- Pequeña ruta a la sierra de Almaens, una modesta sierra que pasa totalmente desapercibida.
- La sierra se encuentra muy cerca de la población de Xixona y en la zona la gloria se la lleva el Migjorn con sus 1226 m de altitud, Almaens tan solo alcanza como máximo escasos 696 m.
- La sierra se recorre con mucha facilidad por unas pistas forestales que actualmente son usadas para la caza al encontrarnos en varios puntos zonas bien definidas como bebedores/comederos y puestos para ese fin. Por tanto no sería recomendable realizar la ruta en época cinegética.
- Desde la ciudad de Alicante se la puede divisar como una enorme cresta blanca, realmente es la vertiente sur que es la más vertical y abrupta de la sierra, una caída a plomo de un par de centenares de metro que disfrutaremos al alcanzar el vértice.
- Unas verticales que si estuvieran junto al mar serían acantilados.
- Y la ruta se puede dividir en 2 partes muy claramente : la primera sirve de acceso a la sierra recorriendo el interior del interesante barranco del Río de la Torre, un tramo exigente en avance y orientación. La segunda parte es más fácil al usar las pistas forestales.
- El inicio de ruta se encuentra cerca de Xixona, junto a un paraje muy bonito denominado El Salt y que visitaremos como epílogo de ruta para esparcir nuestro cansancio.
- Dejamos el coche en la boca del barranco del Río de la Torre, donde la carretera al llegar forma una "T", a la izquierda el inicio de la ruta, a la derecha El Salt, cerca del Mas del Salt. Ahí encontraremos sitio suficiente para dejar el coche.
- Iniciamos a andar y pronto notamos que nos adentramos en un barranco, a ambos lados las laderas ascienden verticales y aunque andamos (de momento) por un camino de tierra, a nuestra derecha ya aparece enseguida una pequeña presa, vamos bien encaminados. A nuestro alrededor mucha roca y matorral.
- Tras una curva a izquierda aparece una segunda presa, pero esta ya de grandes dimensiones, y al verla tan de súbito impresiona e incluso asalta la pregunta … ¿y ahora qué? ¿por donde?
- La presa tiene unos 5-6 metros de alto por unos 10-12 de ancho y el único punto de acceso y superación es por la derecha. En la base de la presa hay unas enormes rocas.
- Alcanzamos la parte superior de la presa e incluso si queremos podemos avanzar por ella y así tener ambas vertientes a cada lado, por donde hemos venido (izquierda) yermo y rocoso, la continuación (derecha) un verde manto de hierba, se nota donde queda estancada la humedad.
- Descendemos la presa por un pequeño sendero muy vertical y así alcanzamos de nuevo el lecho del barranco del Río de la Torre pero a partir de aquí el camino desaparece definitivamente, comienza la aventura y el mundo del interior de los barrancos.
- Estamos en el lecho del barranco, la vegetación lo invade todo y las rocas están esparcidas de manera anárquica pero aún así el avance es fácil y a buen ritmo, sin sobresaltos.
- Por momentos las paredes del barranco nos encajonan, no son muy altas pero tan solo nos dejan una opción, avanzar a través de él.
- Acabamos de empezar y en pocos minutos hemos cambiado de mundo, tenemos la apariencia de estar totalmente aislados de todo.
- Los primero metros son los más estrechos, mucha vegetación y paredes cercanas pero en pocos metros saldremos a un tramo más amplio.
- Por aquí el lecho rocoso desaparece y se avanza por enormes rocas inclinadas formando curiosas diagonales.
- En algunos tramos podremos encontramos con pequeñas pozas de agua, o tramos escalonados pero que no impedirán el avance.
- Estamos en el mundo de los barrancos y por tanto las precauciones deben de ser extremas, sendero no existe y eso nos obliga a avanzar eligiendo las opciones más "amigables" de entre las rocas.
- Este tramo más abierto es prácticamente en línea recta hasta que llegamos a una curva a la izquierda en donde curiosamente encontraremos pequeñas rocas apiladas formando como pequeñas torretas que en el pasado debieron tener algún uso humano.
- Al girar a la izquierda tenemos al frente unas enormes paredes rocosas del barranco haciendo sinuosas formas y de una altura ya considerable, como el inicio de un laberinto.
- Nos adentramos unos pocos metros y rodeados de paredes llegamos a una pequeña cascada (seca) de casi 2 metros, la trepamos y justo arriba una pequeña poza de agua.
- Al trepar la pequeña cascada estamos en alto y desde aquí podemos otear un poquito a nuestro alrededor y preguntarnos de nuevo ¿y ahora qué?
- En este punto al mirar a alrededor se descubre un pequeño sendero en alto y a la derecha que evita esta última trepada y tener que adentrarse en el pequeño laberinto.
- (Aunque me pareció más interesante y divertido lo realizado, el inicio de este sendero está antes de adentrarse en el laberinto, por si eres más conservador).
- Podemos avanzar unos pocos metros más por la parte alta de las rocas del barranco para inspeccionar la zona pero descubriremos que ya empieza a ser algo inaccesible y en exceso rocoso, demasiado aventurero.
- La mejor opción es regresar a la poza de agua tras la trepada y engancharse con facilidad al pequeño sendero que se puede ver claramente.
- El sendero nos lleva directamente a un pequeño puente de un solo ojo que usaremos como pasarela para atravesar el barranco de forma aérea.
- Al atravesar el puente vemos 2 vertientes de barrancos, cogemos el más a la derecha que realmente es el más intuitivo a coger al tener la continuación del sendero.
- (Pero no deja de tener importancia este dato porque realmente llegamos a la confluencia de 2 barrancos, el izquierdo lleva a unos campos de cultivo a la vista).
- En los primeros metros por el pequeño sendero iremos en paralelo al barranco pero en alto hasta que en pocos metros descendemos de nuevo a su cauce.
- Mucha vegetación invadiéndolo todo y la anarquía rocosa sigue desatada, estamos de nuevo algo cobijados pero pronto notamos que el barranco es distinto en comparación a lo vivido anteriormente, aparecen terraplenes para pequeños bancales.
- Si los primeros metros hasta fueron algo selváticos y agrestes a partir de aparecer los bancales el recorrido se amortigua en dificultad y se vuelve más cómodo.
- Aunque seguimos en el interior del barranco al encontrarnos con los bancales usaremos para avanzar los pequeños caminos o senderos que los unen.
- Los bancales son diminutos, en ocasiones hay 3-4 árboles tan solo y en algún momento tendremos que ir por el interior de ellos literalmente.
- Finalizan y salimos de ellos ascendiendo por un camino para llegar a un punto en alto. El camino gira a la izquierda y continúa ascendiendo y ahí intuimos que no debemos seguirlo porque el barranco continúa más abajo.
- Junto a la curva del camino cogemos un mini-sendero que vemos se dirige hacia al barranco de nuevo, todavía no es momento de separarse de él.
- Nos enganchamos de nuevo al barranco y continuamos avanzando por él. Los primero metros son algo ambiguos por el matorral, pequeños muretes de rocas y un sendero muy disperso, pero tenemos la ventaja de que nuestra dirección a seguir es el barranco.
- Tan solo hay que avanzar tomando las mejores opciones, sorteando escalones de rocas o piedras y evitando maleza y matorral de la mejor manera posible.
- Llegamos a una curva a la izquierda y el barranco parece que quiere ponerse serio.
- Por aquí el sendero es prácticamente nulo y el avance se vuelve algo penoso y complicado, recorrer 10 metros se vuelve toda una aventura de orientación y equilibrios.
- Tras otra curva estamos realmente encajonados, lo anterior era broma en comparación a lo que sentimos ahora, las paredes se nos vienen encima con una verticalidad extrema, auténticos muros que parecen formarse con ladrillos naturales.
- Avanzamos pero dando saltos entre rocas y con el matorral intentando engancharse a cada paso, no está siendo fácil pero tampoco muy complicado.
- Cuando las paredes a nuestro alrededor tienen esa forma de "ladrillos" ya hay que estar con ojo avizor, se acerca la salida del barranco.
- Tras una recta con paredes de "ladrillos" de pronto el barranco serpentea haciendo unas "S" cortas y cerradas, aquí ya hay que mirar hacia arriba.
- Hemos pasado lo peor, aunque el barranco continúa y sigue, nosotros debemos de pensar ya en salir de él, no es que estemos agobiados pero si ya apetece cambiar de aires y esta zona es la idónea.
- Localizar el lugar de "escape" puede resultar algo complicado, estamos realizando una ruta "freelance" sin señales, ni hitos y ni mucho menos PR-V y la decisión tiene que ser la correcta porque estamos en un ambiente inhóspito y algo complicado.
- Pero estamos encajonados en un barranco con altas paredes a nuestro alrededor y saber el punto exacto es algo enrevesado pero no complicado.
- Lo que está claro es que hay que salir por el margen derecho (conforme hemos llegado) y llegados a las mini curvas cerradas salimos por una especie de cresta en la que casualmente hay un poste metálico de "Coto Privado de Caza" … hacia ahí vamos … y con más convencimiento cuando junto a él (por fin) vemos una señal, un gran hito de piedras.
- Cuando vemos un hito de piedras es la señal de que alguien ha pasado anteriormente por ahí, por tanto intuimos ir bien encaminados.
- Salir del barranco es fácil pero muy vertical, en escasos metros alcanzamos cierta altura y ya podemos apreciar el gran surco por el que hemos ido avanzando por el barranco, como si un gran laberinto para hamsters fuera (aunque de una sola dirección).
- Dejamos atrás el barranco con la satisfacción de haber superado su recorrido interior, ahora hay que centrarse en ascender por una ladera vertical pero llevadera.
- Al principio no hay sendero o más bien son pequeñas trazas de pseudo-senderos pero que igualmente sirven para avanzar y ascender.
- A nuestro alrededor algunos pinos dispersos, hay que pasar por ellos en el ascenso.
- Y por suerte conforme avancemos la inclinación se atenúa y a la vez se marca el sendero.
- Las vistas se aclaran a cada paso, nos hemos pasado un buen tiempo en el submundo de los barrancos y ahora ascendemos hacia unas vistas magníficas. Destaca inevitablemente la visión de la Penya Migjorn y se puede identificar la Carrasqueta por su corte transversal blanco que es su carretera.
- Una vez se ha definido bien el sendero, a mitad camino, el ascenso ya es fácil y sin ninguna complicación. Tan solo hay que seguirlo y será haciendo un ascenso directo.
- A nuestra izquierda aparecerá a cierta distancia la pista forestal que posteriormente cogeremos, será la señal de que ya queda poco ascenso.
- Finalmente llegamos al punto más alto del cerro que estamos ascendiendo, por fin podemos empezar a ver el sur.
- A nuestros pies, a escasos 15-20 metros un gran claro y el inicio de nuestro camino, la pista forestal que recorre toda la sierra de Almaens.
- Hemos salido airosos del Barranco del Río de la Torre.
- Llegados a este punto ya podemos decir que lo complicado de la primera mitad de la ruta terminó, sabedores de esto, nos relajamos y disfrutamos del horizonte que tenemos a nuestro alrededor Xixona, Migjorn y Carrasqueta al completo y ya empieza a emerger el Cabeçó d'Or.
- Y al frente la parte de la sierra de Almaens con su precipicios pero que desde aquí todavía no se pueden apreciar. Ajustando la vista podemos llegar a ver el vértice geodésico, ese será el siguiente objetivo y tenemos toda la sierra para recorrerla y alcanzarlo.
- Descendemos los 15 metros y llegamos al gran claro de tierra que presuponemos será punto de reunión de cazadores y cogemos la pista forestal. Desde aquí ya podemos ver gran parte del sinuoso recorrido que realiza la pista.
- Ahora tan solo hay que seguir por ella realizando un gran rodeo y así recorrer la sierra y disfrutar de su entorno.
- Al poco sale un desvío a la derecha, cogiendo este camino-atajo llegaremos al vértice geodésico en breve pero no es nuestra intención, escogemos rodear la sierra y alargar la ruta tomando el camino izquierdo
- Después de este cruce ya no hay ninguna variante importante en los siguientes 2,5 kms. La pista es cómoda porque no tiene gran desnivel, prácticamente en llano y realiza sinuosas curvas cerradas de entrada y salida a la sierra, estamos en su interior.
- Como el trayecto no tiene ninguna variante a corto plazo disfrutamos del entorno y de la caminata.
- Y por suerte nos acompañará una buena pinada a la vera del camino, una sierra no muy conocida pero bien poblada.
- En el horizonte la Carrasqueta y empieza a asomar la sierra de la Grana y las pequeñas elevaciones junto a Torremanzanas.
- Por el camino muchos aparejos de caza, vamos a ver constantemente bebederos y comederos y pequeñas casitas de rocas (para atraer animales), zonas amplias para dejar el coche que es hasta donde llegan los cazadores pero con algún vehículo abandonado a su suerte.
- Ese día no era día de caza y pude deambular a mi gusto pero en caso contrario puede ser un fuerte engorro estar en la sierra.
- En la parte final aparecen pequeñas rampas sin importancia que serán la señal de que llegamos a otro cruce.
- Este cruce es la señal de haber llegado al punto más al norte de toda la ruta, y a la vez indica que hemos llegado a los límites de la sierra, estamos junto a los precipicios que miran hacia la costa.
- En el cruce giramos a la derecha haciendo un giro cerrado, casi como una media vuelta.
- Desde aquí ya se puede ver el Cabeçó d'Or perfectamente y será la principal vista que vamos a tener por este nuevo trayecto.
- Y de nuevo lo tenemos fácil, los próximos kms no vamos a encontrar ningún cruce o variante en el camino, tan solo queda recorrerlo y disfrutar del entorno.
- Aunque estamos a escasos metros de los precipicios todavía no los tenemos a mano, aún hay unos cuantos metros que nos separan del mismo borde pero al menos las vistas se han aclarado hacia el noreste, hacia la costa, tenemos ante nosotros todo el valle que llega hasta Alicante y el Cabeçó.
- Seguimos teniendo buenas pinadas y en esta zona los cazadores no se sienten tan cómodos porque ya no veremos tantos bebedores o aparejos de caza.
- Igualmente el camino zigzaguea y realiza curvas constantemente, parece que estemos realizando el camino inverso pero a otro nivel de lo hecho anteriormente. De nuevo unos 2,5 kms de cómodo recorrido aunque en continuo y leve ascenso.
- A la derecha aparecerá, después de haber recorrido un buen trecho, otro camino. Es el atajo que nos permitía recorrer la sierra más brevemente cuando empezamos a caminar desde el claro tras el ascenso desde el barranco y que descartamos allí, ahora también.
- Unos 500 m después de ese cruce aparece el desvío al vértice de Almaens, un camino que advertimos con facilidad porque es igual de ancho que el que usamos aunque con más vegetación.
- Un pequeño repecho de unos 120 m y alcanzamos el vértice de Almaens, realmente no es la cima de la sierra porque hay otros puntos con mayor altitud por la sierra pero si que es el símbolo.
- Aquí las vistas se aclaran porque ahora si estamos junto a los precipicios de la sierra … y que vistas!!! Después de haber estado encajonados dentro del barranco del Río de la Torre estar en la cima de Almaens es otro mundo, incluso ya no nos acordamos de las "penurias" pasadas en el barranco, es como haber realizado 2 rutas en 1, están siendo tan diferentes las sensaciones …
- Desde aquí vemos las paredes rocosas que forman los precipicios de Almaens, enormes cortados de más de 200 metros de altura de rocas blancas que hacen un enorme contraste. Esto es lo que hace que pueda identificarse en la distancia y aparente ser una enorme cresta.
- La altitud del vértice es muy modesta (solo 696 m.) pero los cortados agrandan las sensaciones y las vistas.
- Lo más destacable es poder ver el Cabeçó desde un ángulo que nos permite verlo transversalmente, en toda su verdadera envergadura y todo el valle que llega hasta la misma costa alicantina.
- Más a la derecha el Migjorn junto a Xixona ya emerge al completo y tras él se aprecian testimonialmente el Cid y el pico del Maigmó.
- Junto a la costa Alicante y las diminutas sierras cercanas como Serra Grossa y el Benacantil con su castillo y al lado Fontcalent como una diminuta colina se aprecian sin problemas.
- Podemos deambular por el borde de los cortados (con extrema precaución obviamente) y así alcanzar un pequeño puntal que está a una decena de metro y en descenso del vértice, desde ahí las vistas se magnifican exponencialmente.
- Los precipicios tienen un parecido bastante razonable con los acantilados de la Serra Gelada.
- Un pequeño descanso, el avituallamiento merecido y continuamos la marcha.
- Por los alrededores del vértice no se aprecian caminos de continuación que permitan continuar en línea recta así que opté por regresar por donde había llegado y volver a la pista principal de la sierra desandando el repecho.
- Continuamos por la pista forestal y desde aquí ya notamos que el camino empieza a descender levemente, ya hay que ir pensando en regresar.
- Después de un par de ondulaciones por el camino (en la segunda rodeando bancales) el camino llega directo a un pequeño cerro cónico (como una diminuta pirámide) en donde el camino al llegar gira a la izquierda y desciende más directamente, aquí dejamos la pista.
- La pista unos 350 m más adelante termina así que la hemos usado casi en su totalidad.
- Hemos estado usando la pista bastante tiempo durante el recorrido por la sierra pero ha llegado el momento de desviarse de ella.
- Al llegar a la base del pequeño cerro cónico descubriremos unos pequeños hitos marcando el inicio de un diminuto sendero al igual que unas señales en pintura azul.
- Este sendero es el inicio del regreso definitivo.
- Ascendemos el pequeño cerro unos pocos y desde ahí arriba tendemos una panorámica reveladora; podremos ver a nuestra izquierda el final de la pista que usamos antes viendo que termina en una casa derruida, podremos ver nuestro vertiginoso descenso por anticipado intuyendo por donde irá el sendero por las crestas que tenemos delante nuestra y si afinamos la vista al fondo del valle ya podremos apreciar la Mas del Salt, casi el final de ruta.
- Empezamos a descender, el sendero no es evidente, más bien es algo ambiguo y se puede descarriar entre tanto esparto aunque tenemos la ventaja de saber la dirección a seguir y en algún punto las marcas azules ayudaran a dilucidar la dirección.
- El descenso es vertiginoso y directo, en cuestión de pocos minutos descendemos mucho, sin treguas ni remansos.
- Hay que valorar mucho las vistas a nuestro alrededor, al descender por una especie de creta el sendero es muy aéreo, por tanto muy interesante, hay que disfrutarlo.
- A nuestro alrededor el terreno totalmente yermo, a nuestra derecha tendremos un barranco interno y pliegues de la sierra de Almaens repleto de matorral y monte bajo y tan solo algunos pinos dispersos.
- El descenso prácticamente es en línea recta pero a mitad camino hay un giro a la izquierda considerable que no hay que pasarse, por suerte está bien señalizado.
- Es un pequeño zigzag para cambiar de cresta, justo en el giro a la izquierda tendremos otra vez por anticipado nuestros próximos pasos al poder ver el sendero como un reguero blanco entre el matorral.
- Y ese sendero llega a un cortado.
- Ante nosotros un cortado importante pero no tan alto como los vistos en la cima y por supuesto con una inclinación tolerable como para poder descenderlo.
- La Mas del Salt la tenemos a tiro de piedra, el final de ruta casi ya lo vemos pero aún debemos descender.
- Dejamos atrás el esparto y ahora serán las rocas y piedras quienes nos acompañarán al hacer el cambio de vertiente en el cortado.
- El tramo tras el cortado es igualmente muy ambiguo las marcas azules desaparecen y todo a nuestro alrededor parecen caminos en zigzag, prestando atención cogeremos los más adecuados y acertados que nos llevarán directamente a la espalda de la Mas del Salt.
- Justo antes de llegar a la Mas si miramos a la derecha veremos la presa grande por la que pasamos al principio de la jornada.
- Y un vistazo hacia arriba, al cortado que acabamos de descender, será muy interesante para descubrir por donde hemos pasado.
- Por fin llano, el descenso desde el cerro cónico ha sido trepidante, muy rápido y vertical pero ha tenido su parte interesante.
- Ya en la Mas del Salt cogemos el camino de tierra que hay delante de ella que nos llevará hasta nuestro coche que aún desde la casa veremos en la distancia y hacia abajo, aun queda descender algo aunque ahora sea más cómodamente.
- La ruta ha tenido su parte técnica dentro del barranco y su parte asequible por las pistas forestales, ha sido como 2 rutas en 1 y la combinación de ambas partes suman una ruta muy interesante.
- Sin dudar lo mejor han sido las vistas obtenidas desde el vértice geodésico de Almaens gracias a esos altos precipicios, la rebautizo personalmente como la pequeña Serra Gelada de interior.
- Una vez hemos acabado la ruta es obligatoria la visita al bonito paraje de El Salt, un auténtico oasis cerca de Xixona.
- Desde el cruce donde tenemos el coche ascendemos un pequeño repecho asfaltado y pronto llegaremos a unos paneles informativos del lugar.
- Descendemos un tramo perfectamente acondicionado con tablones creando escalones y barandillas y llegaremos a una poza con una cascada.
- Al lugar le llega el agua por filtraciones porque por desgracia no pude disfrutar del agua llegando a través de la gran cascada que tenemos justo en frente y que tiene más de 20 metros. Todo depende del momento (lluvias previas) y de la estación.
- Desde la poza el agua sigue su curso a través de pequeños saltos por el lecho ya húmedo del Río de la Torre.
- El lugar es muy bonito y encantador y más en invierno con esa tranquilidad solitaria, muy reducido, encajonado por esas altas paredes y sorprende mucho su situación teniendo en cuenta que la ruta que acabamos de terminar se ha realizado en una zona algo árida.
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