértice o esquina de los campos de cultivo, a la derecha continua el sendero por el que avanzamos, que casi sería el sentido natural de la marcha … pero no.
Debemos tomar el camino de la izquierda bordeando el campo de cultivo todavía, de hecho parece que no haya camino, pero es por ahí porque escasos 25 metros después encontraremos el inicio del sendero entre el matorral, monte bajo y rocas de la zona y por el que ascenderemos el Tossal.
Tomamos el sendero y a partir de aquí el sendero se difumina con bastante facilidad aunque la dirección a seguir es bastante obvia, ascender, y en caso de duda es mejor buscar la opción más fiable, aunque el sendero vuelve a aparecer tarde o temprano.
Al principio el sendero asciende entre maleza pero después se vuelve directamente rocoso y por momentos tendremos que hacer pequeñas trepadas (sin ninguna dificultad, tan solo usaremos las manos por mayor seguridad).
Por momentos parece que ascendamos por una pequeña cresta, aunque el sendero no es tan arriesgado y si es muy complicado el paso, el camino rodea las rocas.
Esto nos permite tener unas vistas muy aéreas, unas espectaculares sensaciones de vistas de pájaro a nuestro alrededor, más hacia unos campos de cultivo que tenemos directamente que mirar hacia abajo a nuestra izquierda.
Finalmente comenzamos a llanear, lo "difícil" ya paso y así llegamos al la cima del Tossal.
En la cima un cartel informativo del lugar y una imagen panorámica para identificar las sierras más cercanas.
Pero llegar al Tossal también significa un cambio de panorámica y de horizonte, a partir de aquí ya tenemos al frente, a cierta distancia, el Penyó de Vallada, nuestro principal objetivo. Lo tenemos a unos 2 kms en línea recta y por perspectivas de donde estamos incluso en un plano inferior. Siguiente objetivo a la vista, al igual que el castillo.
Desde el Tossal tenemos una panorámica completa a nuestro alrededor bastante importante pero sin grandes sierras o elevaciones de gran desnivel. Hacia el norte mucha llanura, la del interior del Valencia.
Volvemos a ver también la población de Vallada y llama bastante la atención un inmenso campo de cultivo hacia el sur.
El lugar es propicio para un primer descanso y así disfrutar de las vistas debidamente.
Dejamos el Tossal y continuamos la marcha ya con el objetivo del peñón y el castillo, para ello continuamos el perfil del Tossal descendiendo por un sendero muy marcado, no tiene pérdida en la parte inicial porque el matorral es de mediana altura e inevitablemente vamos encauzados.
Tenemos que alcanzar un camino de tierra que ya desde la cima se aprecia sin problemas.
A mitad camino la espesura del monte bajo se relaja y no es tan abrumadora, aparece algún pino joven. Es muy fácil la continuación, de hecho no existe ningún tipo de desvío durante este descenso y el declive no es muy pronunciado.
Llegamos al camino de tierra en cuyo cruce hay un poste de direcciones, continuamos a la derecha, obviamente.
Ahora vamos a descender por este camino de tierra hasta alcanzar la carretera CV-6492 (la misma de la ermita), el descenso es continuado pero sin un gran desnivel. Encontraremos algún desvío pero es fácil de discernir la dirección, hay que seguir descendiendo continuamente.
Hasta contactar con la carretera el tramo es de 1 km y por este corto tramo es por donde vamos a tener las mejores perspectivas al Penyó de Vallada, unas vistas completas a una distancia inmejorable para verlo pues lo tenemos justo en frente.
En el punto de contacto con la carretera hay una casa color blanca en cuya entrada hay una gran roca plana con la inscripción de "Elsxeus".
Ya en la carretera giramos a la derecha y usamos el asfalto para descender unos cuantos metros, tan solo unos 350 metros.
La carretera por este tramo hace zigzag, realizamos una primera curva cerrada y al llegar a la segunda curva dejamos el asfalto justo en la esquina de la curva, como siguiendo la dirección al peñón. Ahí encontraremos un amplio camino de tierra (y un mini poste del PR-V) sin complicaciones.
Descendemos por un camino de tierra amplio y a la vez nos adentramos en un bonito tramo en el que estaremos rodeados de muy buenas pinadas y mucha vegetación, un tramo muy agradable.
Tras unos 200 metros descendiendo llegaremos a un cruce de caminos. A nuestra derecha aparece un camino en un ángulo muy cerrado y aquí las señales del PR-V indican en esa dirección. No hacemos caso y seguimos casi como de frente, renegando del giro a la derecha.
Este cruce también es un punto de inflexión. Desde que dejamos el Tossal descendíamos continuamente, a partir de aquí cambiamos el ritmo, comenzamos a ascender.
Porque llegados a este punto, tenemos el peñón muy cerca de nosotros y a la vez estamos muy abajo, era obvio que había que empezar a ascender.
Ante nosotros un pequeño repecho (solo 1 km) pero con un desnivel a tener en cuenta, un tramo sin treguas en el que la verticalidad no es que sea muy fuerte pero si continuada.
Pero tenemos un punto a nuestro favor y son las cercanas y estupendas vistas que tenemos al Penyó de Vallada que ya lo empezamos a tener a tiro de piedra, estamos casi ya en paralelo a él.
El tener el peñón tan cerca de nosotros nos sirve de acicate para superar esta buena pendiente.
Finalmente llano y hemos avanzado tanto desde el Tossal que realmente hemos sobrepasado el peñón, buena señal y es porque solo se puede subir por su parte más al oeste.
Llegamos a llano y a la vez a una pequeña zona de cultivo, por aquí debemos de ir girando a la derecha para ir poco a poco acercándonos al peñón.
Esta zona es un poco ambigua porque el camino está algo erosionado aunque la dirección a seguir es bastante evidente.
Pronto enlazamos con un sendero SL-V (señales verdes/blancas) y al igual que el PR que usamos momentos antes sin numeración (en ese momento), pero sus indicaciones son bastante claras.
Llegamos a un cruce en el que nos sugiere que podemos descender ya desde aquí a la zona de la Ermita donde tenemos el coche por un barranco pasando antes por el Túnel del Sumidor … descartamos la opción, incluso la visita al túnel porque parece que habría que descender mucho y al peñón hay que subir (ya lo tenemos ahí mismo).
Continuamos las indicaciones del SL-V en dirección al peñón y castillo.
Desde que comenzamos a andar allá en el parking junto a la ermita, toda la ruta había estado perfectamente señalizada en los pocos cruces que debíamos coger y sorprende mucho que el cruce del sendero a tomar para comenzar a ascender al peñón … ni exista.
El sendero a tomar para empezar a ascender puede pasar totalmente desapercibido pues en su inicio tan solo hay unas pequeñas piedras a modo de hito o señal, pero de pequeña altura.
La ruta había estado tan exquisitamente marcada que sorprende que en este punto tan "estratégico" comenzamos a ascender si tener la certeza de que sea por aquí (aunque uno lo puede intuir).
Este cruce está justo antes de un cambio de rasante, si avanzamos por el camino y empezamos a descender … mala señal.
Comenzamos a andar por el pequeño sendero con la convicción de que tiene que ser por aquí porque estamos justo en la espalda del peñón, se aprecia el sendero que asciende y el sendero aparenta ir hacia allí.
El tramo de ascenso a la cima del peñón se realiza por un sendero muy vertical y en el inicio del sendero ya apreciamos que la parte baja del peñón está invadida por vegetación, monte bajo y pinos jóvenes. Tan solo la parte alta, la más rocosa, se salva del verde.
Esto hace que en los primeros pasos por el sendero estemos bien rodeados de vegetación.
Unos pocos metros (90-100 m) y un poste del SL-V, un cruce de caminos. Al frente el ascenso al peñón, a la izquierda el Castell y el regreso a la Ermita. Por tanto desde aquí vamos a realizar un recorrido de ida y vta a la cima.
Interesante reconocer este cruce porque para regresar al punto de partida no debemos volver al camino de tierra de antes, el cruce está sumido en medio de la joven pinada y será el camino de la izquierda el que usaremos posteriormente.
Desde este segundo cruce la cosa se pone más seria, el sendero se empina y hay que llevar precaución porque está muy erosionado por tramos. Aunque el tramo que está más erosionado está escalonado con estacas de madera.
A nuestro alrededor mucha vegetación y pinos jóvenes, el recorrido es agradable y al haber tanta vegetación no apreciamos la distancia a la cima.
El tramo es corto pero intenso aunque no es muy complicado de realizar si estamos avezados en ascensos verticales-empinados.
De pronto salimos de la vegetación y encaramos la parte más alta, aquella en donde la vegetación desaparece y tan solo están las últimas rocas.
Este tramo por momentos es muy aéreo, comenzamos a ver ya las 2 vertientes del peñón, estamos ya cerca.
Por este tramo hay que lleva algo más de precaución y usar el sentido común al máximo.
Hay tramos muy aéreos sobretodo los escalonados artificialmente en los que estaremos algo expuestos pero en estos tramos aéreos hay un cable de acero que nos puede dar seguridad en el ascenso.
Puntualmente habrá que usar las 4 extremidades y realizar mínimas trepadas o al menos acomodarnos para seguir ascendiendo con más estabilidad.
En la parte final sí que hay que trepar una zona muy escalonada y vertical pero en definitiva el tramo rocoso no conlleva mayores problemas.
Finalmente cima, aquella cruz que vimos en el parking al inicio de ruta nos da la bienvenida.
El lugar es sencillamente espectacular, muy puntiagudo, con unas vistas completas en 360 grados a nuestro alrededor.
Conforme hemos llegado, al frente, es ahora el Tossal donde estuvimos momentos antes el que marca la distancia cercana, una elevación que desde aquí también se aprecia puntiaguda.
Se puede observar, casi al completo, todo el recorrido realizado por los caminos de tierra que usamos para llegar al peñón. Y si no se ven los podemos intuir.
Mirando hacia abajo veremos la ermita y la zona del parking donde está situado nuestro coche, el lugar lo delata los cipreses. Estamos haciendo la mirada inversa, aquella que nos sorprendió al principio de la mañana al salir del coche, estamos junto a la Cruz, objetivo logrado.
La parte alta del peñón es muy pequeña y, a la vez, muy rocosa. Se puede deambular escasamente para poder otear en todas direcciones pero con mucha precaución.
Hacia el norte y pegado al peñón, pero separado por el barranco que usaremos de regreso, veremos el Castell de Vallada al completo al estar en un plano algo inferior y el sendero que nos llevará hasta él. Desde aquí podemos ver que es circular y en un estado ruinoso.
Un poco más a la derecha la población y la inmensa llanura tras ella.
Hacia el este veremos laderas y vertientes que pertenecen a la misma sierra del lugar, la Serra Grossa.
Desde la privilegiada altura podemos contemplar y admirar que esta sierra está completamente ocupada de extensas pinadas, un inmenso mar verde que invade todas esas pequeñas laderas y vertientes. Todo un placer.
El lugar se merece un momento de pausa y de contemplación, el lugar perfecto para un avituallamiento.
Tras el descanso iniciamos el descenso. El ascenso quizás fuera físico, el descenso es más bien técnico.
Hay que prestar atención a los apoyos y usar el cable de seguridad cuando lo veamos y ahora con más sentido, aunque solo sea darnos seguridad.
Recordando por donde pasamos momentos antes y anticipándonos mentalmente por donde debemos pasar, la destrepada inicial no conlleva tampoco mayores problemas.
Eso sí, es muy vertical, abstenerse propensos a tener vértigo. El tramo de escalones artificiales es muy aéreo.
Tras la zona rocosa nos adentramos en la pinada y por tanto en el pequeño sendero de tierra.
Todo cuesta abajo, sin pérdida y más vale hacerlo con seguridad y pies de plomo, usando en ocasiones el ramaje como improvisado "freno de mano".
En estos casos de excesiva pendiente, mejor hacer pequeños y continuos zigzags en el mismo sendero.
Aunque el tramo es tan vertical y a la vez corto (o quizás rápido) que en cuestión de escasos minutos volveremos a estar en el cruce de antes. Momento de pausa.
Ahora hay que girar a la derecha dirección Castell y Ermita gracias al poste y sus paneles.
Los primero pasos por este nuevo sendero son en llano o en leve descenso pero tras unos metros volveremos a descender de forma vertiginosa, se empina y se encuentra empedrado. Encontraremos señales SL-V.
A la vez el sendero está cubierto por el ramaje de los pinos jóvenes creando auténticos túneles con sombras, un tramo muy agradable de recorrer.
Aunque el tramo es corto porque pronto volveremos a llano y aparece un poste con varias direcciones.
Desde aquí se realiza un recorrido lineal para la visita al castillo, después volveremos a este cruce para regresar al parking. Todo muy bien señalizado gracias a las aspas de direcciones del poste.
Tomamos dirección al castillo y avanzamos en llano, hacemos una curva en un terraplén erosionado y llegamos a un claro, aquí tomamos el sendero de la derecha que está marcado por el SL-V y por señales de GR (rojo/blanco) intuyo que deben ser del GR-7.
El sendero asciende en leve pero constante pendiente por un tramo muy marcado, casi en línea recta, no hay pérdida. El suelo es muy rojizo y contrasta enormemente con la vegetación. Aunque sea en ascenso es muy fácil y cómodo.
A cada paso nos alejamos del peñón y eso nos permite tener de él una nueva e interesante perspectiva.
Llegamos al Castell de Vallada, aquí las señales del GR-7 giran a la izquierda, nosotros entramos al castillo.
El castillo se encuentra en estado ruinoso, tan solo unas pocas paredes, las externas, nos pueden hacer una idea de lo que fue.
Desde luego estaba en un sitio privilegiado porque desde aquí arribas las vistas son magníficas a nuestro alrededor. Bastante parecidas a las del peñón pero en un plano inferior. Desde el castillo se aprecia mejor la ermita y el parking donde tenemos el coche.
Si que destaca poder ver el perfil del peñón y asombrarnos por su soberbia altura rocosa pero presumiendo de que ya estuvimos ahí arriba.
También podemos aprovechar y ver a vista de pájaro el descenso por el barranco que usaremos en breve.
Realizada la visita al castillo regresamos sobre nuestros pasos por el sendero de tierra rojiza para volver de nuevo al cruce de antes.
Tomamos el desvío hacia la ermita, comenzamos el regreso por un pequeño sendero que usaremos para descender por un bonito y espectacular barranco denominado del Pou, estamos bordeando el Penyó de Vallada.
Por aquí la vegetación lo invade todo, es la zona del peñón de umbría y aquí la vegetación se dispara. Mucho monte bajo y pinos jóvenes.
Bordeamos el peñón pero a la vez iniciamos un descenso que por momentos será pronunciado, pero sin mayores problemas.
Lo mejor son las vistas hacia el peñón donde estaba situado el castillo, desde aquí se aprecia que se encuentra en el mismo borde, de ahí las buenas vistas que también tuvimos.
A mitad descenso aparece un cruce de caminos con un poste de direcciones. Una aspa sugiere la visita a la Penya del Águila … como siempre gana la partida el "ya que estamos aquí".
Nos adentramos por el sendero hacia la izquierda, en leve ascenso y en pocos metros alcanzamos un claro y la cima de la Penya del Águila, una barandilla de madera nos advierte de los límites del lugar para visitar, porque la verdad es que la cima de la peña es pequeña pero a la vez con verticales caídas.
La visita valió la pena, tenemos el Penyó con su forma más puntiaguda desde este ángulo y puestos a comparar desde aquí parece como esos castillos de arena que hacíamos de niños en la orilla de la playa dejando caer las gotas de arena húmeda.
Y en la mirada hacia el Castell le descubrimos al peñón que eleva el castillo una inmensa pared vertical de varias decenas de metros de caída.
Desde aquí arriba es interesante descubrir una piscina entre la pinada mirando hacia abajo porque por ahí pasaremos más tarde.
Unos pocos minutos de disfrute y nos despedimos hasta la próxima del Castell y el Penyó.
Volvemos al cruce y ahora sí nos centramos en regresar al parking.
Continuamos descendiendo y tras unos zigzags llegamos al fondo del barranco y en él encontraremos un riachuelo que deberemos cruzar, al otro lado hay un poste del SL-V.
No es un paso complicado pero tampoco está acondicionado con un puente o tablones, hay que pasar a las bravas, pasando por las rocas más propicias para ello (quizás eso le de un punto divertido).
Continuamos por el sendero señalizado y tras unos metros tenemos que volver a cruzar el riachuelo y de nuevo al libre albedrío por las piedras.
Habría que tener en cuenta que dependiendo del cauce del agua en ocasiones será fácil y en otras no tanto, aunque intuyo que no es un río de grandes volúmenes de agua.
En pocos metros llegamos a unos campos de cultivo de olivos. Este es un tramo muy ambiguo porque por aquí las señales se desvanecen ¿o quizá las perdí? No importa porque el objetivo es alcanzar un área recreativa con bancos de madera que están en el otro lado del río (otra vez).
Para alcanzar esa zona hay que avanzar por el lado más derecho del campo de olivos, no hay camino o sendero pero se puede avanzar sin problemas.
Al acabar los olivos veremos aquella piscina que observamos desde el mirador de la Penya del Águila pero en el otro lado del riachuelo. Nos dirigimos a ella.
Casualmente aquí sí hay un tablón por el que podemos atravesar el pequeño río.
Cruzamos el río (por última vez) y así llegamos a la valla verde de lo que parece un área recreativa aunque nosotros estamos en la parte externa del área.
Seguimos por la derecha de la valla y empezamos a bordear el recinto vallado por un sendero.
Aquí comprendemos que la parte que está dentro de la valla pertenece a la piscina pues al continuar pegados a la valla llegamos a unos merenderos de libre acceso.
El lugar es muy acogedor, pinos de gran altura crean unas agradables sombras.
Tras los merenderos un camino asfaltado, ofrecerá acceso a la piscina y a la zona recreativa, nos enganchamos a él y después de unos 150 metros llegamos a la carretera CV-6492, justo a la altura donde está el parking de la ermita, justo al puente de madera del principio de la ruta y donde está nuestro coche.
Una interesante ruta, no muy exigente pero interesante al sumarle la visita a un antiguo y derruido castillo, el paso por un par de fuentes y de un riachuelo y unas espectaculares vistas en el horizonte de un soberbio peñón … muchos alicientes para no perderse esta ruta.

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0	Inicio ruta	00:00
1	Camino tierra	00:45
2	Font de Gotja	01:10	01:20
3	Font d'Espanya	01:25	01:35
4	Cima El Tossal	02:25	02:45
5	De asfalto a camino	03:20
6	Desvío al peñón	03:50
7	Cruce regreso	03:55
8	Cima Peñón Vallada	04:10	04:40
9	Castell de Vallada	05:10	05:25
10	Mirador Penya Águila	05:50	05:55
0	Fin ruta	06:15

FECHA	Noviembre - 2015
NIVEL DE RUTA	Alto
TIPO DE RUTA	Circular, excepto tramo peñón / castell
ALTITUD CIMA	649 m *
TIPO CIMA	Pico
KMS RECORRIDOS	12,5
PR-V/s USADO/s	PR-V El Tossal (Parcialmente)
	SL-V El Penyó - Castell (Parcialmn.)
	GR-7 Parcialmente