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La Vall d’Ebo es un pequeño valle situado en el norte de la provincia de Alicante, encajonado entre el Vall de Gallinera, Vall d’Alcalà y el Vall de Laguar.
Justo en medio del valle se encuentra un pequeño pueblo que identifica al valle, La Vall d’Ebo, ahí mismo iniciamos la ruta.
El recorrido del día tiene 2 partes, la primera alcanzar una de las cimas más altas que rodea el valle, el Tossal Gran, perfecto otero a parte del valle, para posteriormente adentrarnos en Els Tolls, una sección del barranco de Ebo en donde encontraremos un bonito rincón acuático.
Llegamos a la población de La Vall d’Ebo, se puede hacer desde Alcoy pasando por Planes o por la costa por Pego, en cualquier caso hay que localizar una curva, en las afueras del pueblo, de la carretera CV-712 en donde podremos estacionar el vehículo en una zona habilitada junto a unos contenedores y un par de árboles.
El primer objetivo es atravesar el pueblo por el centro, para ello subimos por una cuesta de asfalto junto al lugar donde dejamos el coche, en el inicio de la cuesta hay un panel informativo ofreciendo la multitud de posibilidades que tenemos para conocer los senderos del Vall d’Ebo.
Observando el panel vemos que haremos la variante 5 del PR-V 58 para ascender al Tossal Gran y después para la visita a Els Tolls el sendero de igual denominación.
Ascendemos la calle, carrer del Mig, zigzagueamos pasando por delante del Ayuntamiento para encarar la avinguda de la Marina Alta que usaremos para atravesar el pueblo por completo en línea recta.
Atravesamos el pueblo por la avenida pasando por casas individuales de máximo 2 alturas.
En unos 250 metros la avenida se ensancha y notamos que ya estamos saliendo de Ebo, al final de la avenida veremos otro panel informativo de senderos de la zona igual al que vimos junto al coche, a la vez nos encauza por el camino a seguir que es el situado junto al panel y unos postes de dirección.
A nuestra izquierda, a corta distancia, destaca una loma de gran altura y rematada con un peñasco que la ensalza más todavía, es ya el Tossal Gran, nuestro primer objetivo. Ya intuimos que tendremos buenas vistas desde ahí arriba.
Objetivo a la vista y es obvio que no haremos un ascenso directo pues la vertiente tiene un declive abrupto, hay que realizar un pequeño rodeo. Estas vistas al Tossal Gran las tendremos en estos primero metros.
Seguimos por un camino llano y asfaltado continuando las indicaciones de los postes.
Aunque vayamos por asfalto tenemos pegado al camino, a nuestra izquierda, el cauce seco del barranco de Ebo con un lecho totalmente seco (hoy) y blanco por el empedrado.
Por el camino asfaltado avanzamos unos 850 metros, descartamos un desvío denominado “Travessa del Masset” que es un SL-V, seguimos y pronto llegamos a otro cruce que sí tomamos, el de dirección “Figuereta - Tormos” siguiendo el PR-V 58 y pasando por 2 árboles de gran altura.
Al tomar este desvío nos adentramos en el lecho del barranco, un cauce seco muy ancho, más de 20 metros, totalmente empedrado y por el que avanzamos unos pocos metros.
En el otro lado del cauce está el camino de continuación pero opté por continuar por el mismo cauce seco como curiosidad.
El lugar es singular y uno se plantea en que estado se encontrará el barranco después de días de lluvia.
[Esto es un dato a tener en cuenta pues de haber llovido continuamente en días anteriores puede darse el caso que esté encharcado o incluso esté llevando algo de agua]
Avanzamos por el mismo lecho unos 200 metros hasta llegar a la altura de una casa de piedras situada en un plano superior a la izquierda del cauce seco.
Abandonamos el cauce en dirección a la casa, tarde o temprano encontraremos un pequeño sendero que nos dirige directamente a la casa. Antes de llegar a ella enlazamos con un camino que es el que descartamos para poder avanzar por el lecho seco por nuestra cuenta metros atrás.
Pasamos junto a las mismas paredes de la casa encontrando en una esquina una señal del PR-V 58, lo seguimos enlazando así con un pequeño pero bonito sendero.
Avanzamos por el sendero ascendiendo levemente, de manera sutil, sin grandes rampas. Esto hará que en pocos metros mejoremos las vistas a nuestro alrededor.
La población de Ebo se encuentra alejada a nuestra espalda tras el barranco seco, el Tossal Gran a nuestra izquierda ahora se muestra más vertical y desafiante, por la parte baja de su ladera la carretera CV-712 se adivina como un reguero de curvas gracias a sus quitamiedos a la vieja usanza, de bloques de hormigón.
La vegetación por este tramo es sobretodo de monte bajo y matorral, con algunos palmitos característicos de la Marina Alta, la vegetación no invaden el sendero pero sí es muy generosa.
Finalmente el sendero se dirige directamente a unos pinos de gran altura, más de 25 metros, que se encuentra en el repecho final, una interesante agrupación aislada que da a entender que deben ser supervivientes de incendios de años atrás.
Esta pinada será la señal del fin del sendero y del contacto momentáneo con la CV-712.
Llegamos al asfalto de la carretera y la cruzamos de lado a lado, una señal de pintura en una roca PR-V nos advierte.
Buen lugar para subirnos a uno de esos quita-miedos de hormigón y disfrutar de las vistas al interior del Vall d’Ebo que acabamos de recorrer y a la inmensa ladera del Tossal Gran que está junto a nosotros.
Cruzamos la carretera y continuamos por el sendero pasando ahora, en un plano superior, junto a una curva cerrada en forma de “U” de la carretera CV-712, esta es una carretera poco transitada, es un tramo para unir Pego y Ebo. Llama la atención este tramo.
Proseguimos por el sendero y poco a poco vamos ganando altura y por tanto mejorando las vistas a nuestro alrededor.
Así llegamos a un cruce con un camino de hormigón en donde hay un poste de indicaciones del PR-V 58, giramos a la izquierda hacia “Figuereta”. A la derecha sería “Tormos” y venimos por el camino de “Ebo”, unos pocos pinos cobija de sombra el cruce.
El camino cambia de fisonomía, a partir de aquí andaremos por hormigón facilitando el avance en el próximo kilómetro y medio.
Nada más dejar el cruce, en tan solo 50 metros, llegamos a una gran oquedad en la tierra, a L’avenc ample (La sima ancha) está rodeada por una barandilla de maderas muy acertadamente, para evitar caídas accidentales y delimitar así hasta donde podemos asomarnos.
Es totalmente circular pudiendo hacer una visita completa desde todos los ángulos.
El lugar es muy interesante y aunque la barandilla delimita el acceso, en algunos puntos podemos observar sin dificultad su gran boca que tiene unos 25 metros de diámetro y de profundidad ... incalculable pero intuimos que mucha, porque no llegamos a ver el fondo (60 metros según datos oficiales) el lugar impone respeto pero para un espeleólogo tiene que se una buena cueva por descender y visitar.
Alrededor de la sima las rocas son lapiaces, afiladas como cuchillos y con enormes agujeros esperando nuestro traspiés, por tanto máxima precaución al deambular por la zona, no por caer al interior si no por torceduras imprevistas.
Por contra algunas de esas rocas nos permiten asomarnos mucho mejor al interior de la sima si nos subimos a ellas. Desde la zona oeste si miramos hacia el interior veremos hacia abajo una pequeña cueva o arco.
Ha sido un encuentro imprevisto pero a la vez muy interesante. Tras rodear la sima continuamos la marcha.
http://www.lavalldebo.org/files/espeleologia/ample.pdf (Información de la Sima)
Continuamos por el camino que a partir de la sima deja de ser de hormigón para ser de tierra.
A nuestro alrededor el terreno es rocoso, con apenas vegetación y los únicos pinos en pie en la distancia son, de nuevo, supervivientes de incendios del pasado.
Cuando el camino asciende vuelve a ser de hormigón para evitar erosiones.
En una curva encontramos otro poste con indicaciones variadas, debemos seguir la dirección SL-V hacia Tossal Gran que coincide con el PR-V 58 hacia Figuereta, descartando ir a Pego y Bodoix.
A nuestra espalda tenemos a cierta distancia las altas paredes del angosto Barranco del Infierno del Vall de Laguar, una imagen esta vez hacia el sur.
Hacia el noroeste tenemos una pequeña elevación muy puntiaguda, es ya el Tossal Gran que lo tenemos a corta distancia.
Continuamos por el camino y enlazamos con el SL-V “Travessa del Masset”, aquel que descartamos nada más salir de Ebo. Llegamos a la conclusión que realiza un ascenso más directo hacia esta parte alta, para mi gusto mucho mejor lo realizado pero si alguien quiere atajar es una opción escoger esta variante.
Nos adentramos ahora en un pequeño altiplano en donde apreciamos antiguos bancales escalonados pero ya abandonados. A nuestro alrededor tan solo matorral, vegetación de baja o mediana altura intercalándose en un terreno empedrado.
Descartamos caminos a la izquierda que se adentran a esos bancales siguiendo el principal que es muy evidente.
Al poco cambiamos de vertiente, dejamos el sur para de forma paulatina obtener un horizonte hacia el norte apareciendo poco a poco la vertiente norte de esta pequeña elevación por la que avanzamos.
A nuestra derecha destaca un declive importante, muy vertical de esta humilde elevación y a la vez poco a poco aparecerá la línea costera en el horizonte, junto a la población de Pego en medio de una gran planicie y junto a ella su marjal aunque esta vez algo seco.
Más a nuestra derecha la Cruz de Bodoix asoma en la parte superior de una cónica elevación y tras ella, a cierta distancia, la Sierra de Segaria e incluso algo del Montgó solapado por la Sierra del Migdia.
Al frente sierras y elevaciones pertenecientes ya a la provincia de Valencia pudiendo ver en la distancia la sierra de Mondúver por sus antenas en la cima.
Toda una panorámica interesante.
De pronto el camino está vallado por una barrera que impide el paso a los vehículos de motor, la pasamos sin mayores problemas comenzando a descender.
Comenzamos a ver otra elevación característica, la cima de El Miserat, fácil de identificar al haber un puesto de vigilancia y varias antenas, es la entrada a la Vall de Gallinera que debemos tenerlo a poca distancia.
En descenso y tras varios zigzags llegamos al Refugio de “La Figuereta”, está enclavado en un magnífico lugar, aislado por las laderas interiores del Tossal Gran pero con buenas vistas hacia la costa y la planicie de Pego.
Está perfectamente acondicionado en la parte exterior teniendo bancos y mesas de madera y junto a la casa se encuentra unos pinos de gran altura que le ofrece buena sombra.
El lugar se ofrece claramente para realizar una primera pausa y reconocer el lugar tranquilamente.
Dejamos atrás el refugio y el camino (que existe para ofrecer servicio al refugio) y continuamos por un pequeño sendero dirección oeste para poco a poco ir dirección suroeste, el inicio lo marca una piedra puesta en vertical con pintura de PR.
El sendero es estrecho y exiguo, de poco más de 40 cms, un pequeño reguero blanco rocoso que avanza en contraste entre la maleza, monte bajo y el característico palmito de la Marina Alta.
Difícil de distinguirlo más allá de 30 metros porque se confunde entre la vegetación, en ocasiones ligera y amable, en otras frondosa y hasta invadiendo el sendero.
A nuestro alrededor muchas de las laderas estuvieron convertidas al cultivo pues se muestran con las características terrazas hechas con piedras y rocas.
Hay que estar atento al sendero y seguirlo fielmente pues entre tanta vegetación podemos despistarnos.
Notamos como estamos bordeando el Tossal Gran y lo hacemos tanto que incluso llegamos a situarnos por detrás de él pudiendo contemplar un peñón solitario a nuestra izquierda con un par de pinos de gran altura cerca.
Cuando incluso creemos que nos estamos alejando demasiado, por fin, aparece un cruce de senderos marcados con un par de hitos, cogemos el sendero de la izquierda haciendo casi una media vuelta, sin duda es el sendero que nos llevará a la cima.
Tomamos el sendero y empezamos a ascender levemente en dirección a un collado que advertimos a unos 300 metros, a la izquierda del peñón.
Llegar al collado lo marca un poste de madera con pinturas de SL-V en la parte superior, el sendero continua ya descendiendo no sabemos hacia donde, nosotros nos quedamos en el collado y giramos a la derecha hacia el Tossal Gran.
A la izquierda, la ladera está completamente invadida por terrazas ya abandonadas de rocas y piedras creando un aspecto laberíntico.
Desde el collado el repecho final no se muestra muy agreste, hemos ascendido desde el cruce de senderos tan paulatinamente y en diagonal que el ascenso se completa muy suavemente.
En este repecho final el sendero se difumina con gran facilidad aunque el destino ya es muy evidente, tan solo queda ascender la pequeña loma que tenemos ante nosotros.
Así llegamos a la cima de Tossal Gran, una modesta cima por tener solo 865 m de altitud pero con unas vistas excepcionales al ser un peñón muy puntiagudo y situado en un lateral del Vall d’Ebo.
Esto nos permite tener una panorámica completa hacia el oeste, al interior del valle, teniendo Ebo justo en medio de la planicie. En la distancia, en esa dirección, podremos ver el Montcabrer y Benicadell muy lejanos y entre medio el perfil de la Sierra de la Foradà.
Al sur las laderas norteñas del Vall de Laguar, por detrás de ellas estará el Barranco del Infierno, no lo vemos pero lo intuimos, si que podemos ver la entrada que se forma a poca distancia de Ebo, por donde pasamos al principio de la jornada.
Al suroeste podemos llegar a ver la Serrella, más de la parte de la Malla del Llop y parte de la cima de Plà de la Casa, pero todo muy solapado con otras sierras, pero se ven gracias a sus casi 1400 metros de altura.
Las vistas hacia el norte no se quedan cortas, son más diáfanas y en distancia.
Se pueden ver infinidad de sierras y lomas pertenecientes a Valencia y hacia la costa se puede advertir hasta la pequeña sierra costera de Cullera. Desde Cullera la línea costera llega hasta Dénia pues podemos ver sin problemas Segaria y Montgó en la distancia.
Mas cerca las antenas de El Miserat se muestran nítidas, estamos separados de ella por una gran ladera rocosa estribación del Vall de Gallinera.
Por detrás del Miserat, en la distancia, intuimos una gran sierra que no es otra que La Safor.
Dejamos la cima y debemos volver al cruce de senderos anterior. Durante la bajada es cuando mejor podremos observar las terrazas del collado al completo.
Continuamos la marcha siguiendo el sendero que pronto pasará por antiguas casas de piedras abandonadas y de grandes dimensiones. Ya vemos Ebo de nuevo y el objetivo es volver a alcanzarlo, o al menos llegar a su cercanía.
Para ello comenzamos a descender una ladera por la que pasamos, de nuevo, junto a antiguas perfectas terrazas para el cultivo. La obra de ingeniería de piedras y rocas por este punto es impresionante al poder contemplar el perfecto trabajo realizado para aprovechar una ladera con cierta verticalidad.
Pasamos junto a las terrazas realizando pequeños zigzags y bordeándolas para ir perdiendo altura poco a poco.
Dejamos los zigzags y el último tramo del sendero ya es llano y en línea recta pasando junto a un gran peñasco que no terminó de rodar ladera abajo y que está pegado al sendero. Sorprende su tamaño y ubicación.
Tras el gran peñasco volvemos a ver pinos negros, moribundos, sin vida ... efecto de algún incendio en el pasado, por aquí el incendio hizo estragos.
Tras los pinos alcanzamos un camino de hormigón ancho justo en una curva en forma de “U” y ahí se encuentra un poste indicando direcciones del PR-V 58, elegimos Ebo que supone descender por el camino.
El poste nos ofrece la posibilidad de llegar a la cima de El Miserat y a sus antenas desde aquí, en la dirección de ascenso.
Comenzamos a descender cómodamente usando el hormigón, estamos todavía rodeados de laderas y vertientes.
Hasta que llegamos a un tramo con forma de “U” cerrada, realizamos la curva y al terminarla ahí mismo unas marcas nos aconsejan salirnos del hormigón y meternos por un sendero estrecho e invadido por la vegetación que nos permite atajar y ahorrarnos una gran tramo en forma de cuña.
Tramo de atajo muy selvático pero a la vez interesante, un tramo corto de no más de 75 metros pero que nos ahorra un buen tramo de hormigón.
Aun así no nos libramos del hormigón pues tras el atajo volvemos a él en un punto más adelantado.
Tras enlazar de nuevo con él solo nos queda seguir descendiendo, ahora mucho más suavemente, en total línea recta unos 600 metros hasta alcanzar de nuevo la carretera CV-712, aquí hay un Stop y un pequeño puente que sortea un pequeño barranco.
Echamos la vista atrás y ahora volvemos a ver el Tossal Gran desde abajo, la pequeña loma cónica que acabamos de visitar.
Empezamos la segunda parte de la ruta, el siguiente objetivo es visitar Els Tolls, y desde el punto que estamos debemos hacer un pequeño rodeo usando el asfalto de la carretera durante 1 km aproximadamente.
Giramos a la derecha y pasamos el PK 15 de la carretera. Al avanzar por carretera lo hacemos por la derecha y con precaución aunque la CV-712 no es una carretera de mucho transito, más bien poco o nada.
Lo único a tener en cuenta es que ese kilómetro es en ascenso en su totalidad, en ocasiones con rampas suaves, en otras con pendientes de hasta 16% como indica una señal para vehículos.
No es muy complicado pues al hacerse por asfalto y siendo la dirección a seguir indudable las rampas se sobrellevan.
A mitad camino si echamos la vista al barranco de nuestra izquierda veremos detalles de la zona de Els Tolls, o al menos intuimos por donde vamos a pasar en breve.
Tras una gran recta inicial hacemos una gran curva en donde la pendiente se afila más y pica.
Tras la curva pasamos junto a una casa de piedras abandonada junto al arcén derecho y nada más pasarla encontraremos el desvío a la izquierda marcado por un poste del SL-V indicando “Els Tolls”, a pocos metros el PK 14 confirmando que hemos hecho únicamente 1 km por asfalto.
Dejamos el tedioso asfalto y nos enganchamos a un sendero que en sus inicios es algo ambiguo pero conforme avancemos se vuelve más evidente.
Al principio estamos en un pequeño altiplano pudiendo observar 2 enormes peñones a ambos lados y en medio el barranco de Ebo pero en poco metros comenzamos a descender y nos adentramos en una zona boscosa, grandes pinos nos rodea y nos alegramos que sean verdes esta vez (y por mucho tiempo esperemos).
Las sensaciones cambian al completo, ahora avanzamos por pinadas de gran altura y espesa vegetación, o al menos es tan grande el contraste con lo visto desde que empezamos que esto nos deleita más de lo esperado.
Continuamos descendiendo por un cómodo y evidente sendero teniendo a nuestra izquierda el gran barranco.
Pronto el sendero zigzaguea, será la señal de que estamos llegando al nivel del lecho del barranco, la vegetación ya está por encima nuestra y es evidente que estamos muy cerca de la rambla.
Dejamos de descender y comenzamos a avanzar en llano, el sendero sigue avanzando pero tomamos la (acertada) decisión de alejarnos temporalmente de él y acercarnos al lecho del barranco que tenemos justo a nuestra derecha porque percibimos unas grandes rocas blancas y algo interesante se intuye por ahí.
Y efectivamente, llegamos al lecho del barranco y a una parte en donde las rocas se encuentra erosionadas creando pozas y lagunas, esta vez repletas de agua, un pequeño laberinto rocoso, hemos llegado a Els Tolls.
El lugar es magnífico, estamos encajonados en el interior del barranco teniendo grandes paredes a ambos lados. El lugar perfecto para ser conscientes de que el agua es muy perseverante para cincelar inmensas rocas.
En los primero metros podemos avanzar sin mayores problemas por el margen izquierdo pero llevando extrema precaución, el lugar es inhóspito y por donde avanzamos está repleto de pequeños agujeros que son a su vez pozas o con cierta inclinación.
Tras unos 20-25 metros llegamos a una pequeña laguna con aguas cristalinas en la que una roca crea un pequeño techado natural. La laguna tiene cierta profundidad calculándole un par de metros, es bastante larga, más de 6-7 metros pero muy estrecha, de tan solo 2-3 metros.
Las ganas de zambullirse son cercenadas por el momento del año, por ello también debemos de cuidar no caer en el interior con algún resbalón, aunque anotamos el lugar para quizás regresar en épocas estivales.
Un enclave con un encanto muy especial.
Pero queremos más y la curiosidad crece y decidimos seguir avanzando por el techado natural para así estar por encima de la misma poza.
Este techado está muy inclinado, debemos llevar máxima precaución.
Avanzamos unos pocos metros más y ya damos por terminado las posibilidades de avance “en seco”, ante nosotros el interior del barranco se profundiza pero ya en un caos de pozas y rocas infranqueables para nosotros hoy.
Aquí el barranco se convierte en un laberinto rocoso con gran cantidad de pozas y lagunas cuyas paredes son muy verticales, desistimos avanzar usando el sentido común.
Nos queda disfrutar de las lagunas, de las pozas, de un entorno salvaje y de gran belleza.
Hay que volver sobre nuestros pasos y regresar de nuevo al sendero por el que llegamos.
Dejamos Els Tolls y continuamos por el sendero ascendiendo levemente y avanzando en un plano superior al barranco.
Pronto aparece a nuestra derecha la bonita imagen de una “playa” de montaña cuya orilla está repleta de guijarros pequeños, se encuentra en un plano inferior y debemos (de nuevo) alejarnos del sendero para disfrutar del lugar.
Si no fuera porque estamos rodeados de una vegetación asilvestrada y que el agua es dulce, podríamos pensar que estamos en una playa.
En esta ocasión la “playa” tenía una longitud bastante importante, perdiéndose la zona más profunda entre la espesura de la vegetación, pero pudiéndole calcular unos 15 metros, aunque tendrá poca profundidad, de haber podido entrar al agua me hubiera llegado por la cintura en el lugar más profundo como máximo.
Un rincón con una pureza y belleza desorbitada al estar en un lugar recóndito y con una vegetación espesa invadiéndolo todo.
Ni que decir que las sensaciones pueden variar dependiendo del momento que se visite els Tolls y la “playa”, tras una temporada de “secano” sin lluvias, el lugar puede ser bastante desolador, por tanto hay que saber elegir el momento para visitar estos lugares.
Dejamos la parte acuática y continuamos el sendero centrándonos ya en regresar a Ebo.
El sendero tras unos pocos metros cruza de lado el barranco por su lecho, en un punto en el que se encuentra seco, una zona de rocas blancas y pulidas pero que nos permite realizar la acción sin problemas.
Tras cruzar el barranco el sendero se define muy bien debido a que es el trayecto habitual para visitar els Tolls desde Ebo.
En poco metros saldremos a un camino de hormigón junto a una caseta, seguimos el camino y alcanzamos en unos 80 metros un cruce en forma de “T” con un camino de asfalto, seguimos hacia la izquierda, en el inicio hay un alambre acotando el acceso.
A nuestro alrededor arboleda de gran altura y vegetación abundante que se agradece en los primeros pasos, después avanzamos entre campos de cultivo como cerezos y algún olivo centenario junto al camino.
Seguimos avanzando dirección este y en el horizonte ya aparecerá Ebo, nuestro destino final.
Otro cruce de caminos pero es bastante obvio continuar por la izquierda, en dirección al pueblo.
Pero antes de llegar al pueblo pasaremos por el lavadero de Ebo, el agua le llega desde una caseta a poca distancia en cuya parte inferior hay 3 caños con generoso chorro de agua. El lavadero está techado con ornamentación metálica contemporánea.
Tras el lavadero nos queda tan solo unos 600 metros de camino asfaltado rodeados de campos de cultivo.
Ya podemos ver el pueblo y a su izquierda el Tossal Gran, donde estuvimos al principio de la jornada.
Justo antes de llegar al pueblo cruzaremos un barranco por un puente.
Y finalmente el pueblo y el lugar donde tenemos el coche.
Una modesta pero muy interesante ruta con su parte montañera y de senderos para acabar con un tramo acuático bastante interesante.
Ya que estamos en Ebo, tras la ruta tenemos la posibilidad de visitar la Cova de Rull, situada en la misma carretera CV-712 dirección Alcoy desde Ebo, y a un par de kms.
Se hace con visita guiada, muy interesante.

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0	Inicio ruta	00:00
1	Desvío lecho barranco	00:25
2	Sima	01:15	01:25
3	Refugio La Figuereta	01:55	02:10
4	Cima	02:55	03:15
5	Camino hormigón	03:50
6	Carretera CV-712	04:15
7	Desvío hacia Els Tolls	04:25
8	Salida Els Tolls	05:45
9	Lavadero de Ebo	06:00
0	Fin ruta	06:10

FECHA	Mayo - 2017
NIVEL DE RUTA	Medio
TIPO DE RUTA	Circular, excepto tramo cima
ALTITUD CIMA	685 m *
TIPO CIMA	Pico
KMS RECORRIDOS	13
PR-V/s USADO/s	58.5 Parcialmente
PR-V/s USADO/s	SL-V Tossal Gran