- La Sierra de Carrascoy pertenece a un parque Regional de Murcia denominado Carrascoy y El Valle.
- La sierra es un gran macizo situado entre grandes llanuras pasando la ciudad de Murcia y en dirección a Cartagena, su fisonomía me recordó un poco a las sierras de Orihuela y Callosa.
- Para alguien que es de Alicante esta ruta es una salida de “zona de confort” en toda regla porque no conocía nada de ella previamente, incluso ni la conocía de haberla visto “de lejos” visualmente desde otras sierras, tan solo información sobre papel y webs.
- El inicio de ruta se encuentra en la ladera sur de la sierra, cerca de una pequeña población llamada La Murta, debemos pasar por ella y seguir avanzando con el coche por una carretera diminuta hasta localizar el punto de inicio que está junto a una casa en desuso denominada “Casa de Victoriana”, ahí hay una gran rellano y espacio suficiente para estacionar el coche, realmente ya estamos en zona campestre.
- Y para llegar hasta La Murta primeramente debemos circunvalar Murcia, coger dirección Cartagena, pasar un espectacular puerto de montaña y después de varios kms salir de la autovía con dirección a Corvera para después pasar por La Murta.
- Estamos cerca de la sierra aunque todavía algo alejado de ella, primero hay que realizar un acercamiento a las faldas de Carrascoy.
- Iniciamos a andar y los primeros pasos son para desandar unos 120 metros que usamos con el coche para llegar a la Casa de Victoriana y que son de asfalto, al llegar a la curva-cruce nos desviamos a la derecha al camino de tierra.
- Este camino nos lleva ya directos hasta las mismas faldas de Carrascoy, el trayecto es largo pero cómodo, unos 3,5 kms por un camino de tierra con muy poco desnivel.
- Primeramente, a los pocos metros de dejar el asfalto, hacemos un pequeño zigzag para sortear un pequeño barranco que teníamos a la izquierda en los primeros metros.
- El trayecto del camino es sutilmente en ascenso, sin grandes rampas de momento. El camino culebrea levemente saliendo al paso algún cruce a nuestra izquierda o incluso un cruce de 4 caminos, pero no nos despistamos, el objetivo lo tenemos al frente y así hacemos.
- Incluso si afinamos la vista podremos ver ya en la parte alta de Carrascoy una acumulación de antenas en 2 lomas distintas, en las 2 estaremos y esos serán nuestros primeros objetivos.
- Y lo que nos separa de las antenas es una ladera sur de la sierra con un declive importante y hacia la que nos dirigimos directamente.
- Seguimos por el camino sin mayores problemas en orientación y esfuerzo, un tramo tranquilo y que nos puede servir para calentar piernas.
- A nuestro alrededor la vegetación está compuesta por grandes pinos pero muy dispersos, aunque hay algún tramo que sí pasaremos guarecidos por ellos.
- También pasaremos en paralelo a algún tramo de campos de cultivo.
- Tras una gran recta pasamos junto a una casa de campo acondicionada muy alargada, pintada de amarillo y que parece que ha sido dividida en 2 porque en cada esquina tiene un nombre distinto : Espartal y Almijar, al pasar por la casa el camino está bordeado por enormes rocas (Casa del Marqués según el mapa)
- Sobrepasamos la casa y continuamos por el camino, nos acercamos más y más a Carrascoy a cada paso, en leve y casi inapreciable ascenso.
- De nuevo otra casa, esta claramente abandonada a su suerte, 4 paredes de rocas y sin techo pero de gran tamaño, justo junto a la casa encontraremos un cruce de caminos en forma de “Y”, en este caso continuamos por la izquierda, el camino que desciende.
- En el descenso hacemos una par de curvas para atravesar un barranco y en la continuación descartamos un par de desvío bastantes evidentes de discernir pues se adentran a campos de cultivo. (En el primero continuamos recto y en el segundo seguimos por la derecha).
- Hemos llegado a una zona de evidentes campos de cultivos y bancales, estamos rodeados de ellos, pero más por nuestro margen izquierdo y es aquí cuando notamos que el camino ya asciende más de continuo, sin grandes rampas, pero el llano ya se dejó atrás definitivamente.
- Proseguimos por el camino ascendiendo hasta que finalmente llegamos a la ladera de Carrascoy, el inicio de la falda sur de la sierra y aquí el camino de tierra que usamos durante 3,5 kms termina.
- Al terminar enlazamos con un pequeño sendero que se adentra en el corazón de la sierra.
- El pequeño sendero en su inicio es algo ambiguo, está en un pequeño claro empedrado, en su lado derecho. El cambio es muy radical, pasamos de ir tranquilamente por un amplio y cómodo camino de tierra a un pequeño sendero en ascenso, pero el cambio se agradece.
- Al engancharnos a este sendero vamos a llegar a la parte alta de Carrascoy sin ningún tipo de variante, un sendero directo.
- Encontraremos marcas de pintura del tipo PR pero no realizadas con mucho ahínco, parecen como “pasaba por aquí con un bote blanco y amarillo” y son totalmente innecesarias pues en el ascenso por el sendero no hay desvíos.
- El primer tramo de este ascenso se realiza teniendo un abrupto barranco a nuestra derecha, no llegamos a estar expuestos pero el declive es muy pronunciado.
- Pero a la vez estamos guarecidos por una interesante pinada a ambos lados del sendero. El ascenso es muy directo, con un desnivel pronunciado y en ocasiones con rampas a tener en cuenta pero tampoco nos lo iba a poner fácil Carrascoy.
- El sendero realiza un par de enormes “eses” en la ladera de la sierra, salvando así el gran barranco que tenemos a nuestra derecha y permitiendo realizar un ascenso continuado.
- A mitad camino nos alejamos un poco del barranco derecho y los pinos se vuelven más dispersos permitiéndonos tener un horizonte más amplio a nuestro alrededor, pero estamos en el “corazón” de Carrascoy solo obtenemos vistas de los pliegues de la sierra, abundantes y abruptos.
- La segunda parte del ascenso es más llevadero al realizar el ascenso por las curvas de nivel de la sierra, pero alguna rampa “sorpresa” aparece en cualquier imprevisto.
- Al igual que hay un tramo “llano” en el que nos adentraremos en pequeños bosquetes de pinos.
- Sinceramente el tramo es muy interesante, un tramo de esfuerzo pero muy agradecido por las sensaciones que se obtienen y las vistas que nos ofrece el trayecto.
- Porque a mitad camino las vistas a nuestro alrededor de la sierra de Carrascoy se aclaran pudiendo apreciar mucho mejor esas vertientes de la sierra (algunas con abundantes pinadas) y algo del horizonte hacia el Campo de Cartagena.
- Hay un punto en el que cambiaremos la vertiente del barranco de nuestra derecha, este cambio lo hacemos ya en la parte alta del ascenso y lo haremos haciendo una gran “V” en el camino, antes de hacer este cambio ya notaremos que las antenas asoman muy claramente, ya nos queda poco.
- En esta parte alta nuestra presencia alborotará a las grajas o cuervos que habitan por aquí haciéndoles volar y realizar el característico sonido corto y grave por encima de nuestras cabezas.
- Al cambiar la vertiente del barranco encaramos ya el ascenso final a Carrascoy, un tramo directo en el que a nuestra derecha tendremos el barranco que terminamos de ascender.
- Alcanzamos la parte alta de la sierra (que no las cimas) a llano, teniendo a nuestra izquierda una agrupación de antenas donde ahí se encuentra el vértice geodésico de Carrascoy, Los Filos. A nuestra derecha el Centro Emisor de Carrascoy pero ambas cimas las tenemos alejadas, hemos llegado a un punto intermedio entre las zonas de las antenas. Aquellas que veíamos desde abajo ya las tenemos a tiro de piedra.
- Al llegar a llano enlazamos con un camino de tierra más amplio por el que seguimos unos 150 metros hasta alcanzar la carretera que ofrece servicio a las 2 cimas.
- Primeramente nos decidimos a alcanzar las antenas donde está el vértice, las de la izquierda y para ello no hará falta alcanzar la carretera porque justo antes de llegar a ella hay un pequeño desvío que nos permite empezar a ascender hacia las antenas y vértice por un camino ancho pero muy empedrado y con una pendiente poco considerable.
- El tramo es corto, en escasos 350 metros alcanzamos la primera de las agrupaciones de antenas … y al vértice de Los Filos y llegar aquí también supone alcanzar un bonito mirador porque las antenas y el vértice se encuentra en el límite de un precipicio importante.
- Podemos llegar a contar hasta 8 torretas metálicas de gran altura algunas repletas de platos reflectores (las típicas “paelleras”) otras con menos y algunas emergen con solo el cuerpo metálico pero con antenas en su parte superior.
- Por la zona varias casetas como base de cada antena.
- El lugar está bastante “cargado” de metal y cemento.
- Buscamos el vértice que se encuentra al final de todas las antenas, junto a una torreta eléctrica más modesta.
- Es un vértice elevado con una base muy alta y con escalones para quien quiera encaramarse en su parte superior. Estamos a 1062 m de altitud.
- Desde el vértice la panorámica es completa y diáfana hacia el sur, hacia el Campo de Cartagena, una inmensa llanura que alcanza hasta la costa. Si miramos hacia el mar veremos algo parecido a islotes, realmente es el brazo de la Manga del Mar Menor.
- En esa dirección es donde destacan pequeñas elevaciones que deben estar junto a la línea costera pero que nosotros las vemos muy alejadas (Mazarrón y lindantes)
- Más cerca tenemos Sierra Espuña, en dirección noroeste, es la sierra más elevada y cercana que tenemos, a unos 25 kms.
- Un poco más alejadas pude identificar (al haber estado ya en ellas) en dirección norte las sierras de Ricote y de la Pila. En esa dirección está la otra loma con antenas, a un kilómetro de distancia más o menos.
- Hacia el este, mucho más alejadas, más sierras pero que ya no pude identificar pero intuí debían ser cercanas a Lorca, el sur de Murcia.
- Y junto a nosotros un precipicio de varios centenares de metros, al principio abrupto para luego formar un declive más suave y curvado para llegar a un fondo con un mar verde de copas de pinos.
- El lugar merece un pequeño descanso para el disfrute de las vistas, la pena es encontrarse una cima tan indecente y espuria por tanta antena.
- Continuamos la marcha descendiendo por el mismo camino rocoso por el que ascendimos enganchándonos, ahora sí, a la carretera de asfalto que nos lleva a la otra loma con antenas.
- Al principio el tramo es en llano, cómodo, y al empezar a ascender lo haremos haciendo una circunferencia, como ascendiendo una escalera de caracol. Esto permite que la pendiente sea más llevadera (ya lo era al ser asfalto).
- La distancia entre ambas lomas será de un escaso kilómetro, no tardaremos mucho.
- En esta loma se encuentra la madre de las antenas, solo hay una gran antena pero más grande que cualquiera de las 8 que vimos anteriormente, y es que nos acercamos al Centro Emisor de Carrascoy.
- Haciendo la circunferencia en el asfalto le daremos la vuelta completa a la antena.
- Justo antes de llegar a la parte alta, en dirección norte, encontraremos junto al asfalto un pequeño desvío hacia un camino campestre que desciende, nuestra continuación.
- Llegamos a las puertas del Centro Emisor, se encuentra cerrado. Junto a la antena una gran caseta pintada de verde para intentar pasar más desapercibida.
- Como el acceso está cortado y estamos encajonados por la carretera la visita a esta segunda loma es bastante breve, testimonial. Como curiosidad decir que se encuentra a la misma altura que la anterior loma, o casi, a 1061 m de altitud.
- De todos modos las vistas debían ser iguales a las de la loma de 8 antenas, mejorando solo en dirección norte.
- Volvemos hacia atrás (150 metros) y tomamos el único desvío que tenía la carretera, al camino que desciende en dirección norte.
- Como ya hemos alcanzando el punto más alto de la ruta a partir de aquí iniciamos el regreso al punto de partida, todo lo que hemos ascendido lo vamos a descender de manera más dilatada, con un recorrido largo y algo intrincado por los barrancos y pliegues de la sierra de Carrascoy. A partir de aquí hay que estar atentos a algunos desvíos y cruces, empieza lo serio … pero a la vez lo más atractivo e interesante de la ruta.
- Descendemos por el camino, este es ancho y de “doble carril”, con algo de césped en el medio, un descenso directo para luego volver a ascender hacia una pequeña antena que ya veíamos desde la carretera, junto a la antena y unos paneles solares hay un mojón del servicio cartográfico de la región de Murcia.
- Continuamos la marcha, el camino es amplio, evidente y de momento cómodo. El trayecto bonito e interesante por estar rodeados de pinada dispersa pero en ocasiones nos adentraremos en pequeños bosquetes que aún mejorará más la situación.
- En el recorrido continuamente culebreamos, muchas curvas y ondulaciones y a la vez continuos sube y bajas que amenizan y mucho el avance.
- Sin darnos cuenta, en uno de esos trajines de ascenso-descenso intercambiamos el amplio camino de tierra por un sendero al que nos aferramos a él y en el cual ponemos toda nuestra confianza para regresar.
- En los primeros 2 kms aproximadamente la gran antena la tendremos a nuestra espalda sirviéndonos de referencia de todo lo que estamos avanzando, hasta que en un cambio de rasante o de curva desaparece definitivamente, nos adentramos a los pliegues y barrancos de Carrascoy.
- Aunque el sendero es pequeño por suerte es bastante evidente y en ningún momento llegaremos a tramos ambiguos o de difícil elección de continuación, si somos fiel a él no habrá ningún problema.
- Tras un cambio de vertiente el horizonte se amplia bastante, llegamos a un punto elevado de la sierra que nos permite tener unas amplias vistas hacia el norte con unos campos de cultivo a ras de suelo en la distancia. Pasamos junto a un tramo algo rocoso pero corto.
- El sendero por aquí empieza a descender más de continuo incluso haciendo pequeñas “eses” para dirigirse a un espeso bosquete que vemos al fondo.
- Al llegar a él pasaremos junto a un enorme pozo que incluso podría ser un antiguo nevero por sus dimensiones, unos 3 ó 4 metros de diámetro y de profundidad … mucha. No podemos ver el fondo porque el pozo está vallado y agradecemos que esté vallado porque se encuentra a ras de suelo y no tiene ninguna señalización. Sin la valla el pozo sería un peligro potencial.
- Ojeamos el pozo con la distancia de seguridad que nos ofrece la valla y proseguimos, por los alrededores más zonas valladas por lo que suponemos más pozos (Vaya zona más peligrosa debió ser en el pasado sin el vallado).
- A partir de los pozos cambiamos el sendero por un camino de tierra ancho y por tramos de doble carril, con césped en el medio.
- El camino está bien bordeado de alta pinada y notamos que realiza una gran curva hacia la derecha.
- Cuando empezamos a salir de la pinada vemos en la distancia que el camino asciende un repecho, hay que prestar atención, en breve un cambio de dirección importante.
- Justo en una curva a la izquierda, el camino comienza a ascender (lo que veíamos antes) y es justo en esa curva donde tomamos un pequeño sendero que se adentra en un bosquete de pinos.
- La curva se encuentra en un gran claro dentro de la pinada que nos rodea.
- Este desvío es vital, desde que dejamos la gran antena kilómetros atrás es el primer cruce claro que nos apareció en todo el recorrido, lo tomamos.
- El sendero está muy definido y es muy obvio, a los pocos metros de avanzar por él aparece un pino ultrajado con unas pintadas totalmente innecesarias de letras pintadas en blanco en vertical (¿pone “vereda”?) y una flecha fosforito que nos hace daños en los ojos.
- ¿Era necesario tanta pintura y el agravio al inocente pino? Soy más de hitos de piedra junto al camino y si son pequeños mucho mejor.
- Seguimos por el sendero adentrándonos en la pinada, notando la continuación del sendero por sprays fosforitos echados en los pinos.
- El sendero nos lleva a la parte alta de una ladera de Carrascoy, al borde de una ladera este de la sierra pero que al estar repleta de pinos no nos ofrece sensación de altura, pero la intuimos.
- Esta sensación nos hace pensar que a partir de aquí vamos a descender y así es, al llegar al borde de la ladera el sendero empieza a descender y el inicio lo marca un pequeño mojón rectangular “MP 67”.
- Iniciamos ahora un descenso prolongado con un desnivel constante, por momentos hacemos eses en el trayecto, estando continuamente rodeados de monte bajo y pinada de mediana altura que no nos permite ver más allá de la misma sierra de Carrascoy.
- En uno de los pocos claros por los que pasamos notamos que nos dirigimos hacia los campos de cultivo a ras de suelo que vimos momentos antes para metros después zambullirnos de nuevo en los pinos y continuar con el descenso.
- A nuestra izquierda aparece con el paso de la distancia una gran ladera, estamos descendiendo un pequeño barranco por su margen derecho pero la espesa arboleda nos impide apreciarlo.
- Seguimos por el sendero y cuando notamos que empieza a llanear llegamos a los pocos metros a un gran claro de tierra rojiza en medio de la pinada, terminamos aquí el descenso del pequeño barranco.
- Atravesamos el gran claro y nos enganchamos a un camino de tierra amplio por el que solo vamos a andar escasos 100 metros, tras recorrer esa distancia debemos tomar un desvío a la derecha hacia un pequeño sendero que asciende.
- El día que realicé la ruta un tronco tirado en el suelo ocupando todo el camino hizo de “barrera” y me dio a entender el cambio de dirección. En caso de no estar el tronco tan solo hay que tener en cuenta esos 100 metros y que el sendero a la derecha es el primero que nos encontraremos y asciende.
- Tomamos el sendero realizando un leve repecho para enseguida llanear y llegar a un cambio de vertiente que nos permitirá tener unas magníficas vistas.
- Al llanear el sendero pasa literalmente por el borde de unas rocas, unas rocas que hacen de mirador, a nuestra derecha tenemos una pequeña caída de unos cuantos metros hay que llevar algo de precaución.
- El horizonte se ha ampliado teniendo ante nosotros un pequeño valle interior de Carrascoy repleto de pinada.
- Interesante aprovechar el momento y el lugar en alto para otear, entre los árboles que tenemos en frente, el sendero que vamos a utilizar posteriormente, en breve.
- Seguimos y en pocos metros llegaremos a un gran claro, una especie de rotonda campestre pues justo en medio hay un pino, un pequeño mojón rectangular “MP 71” y un hito de rocas.
- El lugar me pareció propicio para realizar un pequeño descanso y tomar algo bajo la sombra de los pinos antes de encarar el definitivo regreso.
- ¿La continuación? Hay que descartar el gran camino de tierra que hay a la izquierda conforme llegamos y seguir la dirección que llevábamos en paralelo a las rocas del mirador en línea recta. Así llegaremos a un pino con unas pequeñas rocas a modo de hito señalizando un pequeño sendero, es por ahí.
- Seguimos por el pequeño sendero y comenzamos a descender muy directamente, a los pocos metros un cruce de camino en forma de “T”, seguimos por el ramal derecho descendiendo más levemente y notando como el sendero va girando hacia la derecha para intentar hacer una pequeña circunferencia hasta situarnos de nuevo a la altura de la “rotonda” de antes pero en un plano más inferior.
- El sendero ya se define en la distancia y le apreciamos el recorrido avanzando entre los pinos, continuamos.
- El primer tramo es algo rocoso, con tramos incluso erosionados pero sin mayores problemas, después nos meteremos de lleno en un buena pinada que nos cobijará y dará sombra.
- En medio de esa pinada un cruce de caminos en forma de “Y”, un cruce que me pilló de improvisto ¿y ahora qué? Porque el izquierdo descendía y el derecho ascendía … me decidí por el derecho por presentimiento (acertando).
- El izquierdo intuí que se metía en el barranco que ascendiendo tendremos a nuestro lado (puede que el izquierdo se dirija a una fuente o algo parecido, pero solo puede, o no).
- De nuevo un tramo en repecho y aún sin ser muy agresivo si que es constante. Poco a poco ascendemos y salimos del pequeño barranco llegando así a una antigua casa de piedras o quizás fuera un redil rocoso para el ganado al ser solo de 4 paredes (aunque altas y grandes).
- Al llegar a esta casa estamos de nuevo en alto y a nuestro alrededor laderas y más laderas de Carrascoy todas cubiertas de un manto verde de pinadas, visualmente todo un espectáculo de masa arbórea, un mar verde.
- Por el contrario esto hace que no sepamos claramente cual sea nuestra dirección a seguir o al menos intuir nuestros siguientes pasos al estar el sendero cubierto de la arboleda, tan solo tenemos la continuación junto a la casa, un pequeño sendero que nos sobra.
- A los pocos metros pasaremos por un pequeño claro con tierra muy rojiza que llamó bastante mi atención.
- Seguimos y empezamos a descender levemente hasta llegar a otro cruce en el sendero, aquí es más fácil tomar la decisión pues el más izquierdo asciende hasta un pequeño montículo y es notorio que nuestra continuación es descender un barranco que tenemos justo en frente.
- Al llegar a este cruce tenemos ante nosotros el último tramo (dentro de la sierra), un barranco no muy profundo, muy “amigable” por el que avanzaremos por el margen derecho, de nuevo sumergidos en pinadas que invaden las laderas del barranco.
- Predecimos que estamos a punto de salir de las laderas y barranco de Carrascoy porque desde aquí, en el horizonte, ya se aprecian las llanuras de los Campos de Cartagena a poca distancia.
- Con esa determinación tomamos el sendero y comenzamos a descender el barranco. Al otro lado del barranco, en su parte alta, la ladera termina con unos grandes peñones rocosos.
- Este descenso es muy cómodo, sin gran desnivel, pero directo y seguimos sumidos entre las pinadas de Carrascoy.
- Casi de súbito llegamos a una casa de piedras y aquí enlazamos con un amplio y cómodo camino de tierra.
- La casa está totalmente derruida y es grande, podemos inspeccionar el interior con precaución.
- Pero ante todo la casa es para nosotros la señal de que salimos de la Sierra de Carrascoy, volvemos a estar en las faldas de la sierra, hemos realizado con éxito la travesía desde el centro emisor atravesando barrancos, laderas y pliegues de una sierra de enorme belleza y con un recorrido muy interesante.
- Tomamos el amplio camino de tierra, ya tan solo queda regresar hasta el coche por un camino que realmente ofrece servicio a una pequeña agrupación de casas de campo y chalets de un pequeño valle interior de la sierra.
- Por el camino también encontraremos campos de cultivo.
- Salimos de este pequeño valle haciendo una pequeña semicircunferencia encarando finalmente una carretera asfaltada por la que haremos una gran “S”
- El trayecto es fácil y cómodo y por el camino, a nuestra izquierda, hay una pequeña colina en cuya parte superior hay una figura o imagen que se aprecia en la distancia.
- El trayecto desde que salimos del barranco es aproximadamente de unos 3 kilómetros y al ser en la mayoría en asfalto y sin ningún tipo de desnivel, el recorrido sirve como epílogo de ruta para estirar piernas y rememorar detalles de la ruta.
- Finalmente llegamos a la “Casa de Victoriana” en donde encontraremos nuestro coche estacionado en el gran rellano.
- Una ruta interesante de realizar al recorrer una sierra con unas pinadas impresionantes y unos barrancos interiores muy llamativos, la ruta merece y mucho la pena.
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